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La convocatoria, que reunió a unos 800 vecinos, fue lanzada por un grupo de comerciantes. Cantaron el himno y abrazaron la plaza San Martín con una marcha.
Luego de cantar el himno, la gente inició por la avenida Tapia de Cruz una marcha alrededor de la plaza.
Sin cacerolas ni bombos, unos ochocientos vecinos -en su mayoría comerciantes- se congregaron este jueves a la noche en la plaza principal de Belén de Escobar en reclamo de acciones concretas contra la inseguridad.
La manifestación revistió características muy singulares. Ante todo, porque desde 2007 no se veía a la comunidad tan integrada detrás de una causa. Sin embargo, aquellos cabildos abiertos contra el basural de la isla, a los que remite esta analogía, no llegaron en el mejor de los casos a un tercio de la convocatoria que tuvo esta nueva cruzada. De ahí hacia atrás, hay que apelar a calificados memoriosos para saber cuándo la ciudadanía escobarense concretó una manifestación de este carácter.
El segundo elemento que se destaca es, justamente, la consigna del reclamo: mayor seguridad, o menos inseguridad, como se quiera. Algo que las autoridades municipales y policiales parecieran no comprender del todo. “¿Tanto delito hay?”, preguntan los primeros. “No hay más que antes ni más graves”, aseguran los segundos. Pero lo que la gente dice es que -palabras más, palabras menos- ya está cansada de convivir con la delincuencia. Que no tendrá la magnitud que se sufre en otros lugares del Conurbano, pero que no puede tolerarse o repudiarse por simples comparaciones estadísticas.
En síntesis, la comunidad está gritando que no quiere seguir viviendo así. Y le pide al Intendente que haga todo lo que esté a su alcance para empezar a modificar esta realidad cada vez más acuciante. Se lo solicitan respetuosamente y a sabiendas de sus limitaciones en un tema que es menester provincial, pero le advierten que podrían perder la calma si no lo ven involucrarse como demandan.
Una tercera cuestión es que no se está ante retrógrados planteos de mano dura y prisión para chicos en edad escolar. Y se tiene en cuenta a la desigualdad social como alimento y sostén de esta creciente problemática.
Queda por verse, por un lado, hasta dónde se comprometerá a luchar la comunidad escobarense por esta causa que hoy abriga con tanto entusiasmo, un hecho no menor en una población que no desmiente su apatía, pero que ahora parece haberla hecho a un costado, aunque más no sea para ver qué se siente. Y por el otro, qué actitud adoptará Sandro Guzmán, que cometería su peor error si interpreta que hay un trasfondo de intencionalidades políticas en estas movilizaciones.
De todos modos, hay algo que se debe tener en cuenta: la inseguridad no es un resfrío. Quienes crean que puede curarse de un día para otro ya podrán darse por vencidos. Y si bien es cierto que el tratamiento para esta enfermedad requiere de una firme decisión política, todo el impulso del mundo será estéril si no se trabaja profundamente para que las futuras generaciones tengan una mejor educación y mejores oportunidades. Desde esa inequidad se ha llegado a este escenario.
El celeste y blanco de la bandera argentina fue el color predominante de la manifestación.
“No es en contra de nadie”
El contador Martínez da lectura al petitorio.
Organizada por comerciantes autoconvocados de Belén de Escobar, la concentración tuvo un solo orador, el contador Ariel Martínez, de Garín, quien oportunamente aclaró que “esto no es en contra de nadie, es para sumar y fomentar la cultura del interés en participar”.
Martínez leyó el petitorio que circuló entre la concurrencia y que se elevará al intendente Sandro Guzmán, a quien los firmantes le manifiestan su “profunda preocupación por la creciente ola de inseguridad” y le piden “que escuche e intervenga ante este justo reclamo”.
Las medidas que se le solicitan a Guzmán son poner al tanto de esta realidad al Ejecutivo provincial y que el Municipio realice “acciones concretas de prevención”. Por ejemplo, optimizar las luminarias en la vía pública y limpiar los terrenos baldíos.
