¿Corrupción, lavado o engaño? ¿Oportunidad ganada o perdida?

Félix Luna describe que los procesos políticos de larga duración suelen comenzar a tener “desprolijidades, errores por falta de mesura y equilibrio…”. Por Ricardo Choffi.

El historiador Félix Luna describe que los procesos políticos de larga duración suelen comenzar a tener “desprolijidades, errores por falta de mesura y equilibrio”, casos de corrupción, escándalos de los cuales es difícil sobrellevar.

Un curioso hecho ocurrido en el Sur del país mantuvo en vilo a la prensa que no congeniaba con el oficialismo chicaneándolo en tono punzante pero también burlón.

La oposición estaba dispersa y desorientada, pero tenía algunos apellidos importantes en el Congreso Nacional, intentaba aferrarse a la idea que estos sucesos que presuponen un gran despilfarro de dinero público, sumado al escándalo mediático, podría hacer tambalear a un gobierno poseedor de un importante apoyo popular que se encaminaba a sobrepasar una década en el poder.

El difícil imaginar que se autoricen obras de gran envergadura con dinero público desconociendo el destino de los fondos, solo por la confianza que le dispensa una sola persona, que ninguno de sus tantos funcionarios y asesores con los conocimientos técnicos en cada área no disparen las alertas. Pero esto le ocurrió… al mismísimo general Juan Perón siendo presidente.

Año 1951, un famoso diseñador de aviones alemán Kurt Tank, colaborador de la Fuerza Aérea, acerca a círculos del gobierno al doctor en Ciencias Naturales Ronald Richter, austríaco, recibido en la Universidad de Praga, quien convence al presidente de su proyecto de “producción controlada de energía atómica”.

El anuncio oficial de la noticia generó incertidumbre mundial. Perón no solo era un primer magistrado sino un fuerte referente regional, líder de un país rico en alimentos frente a una Europa hambreada de la posguerra. La producción de energía atómica solo pertenecía a potencias como USA y URSS. Argentina desafiaba así a la comunidad internacional.

El lugar elegido es la estratégica isla de Huemul cercana a Bariloche. Toneladas de equipamiento técnico e infraestructura de construcción civil comienzan a movilizarse hacia allí. Un eufórico Richter dirige la obra. No se escatima en gastos, la friolera suma de dos mil millones de la época y el desconocido currículum del austríaco ponen los pelos de punta al bloque opositor. Se destacan dos jóvenes diputados radicales, uno por su carisma y oratoria encendida pese a su voz rasposa, Ricardo Balbín, y otro por su coeficiente intelectual superior a la media, Arturo Frondizi. También hace oír su rezongo el legendario socialista Alfredo Palacios.

Cuando no, la prensa relacionada a la oligarquía aprovecha para mofarse del proyecto “huele a mula”, haciendo el juego de palabras con el nombre de la isla. Resaltan el descontrol de fondos públicos y acusan al austríaco de ser un doble agente del nazismo residual. El tiempo transcurre y los resultados no llegan; el laboratorio se convierte en una enorme fortaleza de hierro y cemento llena de misterios. El coronel Enrique González, hombre de confianza del presidente, intenta “espiar” el experimento, pero sus hombres son echados a punta de pistola por el mismo Richter. Perón comienza a inquietarse.

El General utiliza ahora toda su capacidad de seducción para convencer al físico argentino José Balserio para que abandone la calidez de la Universidad de Manchester por el frío extremo de Bariloche. Pese a sus apenas 32 años, el científico posee un importante prestigio profesional y el gobierno necesita una voz autorizada que audite el demorado proyecto.

Finalmente, Balseiro llega el sur. Richter explota de ira pero se somete a la autoridad de Perón. “Defender a Richter y a la fusión nuclear frente a Balseiro era como defender la pornografía frente a Juan Pablo II”, escribió en 1985 el ingeniero Mario Della Janna, ex colaborador del extranjero. No obstante, cree que el proyecto era viable pero no se llegó a tiempo para comprobarlo y que el país se perdió un importante descubrimiento.

El informe final fue lapidario, descalificador. El austríaco, humillado, abandonó la isla. El gobierno, desmanteló el proyecto y se llamó a silencio. La prensa y la oposición festejaron “el triunfo”.

También nos gustan los finales felices, donde el chico besa a la chica: Balseiro se enamoró de las apacibles tardes de Bariloche. Creó un instituto de ciencias que hoy lleva su nombre y comenzaron los estudios serios de la Comisión Nacional de Energía Atómica para el Uso Civil de la Energía Nuclear.

Prefiero pensar que Perón se equivocó y corrigió su error, tarde. Lamentablemente, siempre los errores de los dirigentes se los carga en la espalda del pueblo.

Finalmente el tiempo siempre transcurre, implacable, arrollador. Richter se sumergió en la oscura profundidad del olvido y falleció en 1991. Los radicales reemplazaron a Balbín y Frondizi por Ricardito Alfonsín, que piensa que el carisma se hereda como un traje, y por Ernesto Sanz, que cree que el apoyo mediático le otorga inteligencia. ¿Hermes Binner hoy sería Palacios? Claramente, parece haber un importante retroceso para estos sectores.

Perón sobrevivió, a este escándalo primero, a 18 años de proscripción después y a su propia muerte para siempre. El movimiento político que creó aun sigue escribiendo historias nuevas, epopeyas con tinta fresca que recordarán su pueblo y los hijos de sus hijos. La prensa oligarca, avejentada y rencorosa, aún asecha.

Hasta la victoria…

Por Ricardo Choffi – Agrupación Jauretche de Escobar
ricardo@jauretche.org.ar

3 Comentarios

  1. gustavo

    El proyecto Huemul salió mal como otros proyectos salieron bien (el pulqui, bajo la guía de Kur Tank, por ejemplo). pero no se confunda: el General Perón no se llevó bolsos con kilos de guita por lo de Richter.

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  2. July

    Hasta la victoria ….. escribió alguien con ideales que luchó y murió por ellos, se podrán compartir o no pero ideales al fin. Su familia no posee estancias, ni cuentas secretas en el exterior, ni bóvedas para resguardo de objetos y dinero. No es el caso de los exponentes justicialistas que utilizaron la política para llenarse los bolsillos mientras venden espejitos de colores al pueblo.
    La corrupción está carcomiendo nuestra sociedad porque vemos como utilizan la política para enriquecerse con total impunidad, avasallando todos los poderes que pudieran poner freno a esto.
    El `modelo` nos dejó afuera del mundo. Tenemos potencial para ser un país próspero, recuperar la dignidad del trabajo y la educación que son los pilares de la movilidad social

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  3. MBusquets

    Muy inocente la comparación de Richter. Aunque no dice que el Estado siempre debe cumplir el rol de inversor cuando los riesgos no los asume ningún privado. Con ese criterio no se hubieran construido los pucara ni existiría EL Chamical. La gente acusa a Kirchner de ladrón. Es simple la cosa. No de haber invertido en el tren bala o despilfarrar en desarrollo tecnológico. Punto. Y si no deliramos y vamos a lo concreto en Escobar basta preguntar como se distribuye el plan trabajar y mirar de frente a los punteros que se quedan con el dinero que debería ir a la gente, para empezar a hablar con sentido. Pero sin desprestigiar. Ud. Choffi es empleado de nación, y debe defender el modelo, corrupción incluida.

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