El Intendente habló sobre la venta de una parcela municipal en el Paraná, la situación legal de esas tierras y el proyecto para revalorizar la ribera. “Prefiero que me critiquen por seguir transformando”, declaró a El Día de Escobar.
Con fuertes definiciones y tocando algunos aspectos hasta ahora poco conocidos sobre el tema, el intendente Ariel Sujarchuk defendió a capa y espada la venta de tierras municipales en el Paraná de las Palmas, aseguró que “Escobar va a tener la costanera más linda de la zona” y puso en tela de juicio la representatividad del Consejo de Productores del Delta, que alzó su voz contra esta iniciativa.
Entrevistado por El Día de Escobar, el jefe comunal les restó importancia a las críticas de quienes se oponen al proyecto promovido desde el Ejecutivo para transformar la ribera local con inversión pública y privada. Al respecto, consignó que la ordenanza fue sancionada “por 21 de los 23 concejales presentes” y que la parcela que se venderá está irregularmente ocupada por particulares desde que fue cedida por la Provincia al Municipio, en 1980. “Lo único que se afecta son las viejas malas prácticas que existen en el Paraná”, sostuvo.
“Yo tengo un objetivo, que es llegar al verano que viene con la mayor cantidad de transformaciones posibles en todo el distrito y, en especial, en el Paraná. Por eso vamos a exigir que los oferentes que participen de la licitación presenten un plan de obras con resultados concretos para diciembre de este año”, anunció Sujarchuk sobre la futura venta con cargo que se hará de unos 40 mil metros cuadrados ubicados a la vera del río y la intención de que los cambios en esa zona empiecen a verse cuanto antes.
-Si supuestamente el proyecto es tan favorable para revitalizar de una buena vez la zona del Paraná, ¿cómo se explica el ruido y las resistencias que generó en productores y vecinos isleños?
-En primer lugar, el proyecto fue aprobado por 21 concejales de los 23 concejales que estuvieron en la sesión. Lo que dijo el concejal (Diego) Castagnaro es de una profunda ignorancia y esconde intereses personales, políticos y económicos. Lo que sí afecta este proyecto es a muchas viejas malas prácticas que existen en el Paraná, donde se desarrollan actividades privadas en espacios públicos sin ningún tipo de contraprestación. Hace más de 30 años que funcionan ahí un recreo privado y una arenera privada, que hasta que yo asumí como intendente ni siquiera tributaban tasas o un canon por esas tierras, que recibieron en términos de amistad.
Lo que estamos discutiendo hoy es que alguna vez un gobernante decidió graciosamente darle a un conocido un pedazo de tierra para que la explote de manera privada y durante 30 años a nadie le pareció mal esto. Y ahora hay un intendente que de manera pública y legal quiere recuperar ese patrimonio para embellecer y poner en valor toda la costanera.
-¿Pero por qué tanto apuro por sancionar la ordenanza y no darse un diálogo con los vecinos y productores del Paraná, aunque sea para despejar sus dudas y temores o tomar en cuenta sus planteos?
-Es que eso es complemente errado, desde octubre que vengo hablando con cada uno de los actores involucrados. Como el Club de Remo, con quien firmamos un convenio con el cual ampliamos la superficie que ocupa y duplicamos la duración del comodato. Con las dos familias que están adentro de esa parcela, que no salieron a protestar públicamente, también estamos dialogando, comprenden la situación y estamos viendo alternativas. Y también dialogamos con todos los espacios políticos representados en el Concejo Deliberante, por eso salió como salió la votación.
-Pero con los productores que tienen la dársena en esa parcela no hablaron…
Los productores no tienen nada que ver y no se van a ver afectados, porque no tienen ninguna actividad en ese espacio. Esa gente ha elegido el escándalo mediático y hacer publicaciones en Facebook, pero nunca pidieron una audiencia conmigo y no dicen la verdad. Lo que hay atrás de esto es una intencionalidad que tiene que ver con otro tipo de cuestiones y no con buscar un diálogo en torno a este tema. Todos hablan de cuidar el Paraná, pero la mayoría de los que están ahí no tributan, con lo cual es imposible tener un sistema autosustentable para la economía del lugar.
-¿Por qué se decidió hacer una venta, aunque sea a través de una licitación, en vez de una concesión por un tiempo determinado? ¿Por qué se supone que es conveniente para el Municipio desprenderse de esas tierras?
-Hace un año y medio que estamos analizando opciones y no hay mucha gente interesada en esto, no encontramos otro modelo para que alguien venga a poner un peso ahí. Ahora están hablando como si fuera una mina de oro, pero lo que hay hoy es la nada misma, sin ningún atractivo. A la licitación se va a poder presentar todo el mundo, incluso quienes hoy están ocupando esas tierras. Pero es una venta con cargo. O sea, lo que se licita es un proyecto, que significa que ahí tiene que ir una actividad determinada. La idea es que se realicen proyectos vinculados a guardería, gastronomía y servicios complementarios de la zona. No va a otro fin.
A esas tierras, hasta ahora, el Estado municipal nunca les dio ningún uso. Es más, si seguíamos así las íbamos a perder por usucapión. Ahora todos son genios de qué hacer con esto, cuando durante años miraron para el costado y no hicieron nada. Yo prefiero que me critiquen por seguir haciendo y transformando el patrimonio público del distrito.
-De los once kilómetros de ruta que hay desde la barranca de El Cazador al río, nueve están casi intransitables y cada vez peor. ¿No es poner el carro delante del caballo salir a buscar inversores para desarrollar un proyecto turístico en un lugar con un acceso en esas condiciones?
-Es válida esa lectura, pero nosotros apostamos a ir mejorando los indicadores urbanísticos del lugar para que se vaya valorizando. En cuanto al camino, desde el Municipio le estamos pidiendo a los emprendedores privados, a AySA y a la Provincia que cada uno aporte un poco para mejorar el estado de la ruta, por lo menos un bacheo como el que se hizo sobre la avenida San Martín. Creo que este año vamos a tener un avance importante.
-¿Con este proyecto el puerto de Escobar puede llegar a parecerse a las costaneras de los distritos vecinos o por la escala no puede esperarse tanto y, en todo caso, será una mejora en relación al estado actual de la zona?
-En urbanismo y arquitectura va a ser la costanera más linda, en poco tiempo. Queremos hacerla toda nueva, que quede hermosa, en base a un proyecto que estamos trabajando con la Secretaría de Planificación. No se va a parecer a otras, va a ser la costanera más elogiada de los distritos que están en la zona. Yo no quiero que Escobar esté por debajo de los demás municipios, yo quiero que Escobar lidere.