Apostillas de una reasunción no aptas para fanáticos

Un aporte para refrescar la memoria colectiva y no equivocar los próximos pasos. Por Ariel J. Spadaro.

Tal vez la frase más efusiva de Cristina Fernández haya sido: “No soy la presidenta de las corporaciones, soy la presidenta de los 40 millones de argentinos”. Sin ánimo de ofender, pero sí de abrir el debate en la sociedad, quiero resaltar algunas realidades:
• Mientras que otros países de Latinoamérica han recuperado y hasta nacionalizado los recursos no renovables, aquí seguimos regalando nuestro petróleo. Pero lo peor no es que continúe la política privatista de los ‘90. El problema es que se profundiza.
En octubre de 2006 se votó la ley 26.154, que amplía los beneficios impositivos que ya tenían las petroleras y gasíferas. En 2007 se renovó la concesión del Yacimiento de Cerro Dragón, en Chubut y Santa Cruz, a British Petroleum, Amoco y Bulgheroni. Se trataba de una concesión que recién vencía en 2017, pero se resolvió adelantar la firma en 10 años. Y se firmó una nueva que recién comienza al vencimiento de la actual, con opción de extender el contrato otros 20 años.
En concreto, se le regala el yacimiento a Panamerican hasta que lo agote. Estamos hablando de reservas comprobadas por 28.653 millones de dólares, mientras que Panamerican tendría que desembolsar apenas 3.352 millones en concepto de regalías. “No siente que están contrabandeando el petróleo ante nuestras narices, ya que se sigue extrayendo el mismo bajo declaración jurada”. Y esta es solo una de las tantas concesiones nacionales.
• Cristina Minera. Todos Contentos. Los 200 empresarios y sindicalistas de la minería salieron más que satisfechos de la cita de mediados de diciembre en la Casa Rosada. Oyeron lo que hace tiempo querían escuchar: el explícito respaldo… (Leer: http://www.miningpress.com/revistaonline/index.php?id=28 ed. Feb. Mar. 2011). “Solo hay que saber leer, para ver más allá del árbol.”
Perón y los ferrocarriles
Ante el comentario irónico de la presidenta a cerca de que “los ferroviarios que le hicieron la huelga a Perón en 1950 no serían peronistas”, me gustaría agregar que sería interesante que los argentinos leamos sin fanatismos la realidad de esa época.  E aquí un poco de aquella historia:
Hasta 1949, la política de control de precios sobre los productos de consumo popular y los subsidios estatales del peronismo habían generado un aumento neto del sesenta por ciento en el salario obrero. Pero la economía empezó a presentar síntomas de agotamiento. El crecimiento industrial se detuvo, cayeron los precios de las exportaciones y se deterioraron el intercambio comercial, y también el consumo popular. La nueva redistribución del ingreso fue cada vez más difícil de sostener. Fue el fin de la prosperidad de posguerra.
Las demandas obreras no cedían y no bastaba el arbitraje oficial para contenerlas. La política laboral del peronismo se endureció: suspensión de convenios colectivos de trabajo, congelamiento de salarios, fin de subsidios a empresas.
Evita, que era la garante implícita de la relación entre Perón y los trabajadores, se involucró en forma personal en el conflicto ferroviario. En una oportunidad, secundada por tres autos negros, fue hasta la sede del gremio de la seccional Remedios de Escalada, en Lanús, para reclamar la vuelta al trabajo. Encontró las puertas cerradas: nadie la recibió. Entonces se dirigió a la estación de trenes, se paró en el andén y convocó a los obreros. Poco a poco fueron saliendo de los talleres para escuchar su palabra. Los de Remedios de Escalada estaban entre los más grandes del país. Trabajaban en ellos cerca de cinco mil personas. Evita les pidió que levantaran la huelga en nombre de Perón. Un obrero socialista la retrucó. Evita se ensañó con él. Los obreros, finalmente, rechazaron su propuesta. Evita los mandó a “la puta madre que los parió a todos”. Eso dijo. Les advirtió: “Aténganse a la represión”. Y se fue. (Del libro “De Perón a Montoneros”, de Marcelo Larraquy)
1950. “…Una familia compuesta sólo de matrimonio y dos hijos no puede vivir con $400 nominales (que en la práctica alcanza tan sólo a $326) y mucho menos en la zona del Gran Buenos Aires, donde se estima que el salario vital y mínimo para vivir decentemente y sin morirse de hambre es de más de 900 pesos mensuales”.
“El 23 de diciembre comenzó una nueva huelga. El Congreso Extraordinario de delegados de los distintos ferrocarriles, convocado por la comisión consultiva de emergencia, resolvía:
– La reanudación del paro por tiempo indeterminado en los ferrocarriles a partir del día 23 de enero hasta tanto no retornen al trabajo los obreros dejados cesantes y recuperen la libertad los dirigentes presos.
– La aplicación inmediata de la escala modificada para peones y guardabarreras con retroactividad al 1º de diciembre de 1950 y pago del salario familiar hasta 800 pesos, sin contar la bonificación de 125 pesos acordada.
– La inmediata modificación del escalafón con la participación de la comisión consultiva de emergencia.
– El cese de la intervención de la CGT a la Unión Ferroviaria y anulación de todas sus medidas; entrega de la organización al gremio para que la comisión consultiva de emergencia convoque a elecciones en un plazo de 60 días, previo levantamiento de las restricciones a la libertad sindical del gremio, de la clausura de locales y expulsiones.”    Ver: http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/3jornadas/mengascini.pdf
Educación pro miedo
Los porcentajes promedios esgrimidos por la presidenta, con respecto al avance en educación -79% aprobó Ciencias Sociales y 65 % aprobó Ciencias Naturales- no deja de sorprender a los padres del alumnado en general y más aún a lo propios alumnos consultados, quienes aseguran que más de la mitad de la clase se llevó estas materias; aunque la discusión no debería pasar por un mero porcentaje si no por una realidad que no se puede esconder: cuánto conocimiento incorporan los alumnos sobre estas y otras materias. Vaya a la puerta de una escuela y pregúnteles a los chicos.
El agradecimiento implícito
Un hecho digno de destacar en la presidenta fue el mensaje para Luis D’Elía, quien habrá sabido leerlo por lo bajo.
Más allá de la posición política que tengamos, algún día abriremos un libro de historia y podremos entender la dimensión que tuvo haber copado la Plaza de Mayo aquel 25 de marzo de 2008. Podrá ser tildado de gordo, negro, feo, bocón y mal hablado… Pero puso el cuerpo. Y hoy son pocos los que ponen el cuerpo sin pretender favores personales a cambio, como sucede hoy con D’Elía.
Como mencioné en el título, este texto no es apto para fanáticos, ni pro ni contras, porque al final este aporte es para que refresquemos nuestra memoria colectiva y no equivoquemos los próximos pasos.

