Garín está de duelo: falleció Julio “Chiflo” Díaz, un vecino emblemático

Era dueño del legendario bar “El Ideal”, fundado en 1934 por su padre y su tío. Tenía 71 años y padecía una neumonía bilateral.

Julio “Chiflo” Díaz, entre las mesas de pool de su bar

En toda comunidad hay vecinos que logran destacarse y hacerse querer más que otros; que con el tiempo se convierten en referentes, íconos de una época, incluso sin necesidad de dedicarse a alguna actividad sobresaliente o de alta exposición pública. Julio Díaz, alias “Chiflo”, era uno de ellos. Por eso, su muerte enluta por estas horas a la localidad de Garín.

Julio César Armando Díaz era propietario del bar más legendario de Garín: “El Ideal”, fundado el 15 de diciembre de 1934 y al que todos conocían como “el Bar de Chiflo” o simplemente “Lo de Chiflo”.

Ubicado sobre el boulevard Presidente Perón, casi esquina Churich, el comercio se convirtió en uno de los lugares más tradicionales de la localidad. Lo abrieron los hermanos Valerio y Modesto Díaz, alias “Chiflo” y “Belanga”.

Ambos trabajaban como repartidores de la vieja panadería Centenario cuando comenzaron a darle forma al proyecto, seguramente sin imaginar lo lejos que llegaría aquella aventura.

Le alquilaron a don Pedro Nieto un inmueble ubicado del lado este del actual boulevard Perón, entonces boulevard Henry Ford. Y a una mujer que tenía una barra frente a la estación le compraron un billar, botellas y estanterías. Así comenzaba la vida del mítico bar, nacido cuarenta años después de la fundación de Garín.

En su historia abundan datos pintorescos. Por ejemplo, tuvo el segundo televisor blanco y negro del pueblo, en los años ‘50. El primero era de una familia, que le daba uso particular, pero el de “Chiflo” se compartía de manera popular con los clientes, principalmente para las transmisiones deportivas de la época.

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Además, en la década del ‘60 la cancha de bochas del bar dio origen a una de las entidades de Garín: el Club Sacachispas Ideal. El lugar era el punto de encuentro del grupo fundador, antes de la adquisición de los terrenos en donde funciona actualmente.

Después de un tiempo, “Belanga” partió hacia Capital Federal para atender otros asuntos y Valerio quedó a cargo. Pero en 1977, a los 67 años, falleció. A partir de ahí, su hijo Julio, con 25 años y junto a su mujer, Rosa, continuaron con el legado. Al poco tiempo llegarían a las vidas del matrimonio sus tres hijos.

Valerio “Chiflo” Díaz y clientes del bar, en los años 70
Antaño. Valerio “Chiflo” Díaz y clientes del bar, con un trofeo de bochas en el centro de la mesa.

El legado de “Chiflo”

El paso del tiempo convirtió al bar en un lugar de referencia, emblemático, casi un segundo hogar para los parroquianos. Sus mesas de pool y de villar eran parte del entretenimiento y del sonido ambiente, junto al de sus televisores. Pero si algo hizo que perdurara durante tantos años fue la calidez y amabilidad que caracterizaban a “Chiflo”.

La historia de Garín y del bar siempre estaban presentes en las paredes de este comercio, a través de fotografías que documentaban sus primeras épocas y grandes acontecimientos.

“Antes había dos taxistas en la estación. Estaba la delegación municipal, la sociedad de fomento, la salita y la comisaria. Después veíamos todo campo, ni cementerio teníamos”, recordada “Chiflo” con cierta nostalgia en una entrevista que la revista DIA 32 publicó varios años atrás.

En 2004, con motivo de su 70º aniversario, el bar fue declarado de interés cultural por el Concejo Deliberante de Escobar. Y diez años después festejó sus 80 con un evento sobre el boulevard, que incluyó a una orquesta de tango y una gran concurrencia de vecinos.

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“Mi vida está puesta acá adentro”, aseguraba Julio Díaz detrás de la barra, desde la que fue testigo privilegiado de la historia y el progreso de su querido Garín.

"Chiflo" Díaz detrás del mostrador
Detrás del mostrador. Desde los 25 años Julio Díaz se hizo cargo del bar fundado por su padre y su tío.

Un triste adiós

El fallecimiento de este apreciado vecino se desencadenó el martes a causa de una neumonía bilateral por la que había estado internado en el sanatorio San Lucas. Su estado era delicado y en los últimos meses se habían realizado cadenas de oración en las redes sociales para su pronta recuperación. Tenía 71 años.

Sus restos serán velados entre las 13 y las 21 en la cochería de la calle Libertad al 200. Con un gran gesto de solidaridad, Julio Díaz le manifestó a su familia que en su funeral no quería flores sino alimentos no perecederos para entregar a quienes lo necesiten.

En las redes sociales, particularmente en Facebook, cientos de vecinos expresaron su dolor y tristeza. Muchos, además, recordaron anécdotas y describieron con cálidas palabras al entrañable comerciante.

Garín no será lo mismo sin “Chiflo”. Pero el legado que mantuvo con dedicación y afecto a lo largo de casi medio siglo ya es parte de la historia del pueblo al que tanto quiso y que hoy llora su partida.

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