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Efectivos de seguridad, autoridades de mesa y votantes adoptaron precauciones para evitar el contagio del virus. Pasados los comicios se conocería la verdadera dimensión de la epidemia en el país.
Los barbijos, en boca de todos.
La precaución y el temor de la gente por el virus AH1N1 se convirtieron en un protagonista sobresaliente de las elecciones legislativas de este domingo 28. Desde los uniformados encargados de la seguridad en los centros de votación, hasta las autoridades de mesa y electores en general, los barbijos estuvieron en boca de todos.
Si bien este hecho solo pareciera tener un valor anecdótico, lo cierto es que hay una preocupación cada vez mayor en la población. A esto se suman versiones sobre un presunto ocultamiento de las estadísticas reales por parte de las autoridades sanitarias, que supuestamente esta semana empezarían a “blanquear” la magnitud de la epidemia en nuestro país.
Varias fuentes coincidieron en revelar a El Día de Escobar que “si se dijera realmente lo que está pasando, las elecciones se deberían haber suspendido”. Por eso, confían en que a partir de los próximos días se haga pública información que actualmente estaría oculta. Un dato en ese orden es que sería inminente la declaración de la emergencia sanitaria y el cierre de lugares con asistencia masiva de público.
En el orden local, según datos oficiales, hubo seis casos confirmados de gripe porcina, aunque ninguno fatal. Las autoridades sanitarias desestimaron que sean ciertas las versiones sobre dos o tres muertes por esa causa que habrían ocurrido durante la última semana en el hospital Erill.
En el país, en tanto, el Ministerio de Salud reconoció que se produjeron 23 muertes a causa de la gripe porcina, sobre un total de 1.488 infectados confirmados por análisis de laboratorio. Argentina, a esta altura, ya se convirtió en el país sudamericano con más casos fatales.
Ante semejante contexto, el abundante uso de los barbijos resulta a todas luces una acertada elección de los votantes, aunque el contagio de la gripe, en definitiva, sigue latente a la vuelta de la esquina.