Tal vez la frase más efusiva de Cristina Fernández haya sido: “No soy la presidenta de las corporaciones, soy la presidenta de los 40 millones de argentinos”. Sin ánimo de ofender, pero sí de abrir el debate en la sociedad, quiero resaltar algunas realidades:

• Mientras que otros países de Latinoamérica han recuperado y hasta nacionalizado los recursos no renovables, aquí seguimos regalando nuestro petróleo. Pero lo peor no es que continúe la política privatista de los ‘90. El problema es que se profundiza.

En octubre de 2006 se votó la ley 26.154, que amplía los beneficios impositivos que ya tenían las petroleras y gasíferas. En 2007 se renovó la concesión del Yacimiento de Cerro Dragón, en Chubut y Santa Cruz, a British Petroleum, Amoco y Bulgheroni. Se trataba de una concesión que recién vencía en 2017, pero se resolvió adelantar la firma en 10 años. Y se firmó una nueva que recién comienza al vencimiento de la actual, con opción de extender el contrato otros 20 años.

En concreto, se le regala el yacimiento a Panamerican hasta que lo agote. Estamos hablando de reservas comprobadas por 28.653 millones de dólares, mientras que Panamerican tendría que desembolsar apenas 3.352 millones en concepto de regalías. “No siente que están contrabandeando el petróleo ante nuestras narices, ya que se sigue extrayendo el mismo bajo declaración jurada”. Y esta es solo una de las tantas concesiones nacionales.

• Cristina Minera. Todos Contentos. Los 200 empresarios y sindicalistas de la minería salieron más que satisfechos de la cita de mediados de diciembre en la Casa Rosada. Oyeron lo que hace tiempo querían escuchar: el explícito respaldo… (Leer: http://www.miningpress.com/revistaonline/index.php?id=28 ed. Feb. Mar. 2011). “Solo hay que saber leer, para ver más allá del árbol.”

