El equipo de la colectividad aplastó 3-0 a Los Andes y se quedó con el título del Torneo Clausura sin perder ningún partido. Ahora jugará una semifinal por el único ascenso.
Ante un estadio repleto y vestido de gala para la ocasión, Deportivo Armenio no desentonó y se consagró campeón del Torneo Clausura de la Primera B. El tricolor derrotó por 3 a 0 a Los Andes este domingo en Ingeniero Maschwitz para coronar con una vuelta olímpica un semestre inolvidable.
Como a lo largo de casi todo el certamen, la escuadra dirigida por Mario Gómez no titubeó y ganó con claridad en la calurosa tarde del barrio San Miguel. Franco Almanza por duplicado y Matías Llinás anotaron los goles de la victoria.
Cuando el reloj marcaba apenas 20 minutos de juego, Almanza encontró en el área chica una pelota que nadie pudo capturar tras el desborde y el centro rasante de Matías Olmedo. El volante definió con el arco a su merced para abrir el marcador y hacer delirar a los hinchas que abarrotaron las tribunas del estadio Armenia.
Mientras el tricolor manejaba el encuentro a gusto y placer, llegó la segunda alegría del día: a los 42 minutos, Olmedo lanzó un centro preciso desde la izquierda y Llinás conectó con la cabeza para poner el 2 a 0.
Por cómo venía el trámite, el segundo tiempo era prácticamente una formalidad, pero Armenio no sacó el pie del acelerador. A los 5 minutos, Almanza controló la pelota afuera del área y sacó un remate cruzado que, con la complicidad del arquero rival, se metió al lado del palo derecho y puso cifras definitivas en el partido.
El escolta Colegiales le estaba ganando a Merlo por 1 a 0, pero eso ya no tenía importancia. Armenio hizo lo que tenía que hacer, se lució una vez más ante su gente y lo coronó con el título del Clausura Hubo fiesta tricolor tanto en las tribunas como en el campo de juego.
El plantel comandado por Mario Gómez finalizó el certamen invicto y sumó 36 puntos, producto de 10 triunfos y 6 empates a lo largo del semestre. El equipo de Maschwitz marcó 18 goles y apenas recibió 3, un número prácticamente insólito.
Gran parte de esas cifras se explican en dos factores fundamentales: el aporte goleador de Pio Bonacci y Lautaro Nakache, con 8 y 7 conquistas respectivamente; y la fortaleza defensiva del tricolor cimentada bajo la figura del arquero Lautaro Petruchi, que lleva 915 minutos -poco más de diez partidos- con la valla invicta.
De esta forma, el conjunto de Maschwitz salió campeón después de una espera de 24 interminables años, con un doloroso descenso a Primera C en 2016 y un regreso triunfal a la tercera categoría del fútbol argentino en 2019. Su última vuelta olímpica había sido en el Clausura de la temporada 1997/98, cuando se coronó con su entonces presidente Noray Nakis como DT y un equipo que salía de memoria.
En aquel entonces, el tricolor perdió la final por el primer ascenso frente a El Porvenir, que había sido campeón del Apertura. Después cayó ante Argentino de Rosario en la semifinal del Reducido y sus ilusiones de ascender terminaron naufragando.
Ahora Deportivo Armenio tendrá la oportunidad de reescribir la historia y buscar el regreso a la Primera Nacional a través del único boleto disponible para la divisional. Tendrá dos semanas de descanso para recuperar jugadores lesionados y esperará a su futuro rival desde las semifinales del Reducido. Está a solo cuatro partidos de que la fiesta en el barrio San Miguel sea completa.
La palabra de un referente
Con la ausencia del capitán Cesar Leguizamón Arce por lesión, en los últimos partidos quien portó la cinta fue el mediocampista Nahuel Sica, que celebró el triunfo y elogió al plantel dirigido por Mario Gómez.
“Tenemos un equipo de monstruos”, declaró a TyC Sports el volante, que actualmente está cumpliendo su tercer ciclo en el club.
“Fuimos muy criticados sobre el final, pero dimos una muestra de actitud bárbara y acá demostramos porque somos campeones. Somos justísimos ganadores del campeonato”, remarcó.
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