Comienza el juicio por el secuestro y asesinato del joven Matías Berardi

Once imputados y más de 200 testigos participarán de las audiencias. El joven, de 16 años, fue raptado en Maschwitz y muerto en Campana, hace dos años.

Matías estudiaba en el Saint George School de Loma Verde.

Once imputados comenzarán a ser juzgados desde este miércoles 24 por el crimen de Matías Berardi, el adolescente que en 2010 fue secuestrado en Ingeniero Maschwitz por una banda que pidió un rescate, pero lo ejecutó de un tiro en Campana porque la víctima había logrado escapar de su lugar de cautiverio.

El juicio se iniciará esta mañana, a las 10, ante el Tribunal Oral Federal Nº3 de San Martín, en el edificio judicial de la calle Pueyrredón 3734 de ese partido del Conurbano.

Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que los jueces Elbio Osores Soler, Lidia Soto y Germán Andrés Castelli dispusieron que las audiencias de este debate se realicen sólo los miércoles y viernes y se estima que, con los 200 testigos citados, el juicio podría prolongarse hasta el año próximo.

La acusación estará en manos del fiscal de juicio Eduardo Codesido, mientras que los once imputados estarán asistidos por cuatro defensores oficiales: Cristian Barritta, Sergio Moreno, Héctor Tejerina Ortiz y Leonardo Miño.

Los padres de la víctima, Juan Pablo Berardi e Inés Daverio, quienes concurrirán al debate y hasta declararán como testigos, estarán representados como querellantes por los abogados Eduardo Durañona, Ignacio Palazuelos, Santiago De Jesús y Manuel Izura.

Once en el banquillo

Los principales implicados en el caso son los integrantes de la familia de Richard Fabián Souto, el herrero uruguayo propietario del galpón de Benavídez donde la víctima estuvo cautiva.

Souto es señalado en la causa como el autor material del crimen, ya que una pericia detectó rastros de deflagración de pólvora en sus manos, aunque hay un testigo de identidad reservada que señala a otro de los imputados, su concuñado Néstor Facundo Maidana, alias “Chino”, como el ejecutor del disparo.

Además de Souto, están presos y procesados su esposa Ana Cristina Moyano, su hija Jennifer Stefanía Souto, otra hija cuya identidad se reserva porque era menor de edad -17 años- al momento del hecho y su cuñada, Celeste Mónica Moyano.

El novio de esta última, el “Chino” Maidana, su hermano Federico Esteban Maidana y Elías Emanuel Vivas, completan lo que fue la primera tanda de detenidos de la causa.

Pero entre fines de 2010 y mayo de 2011 fueron detenidos otros tres imputados: Damián Sack, Gabriel Raúl “Larry” Figueroa y Gonzalo Hernán Alvarez.

Todos enfrentan, aunque algunos con distintos grados de participación, una imputación por secuestro extorsivo seguido de muerte, cuya pena es la de prisión perpetua.

Secuencia trágica

El brutal secuestro y asesinato ocurrió la madrugada del 28 de septiembre de 2010. La noche anterior Matías, que tenía 16 años, había ido a la fiesta de egresados de un colegio de San Isidro en la disco Pachá, ubicada en la Costanera Norte porteña.

De allí salió en una combi alquilada especialmente, junto a su grupo de amigos, y se bajó en el cruce de Ruta 26 y Panamericana, en Ingeniero Maschwitz, donde fue capturado alrededor de las 5.30.

A las 6.20, sus padres recibieron el primero de una serie de ocho llamados extorsivos, en los que el propio Matías les dijo que había sido secuestrado y los delincuentes exigieron un rescate que varió de 500 a 30.000 pesos.

Según el requerimiento de elevación a juicio de la Fiscalía Federal de Campana, al que tuvo acceso la agencia Télam, la banda trasladó al adolescente al taller que el herrero Souto tenía en avenida Sarmiento 407 de Benavídez, partido de Tigre, donde lo tuvieron atado y vendado.

Pero a las 19.20, Matías logró escapar del lugar de cautiverio y comenzó a pedir ayuda entre los vecinos, a quienes les decía que lo tenían secuestrado. Pero no logró que nadie le creyera y lo refugiara.

El joven corrió a la par de un remís e intentó abrirle una de las puertas traseras, pero éste se asustó y aceleró.

Mientras tanto, el herrero Souto y Facundo Maidana persiguieron con un auto y lograron recapturar a Berardi a dos cuadras, en las puertas de un cementerio municipal.

La víctima fue trasladada a un descampado ubicado en un camino de tierra a 300 metros de la ruta 6, a la altura de Campana, donde los asesinos efectuaron dos disparos con una pistola calibre 11.25 milímetros, uno de los cuales ingresó por el omóplato derecho de la víctima y le ocasionó la muerte.

Dolor de padres

“El juicio puede ser una bisagra para empezar a reconstruir nuestra vida. Pero nosotros estamos presos del dolor eternamente, esto no nos va a aliviar, pero puede servir para que esta gente no lo vuelva a hacer”, expresó la madre de Matías, María Inés Daverio.

La mujer dijo que su idea es “asistir y presenciar todo el juicio para poder entender qué pasó” y aseguró que confía en la Justicia. Su marido y padre de Matías, Juan Pablo Berardi, dijo que espera “una condena justa, que en estos casos no es otra que la prisión perpetua”.

“Espero que alguno de los imputados se quiebre y largue todo, porque muchos no han declarado. Quiero que realmente se pueda hacer justicia”, afirmó.

Berardi comentó que “es la primera vez” que estarán “cara a cara” con los acusados de asesinar a su hijo y agregó que “es inentendible e inexplicable lo que hicieron”.

“Todos los días pensamos en Matías y en el dolor de no tenerlo. No nos acordamos nada más cuando se cumple un año o cuando viene el juicio. Sólo espero que con esto se pueda cerrar una etapa”, concluyó.

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