El testimonio del empleado municipal que se encadenó para que lo reincorporen

Vive en el barrio Philips, tiene seis años de antigüedad y trabajaba en la Secretaría de Salud. “Me enteré que estaba despedido cuando no vi el aguinaldo en mi cuenta y fui a consultar a Recursos Humanos”, afirmó. Al final, lo reincorporaron.

Protesta. Sergio Beneventano sostiene un cartel contra varios funcionarios y muestra su pierna ortopédica.

Vive en el barrio Philips, tiene seis años de antigüedad y trabajaba en la Secretaría de Salud. “Me enteré que estaba despedido cuando no vi el aguinaldo en mi cuenta y fui a consultar”, afirmó. Al final, lo reincorporaron.

Una inusual protesta tuvo lugar este martes a la mañana en el Palacio Municipal, donde un joven se encadenó para denunciar que había sido despedido sin causa en plena pandemia de coronavirus y exigir que lo reincorporen. Al final, le dieron una audiencia y aceptaron volver a incorporarlo, pero en otra área.

El protagonista de esta historia se llama Sergio Beneventano. Tiene 33 años, vive en el barrio Philips de Belén de Escobar y trabajaba como administrativo en la Secretaría de Salud. Según su testimonio, a mediados de mes fue cesanteado sin previo aviso y por eso decidió llevar a cabo esta protesta, buscando una respuesta y una solución.

A primera hora de la mañana, mientras los empleados iban llegando al Palacio Municipal, Beneventano se encadenó a la puerta con un cartel donde acusaba a varios funcionarios de la plana mayor del Ejecutivo de haberlo despedido sin causa. Su presencia causó un rápido impacto en los pasillos y también repercutió en las redes sociales.

“Me enteré que estaba despedido este viernes cuando no vi el aguinaldo depositado en mi cuenta y fui a consultar a Recursos Humanos. Me acerqué en buenos términos para averiguar y me dicen que en el recibo figuraba que me habían pagado una liquidación final de $12.000. Jamás me llegó un telegrama, ni yo firmé nada. No tenían un motivo para echarme”, le contó el joven a El Día de Escobar.

Beneventano sufrió la amputación de la mitad de su pierna derecha, lo que lo obliga a utilizar una prótesis ortopédica. Entró a la planta permanente del Municipio en octubre de 2014 y, desde entonces, pasó por diversas dependencias.

Asegura que en muchos de esos lugares tuvo que realizar tareas incompatibles con su condición física. Según su versión, eso y otros detalles desencadenaron la situación que lo llevó a perder su empleo y a visibilizar su caso encadenándose a la vista de todos.

Al parecer, su protesta dio resultado, porque le concedieron una audiencia y firmó la reincorporación. “Si es necesario, que me pongan en una oficina de 1×1 llena de papeles. Pero quiero estar sentado, tranquilo y no perjudicar mi salud”, sostuvo.

En principio, retomará su actividad laboral en una dependencia de Belén de Escobar, distinta a la que estaba antes de ser despedido. “Yo con mi sueldo tengo que pagar el alquiler, cuentas y mantener una hija. No hago política, entré al Municipio por insistencia y voluntad mía”, manifestó, lamentando la situación que le tocó vivir.

Fuentes del Ejecutivo consultadas por este medio confirmaron que la demanda del empleado fue solucionada. “Lo atendimos y determinamos reincorporarlo en otra área”, aseguraron.

Por Alejo Porjolovsky

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