Carrascosa logró el arresto domiciliario y se radicará en un country de El Cazador

La Justicia le otorgó el beneficio porque cumplió 70 años. Está condenado a perpetua por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce, ocurrido en 2002.

Carlos Carrascosa llevaba cinco años preso en el penal de Campana por el asesinato de su esposa, ocurrido en 2002.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº6 de San Isidro otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria a Carlos Carrascosa, quien en las próximas horas será trasladado desde la cárcel de Campana a la quinta que un amigo suyo tiene en un barrio privado de El Cazador.

La Justicia le impuso una fianza de un millón de pesos, que ya depositó con dinero que le facilitaron familiares amigos y que más adelante reemplazaría por propiedades. De todos modos, sus abogados ya apelaron el monto de la caución.

Tras abandonar la Unidad Penitenciaria Nº21, Carrascosa tendrá como nuevo alojamiento la casa de su amigo Héctor Liñeiro, un ex compañero del colegio secundario, en el country CUBE. El viudo ya había vivido allí con él y sus hijos hasta 2009, cuando lo detuvieron. Sus movimientos serán monitoreados a través de una tobillera electrónica.

«Todos estábamos muy ansiosos por la respuesta de la Justicia al pedido de la Fiscalía», detalló en declaraciones a la prensa el abogado Fernando Díaz Cantón, quien igualmente se encargó de aclarar que «la condena a prisión perpetua no está firme».

El abogado remarcó que «esto no es una libertad, porque no saldrá caminando» de la cárcel, sino que lo trasladarán custodiado a la casa del amigo, donde será alojado para cumplir prisión domiciliaria. No obstante, aseguró que Carrascosa ya no volverá a prisión y confió en que la sentencia a perpetua sea revocada.

Desde fines de noviembre Carrascosa estaba esperando una resolución que lo habilite a cruzar las rejas. Fue después de que la Corte Suprema de Justicia emitiera una resolución en la que estableció que no estaba firme la condena a prisión perpetua en su contra por el delito de homicidio calificado y que el imputado tenía derecho a una doble instancia.

Desde entonces sus abogados solicitaron en varias oportunidades la libertad, incluso a través de un hábeas corpus, pero todas las veces el pedido fue rechazado. En ese lapso Carrascosa cumplió 70 años y por eso su defensa requirió el arresto domiciliario, atento a su edad y a problemas de salud por su adicción al tabaco y por el estrés que le produce el encierro.

Carrascosa purga una condena a perpetua por el homicidio de su esposa, María Marta García Belsunce, asesinada en su casa del country Carmel, en Pilar, el 27 de octubre de 2002. Esa muerte, presentada inicialmente por su entorno como un accidente, resultó un homicidio en el que la víctima recibió cinco balazos en la cabeza, descubiertos durante una autopsia un mes y medio después.

Toda esa circunstancia llevó al viudo y a sus familiares a ser acusados por el encubrimiento del homicidio. Pero el más comprometido fue Carrascosa, que encontró el cadáver y dispuso limpiar la escena del crimen. En un juicio oral, enfrentó una doble acusación por homicidio y encubrimiento.

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