Sujarchuk descartó dar marcha atrás con la alcaidía: “Voy a sostener la decisión”

Además, acusó a dos agentes inmobiliarios de “fogonear” la protesta de los vecinos desde las sombras. “Esto se trató a principios de año, se aprobó por unanimidad en el Concejo Deliberante y aparece a cuatro días de las elecciones”, expresó, molesto.

Decisión tomada. El intendente aseguró que el predio elegido es el más apropiado que tiene el Municipio.

Además, acusó a dos agentes inmobiliarios de “fogonear” la protesta de los vecinos. “Esto se trató a principios de año, se aprobó por unanimidad en el Concejo Deliberante y aparece a cuatro días de las elecciones”, expresó, con bronca.

El intendente Ariel Sujarchuk descartó de plano la posibilidad de relocalizar la alcaidía que se construirá al lado del cementerio municipal de Belén de Escobar, a pesar del malestar que el proyecto generó en los vecinos. “Voy a sostener la decisión”, aseguró, al tiempo que acusó a dos agentes inmobiliarios de “fogonear” desde las sombras.

En el marco de las entrevistas que viene dando desde la semana pasada con distintos medios, el intendente Ariel Sujarchuk recibió este martes en su despacho a El Día de Escobar para hablar con agenda abierta sobre la actualidad local y nacional. Uno de los temas que inevitablemente surgió fue la controversia por la alcaidía que prevé construir al fondo de la calle Gelves, en el barrio Donatelli. La obra ya está en proceso de licitación (ver nota acá).

“Sin ningún marco de demagogia ni hipocresía, digo que voy a sostener la decisión, sin dejar de escuchar el reclamo de los vecinos y atender a todos”, afirmó, tajante, cuando se le preguntó si estaría dispuesto a reconsiderar la ubicación del edificio penitenciario. Además, sugirió que la manifestación del lunes frente al Palacio Municipal (ver nota acá) tuvo una intencionalidad política.

“Esto se trató a principios de año, después firmé el convenio, después se aprobó por unanimidad en el Concejo Deliberante y recién aparece ahora, a cuatro días de las elecciones”, señaló, visiblemente molesto por la escalada del conflicto en un momento delicado.

Al mismo tiempo, Sujarchuk apuntó enardecido contra dos agentes inmobiliarios a quienes acusó de “fogonear” el malestar de los vecinos: “Están procurando cuidar sus loteos personales y no el interés colectivo”, arremetió, sin dar nombres. Cuando se le preguntó por ellos, tampoco los dijo. Solo mencionó que uno es de Escobar y «se rasga las vestiduras diciendo que le preocupa la seguridad, menos cuando le tocan el bolsillo».

Sobre el lugar elegido para este proyecto, explicó: “La tierra fiscal pendiente que tenemos no es tanta, esencialmente los metros cuadrados. Por lo tanto, sobre la cantidad posible nosotros delegamos las opciones a la Provincia y ellos, entre todas las posibilidades, eligieron este terreno”.

“Si alguien me dice que ponga la alcaidía al lado de un barrio cerrado, que me diga dónde hay una tierra fiscal al lado de un barrio cerrado y lo evalúo”, agregó, casi irónicamente y sin dejar de ocultar su fastidio.

El jefe comunal defendió la construcción del edificio penitenciario en Escobar y sostuvo que “no es una cárcel”. Al respecto, aclaró que una alcaidía es “un lugar de detención transitoria, donde los detenidos se alojan hasta que la Justicia dispone su libertad, su procesamiento o su condena, lo que corresponda según el caso”.

Enérgico. El intendente acusó a dos agentes inmobiliarios por la protesta de los vecinos (Foto: Jeka Ott).

“Este proyecto tiene dos ventajas: el personal policial que hoy está abocado al cuidado de los detenidos queda liberado para hacer tareas de prevención en la calle; por otra parte, dado que todas las alcaidías cuentan con un sistema de seguridad perimetral, los vecinos de la zona van a contar con mayor prevención de la que cuentan hoy”, aseguró.

Sujarchuk remarcó que los calabozos de las dependencias policiales están superpoblados y que esto, además de generar hacinamiento, produce situaciones de inseguridad como la fuga de siete internos de la comisaría de Garín, hace unos meses.

“Al estar sobrepobladas, terminan alojando detenidos transitorios en los lugares que se llaman fuelles intermedios. Hace no mucho tuvimos una fuga de detenidos en Garín, que está en el centro de la ciudad. Entonces, los temas hay que tratarlos sin hipocresía”, enfatizó.

En esa línea, sostuvo que “teniendo las alcaidías de manera permanente habrá un marco de mayor seguridad. Y si me traen un solo caso de la provincia en el que donde hubo una alcaidía aumentó la inseguridad, yo prometo rever esta situación”.

“En los últimos 15 años casi se duplicó la población de Escobar. ¿No cierra que también hay que aumentar la cantidad de lugares de detención de gente? Yo no me banco el doble discurso. No puede ser que el mismo sector que me pide que hay que meter a todos presos, después no me diga dónde hay que ponerlos”, arremetió.

“Lo mejor que puede tener un intendente es hablarle con la verdad a su pueblo y tomar decisiones, aunque sean polémicas, escuchar y resolver si las continúa o las modifica. Esta tuvo un consenso absoluto: en el Concejo Deliberante tenemos al oficialismo unido y a la oposición unida, pero sin embargo todos votamos lo mismo”, remarcó en otro tramo de la entrevista.

No obstante, el titular del Ejecutivo reconoció: “Si viviera ahí, probablemente no me gustaría tener a la alcaidía cerca”. Tras cartón, invitó a que quienes se oponen busquen una alternativa más conveniente. “Como el Banco de Tierras es público, invito a que encuentren una locación mejor y yo la pongo a disposición”, deslizó.

“Yo me banco la discusión, me banco las diferencias y acepto que no nos pongamos de acuerdo. Pero la gente tiene que saber el trasfondo entero de lo que pasa y que alguien me explique qué hacemos con los detenidos”, concluyó el intendente, enfurecido con el inesperado conflicto que apareció en la cuenta regresiva para las elecciones.

Por Alejo Porjolovsky

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