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El ferrocarril tuvo un rol clave en el desarrollo y consolidación del modelo económico de Argentina entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Su importancia ha sido tal que también en torno a él hay una pasión muy especial, como la que puede verse en el Museo del Tren de Escobar.
ADN Escobarense realizó un recorrido por sus instalaciones y entrevistó a algunos miembros del Ferroamigos Club de Escobar, fundado en noviembre de 1995 por un grupo de amantes del mundo de los trenes. Uno de los mentores fue Eugenio Carballo, ex presidente y actual secretario de la entidad.
“Un grupo de entusiastas amantes del tren, aficionados y ferromodelistas tuvieron la idea de crear una asociación. Con el tiempo se consiguió la cesión de este galpón donde se encuentra hoy: el antiguo galpón de cargas de la estación de Escobar”, cuenta su vicepresidente, Gustavo Ohrbach.
Al empezar tuvieron mucho trabajo para restaurar aquel lugar, que estuvo incendiado y había sido vandalizado en varias ocasiones.
Actualmente, el lugar cuenta con objetos originales y piezas que cuentan la historia del ferrocarril, las cuales fueron incorporando mediante donaciones de empresas de ferrocarriles y a través de convenios con el Museo Ferroviario.
Entre ellos se puede encontrar objetos de la estación como una balanza, teléfonos, boletos de cartón, relojes, campanas, faroles, asientos y una gran cantidad de herramientas de la época.
Además, hay un velocípedo de 1908, una especie de zorra de madera utilizada para trasladar faroles, el cual es el vehículo más antiguo de Escobar.
Una de las atracciones principales es la locomotora 907 del Ferrocarril Central Argentino, una máquina inglesa modelo 1912 Robert Stephenson que circuló por el ramal Mitre y antiguamente hacía el recorrido hasta Dique Luján.
Lo más llamativo del lugar, sin dudas, es una maqueta de 9 metros de largo por casi 4 de ancho que posee un tendido de vías en miniatura que atraviesa toda “la región” y funciona con señales, semáforos y cambios de vía, recorriendo pequeños pueblos, cruzando túneles dentro de montañas, pasando por estaciones, galpones de carga, una zona fabril, un puerto y hasta un cementerio. Todo construido por los socios de manera artesanal.
Además, cuenta con trenes que son réplicas exactas de los de verdad y con diferentes modelos, tanto modernos como antiguos. Algunos fueron construidos por los ferromodelistas que integran club, mientras que otros son piezas de colección que se comercializan. El museo abre sus puertas todos los sábados a las 15 y la entrada es un bono contribución por una suma simbólica.
“Esto es una pasión, es algo que uno lo lleva adentro y que también lo quiere compartir”, afirma Héctor Pérez, otro de los entrevistados en este nuevo capítulo -el cuarto de la temporada 2023- de ADN Escobarense, de 18 minutos de duración y titulado “Pasión sobre rieles”.
ADN Escobarense es una producción periodística de Pablo Vega y Florencia Castro. Los episodios de sus tres temporadas están disponibles en el canal de YouTube de El Día de Escobar.