Perón y los ferrocarriles

Ante el comentario irónico de la presidenta a cerca de que “los ferroviarios que le hicieron la huelga a Perón en 1950 no serían peronistas”, me gustaría agregar que sería interesante que los argentinos leamos sin fanatismos la realidad de esa época.  He aquí un poco de aquella historia:

Hasta 1949, la política de control de precios sobre los productos de consumo popular y los subsidios estatales del peronismo habían generado un aumento neto del sesenta por ciento en el salario obrero. Pero la economía empezó a presentar síntomas de agotamiento. El crecimiento industrial se detuvo, cayeron los precios de las exportaciones y se deterioraron el intercambio comercial, y también el consumo popular. La nueva redistribución del ingreso fue cada vez más difícil de sostener. Fue el fin de la prosperidad de posguerra.

Las demandas obreras no cedían y no bastaba el arbitraje oficial para contenerlas. La política laboral del peronismo se endureció: suspensión de convenios colectivos de trabajo, congelamiento de salarios, fin de subsidios a empresas.

Evita, que era la garante implícita de la relación entre Perón y los trabajadores, se involucró en forma personal en el conflicto ferroviario. En una oportunidad, secundada por tres autos negros, fue hasta la sede del gremio de la seccional Remedios de Escalada, en Lanús, para reclamar la vuelta al trabajo. Encontró las puertas cerradas: nadie la recibió. Entonces se dirigió a la estación de trenes, se paró en el andén y convocó a los obreros. Poco a poco fueron saliendo de los talleres para escuchar su palabra. Los de Remedios de Escalada estaban entre los más grandes del país. Trabajaban en ellos cerca de cinco mil personas. Evita les pidió que levantaran la huelga en nombre de Perón. Un obrero socialista la retrucó. Evita se ensañó con él. Los obreros, finalmente, rechazaron su propuesta. Evita los mandó a “la puta madre que los parió a todos”. Eso dijo. Les advirtió: “Aténganse a la represión”. Y se fue. (Del libro De Perón a Montoneros, de Marcelo Larraquy)

1950. “…Una familia compuesta sólo de matrimonio y dos hijos no puede vivir con $400 nominales (que en la práctica alcanza tan sólo a $326) y mucho menos en la zona del Gran Buenos Aires, donde se estima que el salario vital y mínimo para vivir decentemente y sin morirse de hambre es de más de 900 pesos mensuales”.

“El 23 de diciembre comenzó una nueva huelga. El Congreso Extraordinario de delegados de los distintos ferrocarriles, convocado por la comisión consultiva de emergencia, resolvía:

– La reanudación del paro por tiempo indeterminado en los ferrocarriles a partir del día 23 de enero hasta tanto no retornen al trabajo los obreros dejados cesantes y recuperen la libertad los dirigentes presos.

– La aplicación inmediata de la escala modificada para peones y guardabarreras con retroactividad al 1º de diciembre de 1950 y pago del salario familiar hasta 800 pesos, sin contar la bonificación de 125 pesos acordada.

– La inmediata modificación del escalafón con la participación de la comisión consultiva de emergencia.

– El cese de la intervención de la CGT a la Unión Ferroviaria y anulación de todas sus medidas; entrega de la organización al gremio para que la comisión consultiva de emergencia convoque a elecciones en un plazo de 60 días, previo levantamiento de las restricciones a la libertad sindical del gremio, de la clausura de locales y expulsiones.”    Ver: http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/3jornadas/mengascini.pdf

Educación pro miedo

Los porcentajes promedios esgrimidos por la presidenta, con respecto al avance en educación -79% aprobó Ciencias Sociales y 65 % aprobó Ciencias Naturales- no deja de sorprender a los padres del alumnado en general y más aún a lo propios alumnos consultados, quienes aseguran que más de la mitad de la clase se llevó estas materias; aunque la discusión no debería pasar por un mero porcentaje si no por una realidad que no se puede esconder: cuánto conocimiento incorporan los alumnos sobre estas y otras materias. Vaya a la puerta de una escuela y pregúnteles a los chicos.

El agradecimiento implícito

Un hecho digno de destacar en la presidenta fue el mensaje para Luis D’Elía, quien habrá sabido leerlo por lo bajo.

Más allá de la posición política que tengamos, algún día abriremos un libro de historia y podremos entender la dimensión que tuvo haber copado la Plaza de Mayo aquel 25 de marzo de 2008. Podrá ser tildado de gordo, negro, feo, bocón y mal hablado… Pero puso el cuerpo. Y hoy son pocos los que ponen el cuerpo sin pretender favores personales a cambio, como sucede hoy con D’Elía.

Como mencioné en el título, este texto no es apto para fanáticos, ni pro ni contras, porque al final este aporte es para que refresquemos nuestra memoria colectiva y no equivoquemos los próximos pasos.

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