A lo largo de los últimos meses, el partido de Escobar se ha visto sacudido por una preocupante ola de violentas entraderas a viviendas de jubilados. Los casos, cada vez más frecuentes y brutales, generan preocupación entre los vecinos y exigen respuestas concretas por parte de las autoridades para proteger a uno de los sectores más vulnerables de la comunidad.
Durante la semana pasada se registraron dos nuevos hechos de inseguridad de estas características, que ya se volvieron moneda corriente en el distrito y que hasta el momento dejaron tres víctimas fatales. El primero de ellos ocurrió el jueves 24 de abril, en la localidad de Belén de Escobar. Una mujer de 90 años fue sorprendida por cuatro asaltantes en horas de la madrugada, mientras descansaba en su dormitorio.
Los intrusos ingresaron a la vivienda ubicada en la calle Independencia al 600, luego de romper el tejido de una ventana ubicada en el primer piso. Según las primeras versiones, los delincuentes habrían permanecido en el lugar durante al menos dos horas, revisando las habitaciones. Mediante intimidación verbal, lograron sustraerle a la víctima dinero en efectivo y otros elementos de valor.
El segundo hecho ocurrió un día después, cuando una mujer mayor sufrió un violento robo en su vivienda de la calle Mateo Churich al 700, en la localidad de Garin. Un grupo de tres delincuentes ingresó a su domicilio durante la tarde del viernes y, luego de maniatarla y golpearla, se dieron a la fuga en un vehículo que era conducido por un cómplice que los esperaba afuera.

“Tuvo que venir una ambulancia del SAME. La lastimaron mucho”, señaló una vecina de la víctima, quien expuso el episodio a través de una publicación en la página de Letras de Garín en Facebook.
“Es necesario divulgar estas situaciones para que se puedan prevenir. Seguimos siendo víctimas y se burlan de la policía. Esto ocurrió justo frente a un lugar donde, hace dos meses, se registró otro hecho delictivo. Y ahora vuelven a robar a la vuelta de la comisaría” concluyó indignada la mujer.
Antecedentes que alarman
Los asaltos violentos a personas de la tercera edad se están volviendo moneda corriente para los delincuentes en el distrito. Desde que comenzó el año, este medio ha registrado seis acontecimientos de estas características.
El caso más reciente había ocurrido hace apenas una semana, durante el domingo de Pascuas. Una jubilada de 89 años, identificada como Dominga Ponce, fue asesinada en el patio de su vivienda en medio de un robo. El brutal ataque ocurrió en un domicilio ubicado en la calle Los Jazmines al 2651, en la localidad de Belén de Escobar. Sus dos autores lo habrían querido camuflar como un suicidio.

Anteriormente, el 10 de abril, cuatro delincuentes encapuchados irrumpieron en una vivienda ubicada sobre la calle Falucho al 1500, entre Los Andes y Entre Ríos, en Ingeniero Maschwitz, a dos cuadras de la plaza central de la localidad. En su interior se encontraban Otto Antonio Müller, de 88 años, y su mujer, Sara Mor, de 87. Los malvivientes los amedrentaron y apalearon mientras les desvalijaban la casa. El hombre falleció una semana después producto de los golpes en la cabeza que le propinaron durante el asalto.
El 19 de marzo otra pareja de jubilados vivió una verdadera pesadilla: cinco delincuentes ingresaron a su domicilio mientras dormían, los redujeron y se llevaron diversos efectos de valor. El hecho ocurrió en una vivienda de la calle Asborno al 100, a cinco cuadras de la plaza central de Belén de Escobar. Las víctimas, en este caso, no sufrieron heridas físicas, aunque los malvivientes se llevaron dinero y joyas.

El jueves 13 de marzo, Miguel Ángel Richieri, de 81 años, ex comisario inspector de la Policía Bonaerense, hirió de tres disparos a un delincuente que intentó ingresar a su vivienda junto a un cómplice. El violento suceso ocurrió cerca de las 22:15 en una casa ubicada sobre la calle Independencia al 220. Esto es entre la calle Don Bosco y la avenida 25 de Mayo, a pocos metros del ingreso a la ciudad.
A ola de entraderas a jubilados se le suma otro episodio similar ocurrido en la madrugada del miércoles 22 de enero, en un domicilio de la calle Córdoba al 1274. En su interior estaban Miguel Ángel Mullroney, de 79 años, y su mujer, Teresa Parodi, de 78. El asaltante los amenazó con un arma blanca y les sustrajo diversas pertenencias.
Por otra parte, el 1º de enero se conoció el fallecimiento de Sara Sosa, de 90 años, brutalmente atacada en su domicilio del barrio San Miguel por dos delincuentes. Durante la tarde 31 de diciembre, los malvivientes ingresaron a la vivienda de la mujer, aprovechando que su hija había salido a comprar. Una vez allí, la golpearon tan desmesuradamente que le causaron la muerte. Se llevaron únicamente una garrafa y carne congelada.
