Disertó en Escobar la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas

A una semana del 38º aniversario del golpe militar, la reconocida integrante de la Línea Fundadora tuvo a su cargo el cierre de la Jornada “Memoria, Verdad y Justicia”.

Un numeroso auditorio siguió atentamente las palabras de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo.

A una semana del 38º aniversario del último golpe militar que marcó a sangre y fuego la historia de nuestro país, la cofundadora de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Nora Morales de Cortiñas (83), se encargó de cerrar este martes a la noche la 1ª Jornada Regional “Memoria, Verdad y Justicia: Rupturas y Continuidades de un Estado Represor”, realizada en la Casa de la Cultura de Escobar.

El evento, organizado por la Universidad Popular de Escobar y desarrollado entre el lunes 17 y martes 18, contó con la participación de importantes oradores y actividades, pero sin dudas la visita de Nora Cortiñas se llevó toda la atención. En sus primeras palabras, la incansable militante y defensora de los derechos humanos aludió al ícono político de Escobar, Luis Patti, hoy preso en la cárcel de Ezeiza por crímenes de lesa humanidad: “Nosotros hemos venido acá a muchas marchas a repudiar a este asesino y logramos, justamente, que no ocupara la banca de diputados”, recordó.

Una gran cantidad de personas colmó la planta baja de Tapia de Cruz 1280 y siguió atentamente la disertación, en la que prevalecieron las temáticas vinculadas a la ardua labor de las Madres de Plaza de Mayo -ella integra la Línea Fundadora-, las atrocidades, consecuencias, y continuidades de la última dictadura cívico-militar.

“Lo que hicimos en su momento no fue por valentía, fue visceral. No estuvo pensado políticamente, pero sí que todo lo que hicimos fue y es político”, contó en cuanto a las primeras rondas en Plaza de Mayo, en 1977, que más tarde les otorgarían el reconocimiento mundial.

“Fuimos aprendiendo, levantando de a poco las banderas de lucha de nuestros hijos e hijas, y pidiendo, que es lo primordial, a través de la memoria, la verdad y la justicia, queriendo saber que pasó con ellos. ¿Cuándo los jueces van a abrir sus gavetas para decirle al pueblo a quienes dieron en la falsa adopción esos bebés apropiados? Por eso seguimos”, reflexionó Cortiñas.

“Cuando me dicen “pero las madres hablan de la deuda externa”, yo les digo que en parte mi hijo -Carlos Gustavo Cortiñas, desaparecido en 1977- y los 30.000 desaparecidos son víctimas de esa situación. La deuda externa, que se contrajo durante la dictadura cívico-militar-ecuménica-religiosa, fue porque se pidió plata al FMI para armar los campos de concentración, para pagarles y alimentar a los genocidas y para mantener esa estructura, comprando además las armas con las que torturaron a nuestros hijos”, argumentó Cortiñas, que como profesora universitaria ha realizado valiosos análisis y estudios acerca de la relación entre la dictadura militar, la deuda externa corrupta y la crisis económica en Argentina.

Luego de fustigar la política económica-financiera del gobierno militar, la distinguida madre de plaza de mayo, quien cuenta en su haber con varios doctorados Honoris Causa, cargó contra los represores por las horripilantes metodologías de homicidio empleadas durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, aunque aclaró: “No queremos venganza, queremos que se mueran en una cárcel común como se murió Videla, solos y sin ser torturados”.

En otro pasaje de su conferencia, Nora Cortiñas no escatimó críticas hacia el gobierno nacional: “La plata que usan para pagar la ilegítima deuda externa la tienen que usar para otra cosa, como urbanizar las villas”, señaló, entre otras cosas. Y apuntó con todo contra la designación de César Milani como Jefe de Estado Mayor del Ejército Argentino: “Lo más grave es que el mismo gobierno que le hizo bajar a un genocida el cuadro de otro genocida, en un camino que se abría para llegar después a los logros de los juicios, tiempo después entronice en el mayor cargo para dirigir las Fuerzas Armadas a un personaje involucrado con el terrorismo de Estado”, sentenció, a la vez que dijo sentirse “humillada y ofendida”.

En el tramo final de su alocución -duró aproximadamente 45’-, aseguró que “el mayor logro son los juicios a los genocidas, que son únicos en toda América Latina”, y poniendo como ejemplo al museo de Auschwitz -campo de extermino nazi en Polonia- dijo: “Debemos tener lugares del dolor, no tenemos que perder la memoria”, e hizo referencia a la banalización que podría estar sufriendo la ex ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada).

“Queremos toda la verdad, toda la justicia y no queremos reconciliación con los asesinos y sus cómplices. Ustedes sígannos en este camino y sabrán que yo no voy a negociar esa memoria y esta historia, y voy a tener presente que mi hijo quería lo mejor para su patria y su pueblo, como todos los que ya no están y ustedes, por eso estamos acá”, concluyó la señera Madre de Plaza de Mayo ante el ferviente aplauso cerrado del público presente.

Los organizadores agradecieron la concurrencia de Nora Cortiñas a la jornada y la distinguieron con diplomas.

Dos días con mucha actividad

La 1ª Jornada Regional “Memoria, Verdad y Justicia: Rupturas y Continuidades de un Estado Represor” estuvo organizada por la Universidad Popular de Escobar y se desarrolló el lunes 17, en el teatro Seminari, y el martes 18, en la Casa de la Cultura, con la idea de realizar “un recorrido historiográfico de las fórmulas represivas del Estado en la historia reciente”.

La apertura estuvo a cargo del rector de la Universidad, el licenciado Sacha Kun Sabó, y a partir de allí se dieron una serie de conferencias y actividades. Entre otras, se homenajeó a la difunta escritora y militante de los DDHH de Escobar Blanca Buda, y el presidente de la Fundación Construyendo Conciencia, Rubén López dio una charla sobre el estado de situación de la causa de su padre, el desaparecido en democracia Julio López. Sobre él, además, el grupo El Picaporte brindó una obra teatral.

En el segundo día, la profesora Claudia Camacho y alumnos del profesorado de Historia del Instituto Altos Estudios del Pilar y Punta Querandí llevaron a cabo la disertación “Estudio de caso: Ana María Martínez, última secuestrada durante la dictadura militar (1976-1983)”.

Asimismo, la mencionada casa de estudios, que funciona en Ingeniero Maschwitz, aprovechó la jornada para cambiar su nombre a “Osvaldo Bayer”, en homenaje al célebre historiador, escritor y periodista argentino, que si bien no pudo asistir, tal como estaba previsto, debido a un accidente doméstico, igualmente estuvo presente mediante la proyección de una entrevista grabada pocas horas antes del evento.

Por Damián Fernández

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