Crisis terminal: Dicen que a fin de mes cerraría sus puertas el Sanatorio Plaza

Trabajadores del establecimiento afirman que ya les comunicaron la decisión. Es porque PAMI le quitó la atención de sus afiliados y los transfirió al Municipio. Más de 60 personas quedarían en la calle y se perderían 40 camas de internación y 8 de terapia intensiva.

Incertidumbre. Los dueños del sanatorio le comunicaron al personal que cerrarían el viernes 31.

La decisión ya fue comunicada a los trabajadores. Es porque PAMI le transfirió la atención de sus afiliados al Municipio. Más de 60 personas quedarían en la calle y se perderían 40 camas de internación y 8 de terapia intensiva.

En pleno avance de la pandemia de coronavirus, con picos diarios de contagios, que un centro asistencial cierre sus puertas sería de lo más contradictorio. Sin embargo, es lo que está por pasar en el partido de Escobar con el Sanatorio Plaza, que a fin de mes dejará de funcionar, según les comunicaron a sus trabajadores. El motivo es que PAMI decidió retirarle la atención de sus afiliados, con lo cual la clínica dejó de percibir esos ingresos y no tendría recursos suficientes para hacer frente a su costo operativo.

Fundado hace más de veinte años con prestaciones polivalentes, en 2017 el Sanatorio Plaza se hizo cargo de unas 7.000 cápitas de PAMI correspondientes al Distrito VIII (San Martin ). Esta iniciativa venía a cubrir una necesidad postergada de los afiliados de Belén de Escobar, quienes para su atención debían desplazare hasta la clínica San Carlos, en la localidad de Maquinista Savio.

La cápita en cuestión incluida también afiliados de las localidades de Matheu, Ingeniero Maschwitz y Benavidez (partido de Tigre). Esto motivó que el sanatorio se convierta rápidamente en «PAMI dependiente», ya que la cantidad de prestaciones e internaciones que se hacían ocupaban casi la totalidad de sus instalaciones.

Al año siguiente, sin embargo, la situación se modificó negativamente a partir de una resolución de PAMI que transfirió los afiliados de PAMI de Belén de Escobar, Matheu y Maschwitz al Distrito XXII (Luján). Sanatorio Plaza solo atendería a los afiliados de Benavídez y recibiría a cambio una suma fija de dinero, según cuentan los empleados.

Desde ese momento se inició el declive de la institución. Los pagos del personal empezaron a demorarse cada vez más y la explicación que recibían era que «la ecuación gastos e ingresos» no cerraba (ver nota acá).

Esto generó que en los primeros meses de 2019 los trabajadores tomaran medidas de fuerza, con quite de colaboración pero manteniendo la atención de guardia y urgencias medicas. En ese entonces, el director médico de la clínica, Antonio Labonia, responsabilizó de la crisis a PAMI por retrasar el pago de las prestaciones (ver nota acá), pero en la agencia de Escobar desmintieron esa versión en una reunión con los trabajadores.

Reclamos. Los trabajadores colocaron carteles en la entrada al edificio denunciando lo que está pasando.

La tensión interna disminuyó con la llegada de la pandemia. El personal se abocó a la atención de los pacientes dando prioridad a enfermos de Covid-19. Pero el problema se reavivó en los primeros días de este mes, cuando PAMI Luján notificó que las cápitas asignadas al sanatorio pasarían a la esfera municipal.

Las autoridades de la sociedad que es dueña del sanatorio realizaron gestiones a nivel central y también con las autoridades municipales, según trascendió. Pero la decisión ya estaba tomada y no hubo marcha atrás.

Los afiliados de PAMI que hasta el 1º de julio se atendían en el Sanatorio Plaza, ahora serán recibidos en el hospital municipal Néstor Kirchner (ex clínica San Carlos) y eventualmente derivados a otros centros periféricos dependientes de la Secretaría de Salud.

La angustia de quienes trabajan en el Plaza es total, ya que están a una semana de quedarse en la calle. «El traspaso de las cápitas de PAMI supone la falta de la principal fuente de ingreso y pone al sanatorio al borde del cierre, con la consecuente pérdida de más de 65 puestos de trabajo de personal no médico, aparte del plantel profesional», expusieron en un comunicado que enviaron a El Día de Escobar.

«En esta época de crisis sanitaria y económica, en plena pandemia se corre el grave riesgo de que 40 camas  de internación y 8 de Unidad de Terapia Intensiva (UTI) salgan del sistema sanitario, con las consecuencia que ellas acarrea», advirtieron.

La única esperanza de los trabajadores radica en supuestos inversionistas que estarían interesados en inyectar capital en el sanatorio para mantenerlo abierto. Pero son sólo versiones. Por ahora, lo único concreto es que el viernes de la semana que viene podría ser el último.

Por Ciro D. Yacuzzi

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