La extraña e intimidatoria presencia del individuo alertó a los vecinos de la calle Salta, que llamaron al 911. Personal policial y expertos en explosivos se hicieron presentes y lograron que desista de su temeraria actitud.
Un inusual e inquietante suceso ocurrió este miércoles a la mañana en la localidad de Garín, donde un hombre de 29 años amenazó con hacer explotar dos granadas que llevaba en sus manos, aunque finalmente depuso su actitud al ser persuadido por personal policial y fue trasladado a la comisaría.
El hecho se inició alrededor de las 9 en la calle Salta, casi Colectora Oeste, donde la presencia intimidatoria del individuo asustó a los vecinos, que dieron aviso al 911.
Al parecer, esta persona habría vociferado que tenía dos explosivos y también habría manifestado algún malestar por el que pretendía detonarlos, aunque de manera confusa.
Al lugar llegaron efectivos policiales de la comisaría Escobar 3ra, peritos en explosivos, bomberos voluntarios y una ambulancia del SAME. Enseguida se desplegó el procedimiento de práctica para estos casos y se entablaron conversaciones con el hombre -su identidad no trascendió-, a fin de evitar que concrete su temerario cometido.
Luego de más de una hora de conversaciones, el sujeto aceptó entregar los explosivos a los brigadistas y fue trasladado a la comisaría de la localidad. Durante ese tiempo, todo el vecindario estuvo en vilo y hasta hubo familias que abandonaron sus casas, según contaron en las redes sociales.
“Fuimos los primeros en llegar. A nuestro arribo lo encontramos sentado, con las dos granadas, tomando una lata de cerveza”, contó el jefe de bomberos de Garín, Adrián Peralta, en declaraciones periodísticas.
“No decía nada, pero al confirmar lo que nos avisaron, dimos aviso a la Brigada Antiexplosivos, que llegó al rato e inició una negociación de una hora hasta que le pudo retirar las granadas de las manos”, amplió el comandante de la fuerza.
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Los artefactos que el hombre llevaba en sus manos era una granada lacrimógena y otra explosiva, de origen español, que poco después fue detonada por los expertos en el predio ubicado sobre Colectora Oeste y 2 de Abril, causando un potente estruendo.
Por lo pronto, hasta ahora no se supo el motivo por el que esta persona amenazaba con hacer explotar esas granadas, cómo las consiguió y si tiene trastornos mentales, aunque sobre esto último la conducta esgrimida casi exime de interrogantes.
Un susto grande para los vecinos, que por fortuna quedó en una anécdota, y un proceso judicial que se abre para este muchacho, que evidentemente no estaría en su sano juicio.