UTA reconoce que descendieron los incidentes con menores alcoholizados

portada El gremio admitió que las medidas implementadas redujeron drásticamente los hechos de violencia que ocurrían en la terminal y sobre los colectivos. Pero pidió “profundizar los controles”.

Los comisarios Vara y Guerra, junto al Secretario de Gobierno, encabezaron la reunión.

Los comisarios Vara y Guerra, junto al Secretario de Gobierno, encabezaron la reunión.

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) reconoció que las medidas adoptadas en las últimas semanas lograron el propósito de reducir los hechos de violencia causados por menores alcoholizados a la salida de los boliches, aunque sostuvo la necesidad de “profundizar los controles”.

“En estos treinta días hemos avanzado muy bien, pero hay que ser riguroso con los límites y se deben profundizar los controles”, marcó el vocero del gremio de los colectiveros, Roberto Conde, adscripto al Consejo Ejecutivo Nacional de UTA.

Conde expresó estos conceptos, a modo de conclusión, durante una reunión realizada este jueves 3 en el Concejo Deliberante de Escobar. En esta cuarta convocatoria consecutiva para tratar la problemática de la nocturnidad también participaron el secretario de Gobierno, Hugo Cantero, y el jefe de la Policía Distrital, Marcelo Guerra; al igual que dueños de locales de esparcimiento nocturno; los directores de Transportes y Relaciones Institucionales del Municipio, Marcelo Ronconi y Juan Carlos Papa, respectivamente; y el titular de la comisaría 1ra, Carlos Vara.

Los choferes y representantes de distintas líneas que se hicieron presentes coincidieron en señalar que las medidas implementadas tuvieron un efecto positivo. Entre ellas, la colocación de boleterías en la terminal, el cacheo policial a los pasajeros y el alquiler de unidades particulares por parte de los boliches para achicar la demanda de usuarios de transporte público en el crítico horario que va de las 5 a las 7 de los domingos.

La reunión se desarrolló en un clima sumamente distendido, muy distinto de aquellos primeros encuentros de rostros adustos y con duros cruces entre autoridades y choferes.

No obstante, un trabajador del volante manifestó abiertamente su preocupación por la indiscriminada venta de alcohol a menores de edad. Para apoyar su planteo, sostuvo haber visto este fin de semana a una chica de 12 años en total estado de ebriedad y a un joven tendido en el piso de la terminal en iguales condiciones. Sobre esto, sin embargo, no se tomaron decisiones.

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