Amenaza de bomba en un local bailable de Escobar: desalojo y falsa alarma

Un llamado anónimo al 911 alertó sobre la presencia de un artefacto explosivo en un boliche de la Colectora Este. Cientos de adolescentes tuvieron que abandonar las instalaciones, aunque al final se comprobó que no había nada.

Un llamado anónimo al 911 alertó sobre la supuesta colocación de un artefacto explosivo en un boliche de la Colectora Este. Cientos de adolescentes tuvieron que abandonar las instalaciones.

Momentos de confusión y tensión se vivieron este domingo a la madrugada en un boliche bailable de la Colectora Este, en Belén de Escobar, donde los asistentes fueron desalojados por las fuerzas de seguridad ante una amenaza de bomba que resultó falsa.

El suceso ocurrió alrededor de las 4 de la madrugada, cuando una llamada anónima al 911 alertó sobre la supuesta colocación de un artefacto explosivo en la disco “La Casita”, ubicada a la altura del kilómetro 46,500 de la autopista Panamericana.

Aunque en la inmensa mayoría de los casos -por no decir en todos- este tipo de amenazas terminan comprobándose falsas, los bomberos voluntarios y la policía aplicaron el protocolo de intervención y ordenaron el desalojo completo de las instalaciones.

Así, extrañados y sin entender del todo bien lo que pasaba, cientos de jóvenes tuvieron que retirarse del local inmediatamente. Muchos se quedaron sobre la Colectora Este, siguiendo desde sus autos o desde las veredas la intervención de las fuerzas de seguridad. Otros, en tanto, optaron por retirarse y buscar otro plan para seguir la noche.

El despliegue motivado por la amenaza incluyó la participación de bomberos voluntarios, efectivos policiales, Prevención Comunitaria, agentes de tránsito e inspectores, quienes se encargaron de coordinar la evacuación para facilitar el posterior trabajo de los peritos.

Las instalaciones fueron revisadas por personal de la Brigada de Explosivos de la provincia de Buenos Aires, quienes finalmente corroboraron la falsedad de la denuncia al no encontraron ningún artefacto explosivo en el inmueble.

Las hipótesis sobre la autoría de la amenaza son de lo más diversas: que haya sido una simple “broma de mal gusto”, la reacción de algún adolescente enojado o un vecino molesto por el volumen de la música, entre otras tantas que se barajan en la investigación y que se se especularon en las redes sociales.

Se espera que mediante una pericia telefónica sea posible determinar el origen de la llamada y dar con el responsable. A esos efectos se inició un sumario bajo la carátula de “intimidación pública”.

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