El parque industrial de Loma Verde y la estrategia de rifar a la reina

Una mirada sobre la venta de 80 hectáreas fiscales a Hormetal y los riesgos de dejar el desarrollo del emprendimiento en manos de un privado. Por Arq. Víctor Berisso.

El 23 de octubre el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el expediente 14527/13, que determina la venta de la fracción 260 de la sección XI de Loma Verde a la empresa Hormetal S.A. Esta, junto con otras fracciones privadas, está reservada para la localización de lo que la ordenanza 4812/10 establece como Polo Industrial, Científico y Tecnológico. La empresa privada se encargaría de la ejecución y explotación de dicho proyecto.

Según cuentan los cronistas, hubo “sorpresa” entre la bancada opositora ante la propuesta, por parte del oficialismo, de tratar sobre tablas el expediente. Dicha duda duró solo media hora, luego de lo cual todos los concejales decidieron votar en mayoría.

Quien no termina de salir de su sorpresa es quien escribe, ya que le resulta incomprensible que el Municipio, bajo determinación del Intendente, decida deshacerse de una parcela fiscal de 80has de condiciones únicas. En 2010, con la aprobación del incompleto Plan Estratégico de Escobar, se podían rescatar un par de decisiones alentadoras, como la propuesta de un Polo Industrial, Científico y Tecnológico en Loma Verde, conjuntamente con la designación de zona industrial a una importante área que incluía la parcela fiscal vendida.

Estas decisiones en políticas de organización territorial son siempre alentadoras, ya que establecen un aumento de valor sobre una parcela fiscal, parcela de toda la comunidad, hasta ese momento considerada área complementaria. No solo se está hablando de un aumento de valor inmobiliario, sino que genera disponibilidad de suelo apto para iniciativas locales.

Resultaba una puerta para que el Municipio, de una vez por todas, ocupe el lugar de desarrollador, incursionando en una experiencia que combinaba lo productivo con lo tecnológico. En 2009, muchos funcionarios mencionaban y nos ilusionaban con un futuro Silicon Valley en Loma Verde. Esta ilusión duró poco. A mi entender el Municipio acaba de cometer un grave error, ¿qué necesidad había de vender esa fracción fiscal luego de haberle otorgado valor? En palabras llanas, rifó la reina.

En una realidad compleja donde los municipios están abocados seriamente a adquirir suelo con proyectos de Bancos de Tierras, hoy poseer tierra fiscal vacante es fundamental y estratégico. No hace falta alejarse mucho de nuestro entorno para ver los resultados de una política de planificación, donde el sector público mantiene la titularidad de la tierra, genera ámbitos de participación para desarrolladores inmobiliarios y participa de la plusvalía que genera su política de planificación.

Un caso concreto es Rosario, con su nuevo proyecto de costanera sobre el Paraná, que sigue avanzando y dinamizando la ciudad, por mencionar uno de ellos.

Sería importante acceder al contenido de expediente 14.527/13, hoy en el despacho del Sr. Intendente, a la espera de su firma. Ya que resulta clave conocer cómo se llegó a establecer el precio de venta de esa fracción, a mi entender sin valor inmobiliario, y los compromisos adquiridos por la empresa adjudicataria Hormetal S.A. referente al mantenimiento del proyecto de un Polo Industrial, Científico y Tecnológico.

Dejar en manos de un privado el destino del proyecto original es correr el riesgo de encontrarnos dentro de unos años con un Polo Logístico Zonal, negocio no despreciable dada la vinculación y accesibilidad de esta parcela con la ruta del Mercosur y el ferrocarril Mitre. Ya padecimos en los noventa este tipo de políticas: el privado busca naturalmente su beneficio. Perderíamos la oportunidad de poner en marcha un proyecto que contemple los intereses locales y es obligación del Municipio bregar por ellos.

Guardo todavía una esperanza, que los señores legisladores asuman el deber que le otorgamos los vecinos de Escobar y formulen propuestas superadoras que nos acerquen nuevamente a un proyecto tan importante e inclusivo como el de poder contar en nuestro municipio con un Polo Industrial, Científico y Tecnológico. Defender estos proyectos no implica alejar fuentes de trabajo, al contario, los multiplica, genera mano de obra especializada y, fundamentalmente, conocimiento y desarrollo local.

Por Arquitecto Víctor Berisso
Vecino de Escobar

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