Concejales oficialistas y opositores confrontaron durante casi una hora por dos temas de actualidad ajenos al acontecer local. El primer cruce lo provocó Leandro Costa, que felicitó a sus pares por no haberse plegado a la huelga.
La séptima sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Escobar, que en principio no contaba con expedientes que pudieran despertar polémicas, terminó mutando en un trámite cargado de chicanas y con un debate que, por momentos, se pareció al de cualquier programa de televisión del prime time.
El paro general llevado a cabo este miércoles por la CGT y otras organizaciones gremiales y el frustrado proyecto de ordenanza para instalar un busto del ex presidente Raúl Alfonsín en la plaza central de Escobar fueron los temas más candentes de la jornada, que se inició a las 11.
Leandro Costa dio el primer paso. A diferencia de lo que suele pregonar, el concejal y precandidato a intendente de Cambiemos introdujo en la sesión un tema del ámbito nacional, que ni siquiera estaba en el orden del día. Sarcásticamente, celebró que no haya habido inasistencias en las bancas, pese al altísimo acatamiento que tuvo la medida de fuerza en el país.
“Parece que todos estamos convencidos acá de que son medidas que no solucionan los problemas. Festejo y agradezco a todos los que hoy están acá presentes”, argumentó, provocativo.
Desde la bancada oficialista reaccionaron enérgicamente. “La verdad es que hoy nosotros estamos acá porque sesionamos dos veces al mes y sería una falta de respeto a los ciudadanos de Escobar que no vengamos el día que nos toca”, replicó la presidenta del bloque Peronismo que Hace-Unidad Ciudadana, Patricia de la Cruz.
“Ustedes ya no timbrean, ahora salen a levantar pedidos con una libretita y la gente no puede comer, no tiene trabajo. Los viejos lloran porque no pueden pagar las tarifas, las familias se quedan en la calle, cada vez hay más merenderos. Hay hambre, señores. Por eso paramos, porque necesitamos cambiarle el rumbo a este país”, concluyó la concejala de Maquinista Savio, elevando notablemente el tono de voz.
En la misma dirección fue su compañera de bloque Patricia Durán, también picante con el micrófono en la mano: “Deberían tener vergüenza, porque hasta en su misma cumbre los radicales llevaban paraguas por si venía la lluvia de inversiones que el presidente Mauricio Macri prometió”, expuso.
El macrista Diego Castagnaro no quiso quedarse afuera de la discusión y pidió la palabra para hacer un aporte ya trillado a esta altura: “Reconocemos la crisis que estamos atravesando, pero es una crisis que no es de hoy. Es una hipoteca que nos ha dejado a los argentinos el gobierno anterior”, acotó.
Después Costa volvió a referirse al tema y el jefe del bloque de concejales del Frente Renovador, Gonzalo Fuentes Arballo, cerró la ronda de alocuciones con una posición más conciliadora, en el marco de un debate tan extenso como inconducente.
Alfonsín también levantó chispas
A diferencia de lo que se pensaba, los integrantes del Concejo Deliberante de Escobar se reservaron la discusión más fuerte casi para lo último. El expediente 16575/19, referente a la instalación de un busto de Raúl Alfonsín en la plaza San Martín, generó un debate insólito, con muy pocos argumentos y muchas chicanas.
Con el fin de rememorar las acciones del ex presidente radical (1983-1989), considerado el «Padre de la Democracia», el bloque de Cambiemos presentó la iniciativa para que, en el sector de la plaza que está frente al Palacio Municipal, se instalen una figura que emule su figura y una placa conmemorativa.
“Él representa la vigencia del estado democrático, la libertad y los principios republicanos de gobierno y la Constitución Nacional. Me gustaría que se instale el busto y una Constitución, que es la Biblia de los laicos o el libro sagrado de la república”, argumentó el titular de la bancada macrista, Esteban Colley.
Pero lo que parecía una alocución serena y sensata del concejal de Ingeniero Maschwitz, honrando la memoria de Alfonsín, derivó en otra cosa cuando decididamente se fue por las ramas y desbarrancó en su búsqueda de analogías: “Adolfo Hitler fue elegido en elecciones generales y después prendió fuego el congreso, asesinó jueces… En Venezuela ocurre lo mismo. La sociedad argentina corre peligro de volver a vivir la dictadura, por eso es necesaria su figura como defensor de la democracia”, afirmó, alarmista.
Quien salió a responderle desde el oficialismo fue Nicolás Serruya, quien recodó que “Alfonsín, en una de sus últimas entrevistas, señalaba que el radicalismo se había transformado y que tenían que prepararse para perder elecciones pero nunca proponer a un candidato como Mauricio Macri”.
“Como ellos proponen que esté en la plaza, yo propongo que esté frente al local partidario de ellos, para que les recuerde qué es lo que pensaba”, concluyó el edil del bloque kirchnerista, que se basó en una cuestión técnica del proyecto para no aprobarlo, al igual que el massismo.
“Acá muchos hablan de Cristina, de Néstor y de Alfonsín, pero parece que somos bastante desobedientes todos. Cristina y Néstor lo homenajearon y, desde acá, que somos 24 concejales, tenemos la posibilidad de tomar el ejemplo y dudamos en levantar la mano por decir que no tenemos un presupuesto para hacer esto. La verdad es que me siento avergonzado de estar sentado en esta banca”, cuestionó Miguel Benítez, de Cambiemos, con un poco más de coherencia y argumentos que el resto de sus colegas.
En definitiva, el expediente se elevará al Departamento Ejecutivo para que evalúe la factibilidad del proyecto.
Por Alejo Porjolovsky