“Nuestra única convicción es trabajar en paz, y esto es lo que nos moviliza a recurrir a usted. No somos piqueteros que hacen conocer sus reclamos mediante los métodos tradicionales. No somos quienes salen a batir el parche o golpear cacerolas ante cualquier reclamo. Somos, todavía, ese sector de la sociedad que cree en las instituciones, en el sistema y en que el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”.
“Si usted no toma la representación política de todos nosotros, dejará ese espacio vacío para otros. Y lamentablemente seguiremos asistiendo a la farandulización de los temas de Estado, como vemos cotidianamente. No esperemos a lamentar otra vida para tomar acciones”, señala en algunos párrafos el petitorio, cuya lectura se aprobó con unánimes aplausos.
“Esto marca un sentimiento”
Hernán González llamó a mantener la unidad.
“Hay que mantener la unión y hacer los pedidos de esta forma, demostrando la fuerza de la ciudadanía, con calma y tranquilidad”, expresó al término de la jornada el presidente de la Cámara de Comercio, Hernán González.
“Escobar no es una isla, está en el contexto del país, pero uno tiene que abogar y luchar por lo suyo”, analizó. ”Que no estemos tan afectados por la inseguridad como otros lugares no es argumento para no hacer esto, que sirve para mover la aguja y marca una bisagra, por la convocatoria y la importante unión de la gente. Por eso creo que esto ha sido muy bueno. Hoy la ciudadanía sacó registro de conducir”, celebró el máximo directivo de CCISE, quien destacó la “seriedad” y “altura” del reclamo.
“Es una marcha preventiva”
El concejal Fedeli coincidió con el petitorio.
Pocas caras del mundo político se vieron entre la muchedumbre. Dos eran de funcionarios municipales: el director de la Policía de Tránsito, Juan Carlos Parlatto, visible y al frente del operativo para desviar la circulación vehicular, y -casi camuflado- el subsecretario de Hacienda, Sebastián Rey, edecán del Jefe de Gabinete. Pero también había varios rostros de la Acción Vecinal, entre ellos los concejales Alejandro Fedeli y Mónica Palazzo.
“Esta es una marcha preventiva, porque no hubo un caso duro como pasó en Pilar y Tigre. Yo no estoy como concejal, estoy como vecino, preocupado por la situación”, declaró Fedeli, quien calificó como algo “fuera de lo común” el nivel de participación ciudadana, que calculó en “unos mil o mil doscientos vecinos”. Y exhortó a “que estas convocatorias se hagan en cada una de las localidades del distrito, porque la inseguridad está en todos lados y la gente la sufre por igual”.
De idéntica manera que Hernán González, el legislador de AVE indicó que “hace falta más presencia policial en las calles”, a la vez que se mostró optimista en que el índice del delito pueda bajar a partir de la colocación de cámaras en la vía pública. “Creo que las cámaras van a ayudar, porque a los delincuentes no les va a convenir venir a robar acá”, apostó.
En cuanto al petitorio, destacó que “está muy bien hecho, con mucho respeto y sabiendo cuáles son los límites que tiene el Intendente para manejarse. Por eso lo firmé”, concluyó.
“Es un reclamo justo”
El Jefe Distrital no discutió el reclamo.
Presente a una prudente distancia de los manifestantes, el Jefe Distrital de la Bonarense consideró que se está ante “un reclamo justo”, aunque señaló que estadísticamente el delito está bajo cierto control.
“La inseguridad existe, hay meses que sube y otros que baja, pero en general la estadística se mantiene. Estamos trabajando con lo que tenemos. Por eso la gente no reclama hacia la Policía sino hacia la inseguridad”, opinó el comisario inspector Marcelo Guerra.
El funcionario policial, además, señaló que “el reclamo surgió por el robo a tres comercios que hubo en el centro de Escobar en los últimos cuatro meses, dos de ellos a local cerrado y en uno de los cuales no funcionó el sistema de alarmas”, precisó -como atajándose- Guerra, quien mencionó a la falta de recurso humano como el principal déficit de la Policía.
Según su estimación, del acto y la marcha alrededor de la plaza San Martín participaron “entre 400 y 500 personas”.
Por Ciro D. Yacuzzi
