El clima de fiesta por la celebración del 131º aniversario de Garín y el Día de la Bandera se vio parcialmente eclipsado por la conmoción que generó el atroz asesinato de Micaela Estefanía Medina, la joven de 25 años que apareció calcinada días atrás en un callejón de esa localidad.
Aprovechando la convocatoria al acto de esta mañana, familiares y amigos de la víctima se acercaron al boulevard Presidente Perón con pancartas reclamando justicia. Lograron acomodarse delante del palco de autoridades y que el intendente Ariel Sujarchuk se arrimara a conversar con ellos.
Durante el acto protocolar que se realizó después de la promesa de fidelidad a la bandera, el jefe comunal invitó a la hermana de la joven, Ludmila Medina, a acompañarlo en el primer pasaje de su alocución, que dedicó a reflexionar sobre el caso.
Sujarchuk reconoció el marco de “profunda consternación” que se vive en Garín por el “cruel” y “macabro” homicidio, por el que todavía no hay detenidos. “No voy a cesar un minuto hasta que se haga justicia por Micaela y por todas las mujeres que sufren violencia de género en el partido de Escobar”, aseguró.
“Estamos anonadados por lo macabro y siniestro de este asesinato”, señaló en otro tramo de su discurso, al tiempo que remarcó que “quienes cometieron este macabro crimen quisieron que nunca se pueda identificar a quién pertenecía ese cuerpo, pero fracasaron”.
A su vez, reconoció la tarea de la fiscal Mabel Amoretti, que lleva adelante la investigación. “Está dando los pasos correspondientes”, sostuvo. También destacó el trabajo del equipo forense, que logró identificar el cuerpo calcinado de la joven a través de dos huellas dactiloscópicas extraídas en la autopsia.
Aunque se mantuvo cauteloso del secreto de sumario con el que se sustancia el expediente judicial, Sujarchuk no ocultó su optimismo en el esclarecimiento del hecho y confió en que en los próximos días “habrá señales”.
Después de estas palabras, y tras haber pedido un minuto de silencio por todas las mujeres víctimas de violencia, el intendente finalizó el primer tramo de su discurso con un abrazo a Ludmila, a quien se la vio profundamente emocionada.
Horror y misterio
El hallazgo del cuerpo de Micaela Medina ocurrió el pasado lunes 10 a la mañana en un descampado de la calle Islas Malvinas, entre Mendoza y Tucumán, a tres cuadras de la autopista Panamericana, en el barrio Villa Angélica.
“Una persona que estaba juntando cosas para vender encontró el cuerpo de la mujer, ya calcinado”, indicaron fuentes policiales a El Día de Escobar. Sin salir de su asombro por el atroz descubrimiento, el hombre reportó la novedad a un móvil policial que pasaba por la esquina de Islas Malvinas y Mendoza.
En ese momento, un vocero policial aseguró que todos los indicios coincidían en que la víctima había sido quemada en el lugar, a pesar de que ningún vecino reportó un incendio a los bomberos. “No es raro, ya que usualmente ahí se juntan indigentes que prenden fuego para protegerse del frío”, explicó el portavoz.
La identidad del cuerpo recién se conoció el sábado -cinco días después del hallazgo- y coincidió con la joven cuya desaparición había sido reportada el miércoles por su familia en la comisaría Escobar 3ra.
El reclamo de justicia por el aberrante crimen llegará este lunes a la parroquia Santa Teresa de Garín, donde a las 19 se celebrará una misa en su memoria.