El Parmegiano inauguró su tienda en el nuevo centro comercial Kilómetro 54

La cadena escobarense de venta de fiambres, quesos, vinos y otras delicatessen festejó a lo grande en Loma Verde la apertura de su décima sucursal.

local de El Parmegiano en Loma Verde

El flamante centro comercial Kilómetro 54, ubicado en Loma Verde, se visitó de fiesta el sábado para celebrar la apertura de la décima sucursal de El Parmegiano, la prestigiosa cadena escobarense dedicada a la venta de fiambres, quesos, vinos y otras delicatessen.

Cientos de invitados y vecinos dieron marco a un lanzamiento a la altura de su protagonista, que los agasajó con exquisiteces a granel, degustación de vinos, bebidas de primeras marcas y música en vivo, entre otras atracciones de una jornada que movilizó a la localidad.

Pero la historia de El Parmegiano comienza mucho antes de la inauguración de este local en Loma Verde, que abrió sus puertas semanas atrás y es un hito que demuestra la expansión de una empresa profundamente arraigada en la comunidad de Escobar.

Pascual Lavorato (56), fundador de la compañía, dedicó su vida al rubro de los alimentos, iniciándose en el pequeño almacén familiar que su madre, Rita, montó en el garaje de su casa. Aquella temprana experiencia, sumada a su paso por la fábrica de muzzarella de su padrino en Buenos Aires, le proporcionaron las herramientas para emprender un camino propio.

el público colmó el espacio reservado para la fiesta de apertura de El Parmesano
Convocatoria. Cientos de invitados celebraron la llegada de El Parmegiano a Loma Verde.

Con la compra de un Citroën 2CV furgón, Pascual inició un pequeño reparto de muzzarellas, que con el tiempo amplió a otros productos, atendiendo principalmente a almacenes y autoservicios. Este modesto emprendimiento se convirtió en una distribuidora que proveyó a comercios de todo tipo, lo que le permitió conocer de cerca el funcionamiento de los locales minoristas y tejer una red de relaciones que serían clave en su futuro.

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En 1999, Pascual decidió dar un nuevo paso y, junto a un socio, compró una fiambrería en Villa Urquiza a la que llamaron El Parmegiano. Con el éxito de este primer local, se animaron a convertir un autoservicio que ya tenían en la estación de Munro en una carnicería y fiambrería que, desde el primer día, atrajo a multitudes, consolidando la reputación del negocio.

Reformulación y despegue

A lo largo de los años, El Parmegiano enfrentó múltiples desafíos -desde saqueos hasta incendios-, pero siempre supo sobreponerse. Finalmente, en 2014, Pascual decidió disolver la sociedad y centrarse en un nuevo sueño: formar una empresa familiar con sede en Ingeniero Maschwitz. Fue entonces cuando su hijo Enzo (28) se incorporó al negocio, aportando nuevas ideas y expandiendo el reparto mayorista de quesos y fiambres, siguiendo los pasos de su padre.

El crecimiento de la distribuidora fue exponencial. Gracias a la representación exclusiva de marcas como La Paulina, Enzo Lavorato logró posicionar a El Parmegiano por encima de la competencia.

Este éxito permitió que la marca se expandiera bajo un modelo de franquicias, sumando ocho locales. Hoy la marca está presente en Campana, Pilar, Benavídez, Tortugas, Martínez, Punta Chica, Ituzaingó y Devoto. Además, proyecta abrir otras tres tiendas en 2025.

En 2020, la sucursal de Ingeniero Maschwitz fue renovada, y este mismo espíritu de innovación llevó a la apertura del nuevo local en Loma Verde. El pasado 16 de agosto, tras ocho meses de obra, se inauguró este amplio establecimiento de 500 metros cuadrados, ubicada sobre la Colectora Este, en el kilómetro 54 de la autopista Panamericana, junto a la emblemática estación de servicio Shell.

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El nuevo espacio no solo mantiene la calidad y atención personalizada que caracterizan a El Parmegiano, sino que también incorpora nuevos rubros bajo la submarca Mercado Abasto, con frutas, verduras y carnes frescas.

La elección de Loma Verde responde a la demanda de los clientes escobarenses de tener un local más cercano a sus casas, fortaleciendo el sentido de comunidad que siempre fue clave para el éxito de la empresa.

“En base a que somos una empresa escobarense, que tuvo mucha aceptación por clientes de todas las localidades, hasta llegando a crearse una comunidad, la cual demandaba tener locales más cerca de sus hogares, y luego de conocer el complejo comercial que estaban armando los hermanos Mándola, decidimos generar una alianza sinérgica instalándonos al lado de la Shell”, explicó Enzo Lavorato a El Día de Escobar.

La impresionante convocatoria del sábado, y la cantidad de gente que ya se hizo clienta de esta nueva tienda, demuestran que la decisión fue un gran acierto.

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