Uno menos en el Ejecutivo: Sujarchuk le sacó tarjeta roja al secretario de Gestión

Se trata de Germán Maldonado, ex funcionario y concejal de Sandro Guzmán, quien tenía a cargo las áreas de Culto, Museos, Migrantes y Cartelería.

Inestable. En busca de su reelección como concejal, Maldonado volvió a cambiar de espacio político.

Se trata de Germán Maldonado, ex funcionario y concejal de Sandro Guzmán, quien tenía a cargo las áreas de Culto, Museos, Migrantes y Cartelería. Volverá a su banca, donde tiene mandato hasta diciembre, con un bloque unipersonal.

Lo que hace rato se veía venir, pasó finalmente este miércoles a la mañana, cuando el intendente Ariel Sujarchuk decidió firmar un decreto para desplazar al secretario de Gestión Pública del Municipio, Germán Maldonado, quien volverá a su banca del Concejo Deliberante, donde tiene mandato hasta diciembre.

Aunque su cese de funciones no se comunicó oficialmente, fuentes del Ejecutivo confirmaron a El Día de Escobar la determinación del jefe comunal, a quien Maldonado ya no respondía políticamente. De hecho, casi nunca se lo veía en actos oficiales y se sabe que venía coqueteando con la posibilidad de colgarse al tren de Florencio Randazzo.

«Cuando estás en un espacio hay que respetar la conducción. Pero él claramente no lo hacía y prefirió tomar su propio camino», resumió un interlocutor del intendente. La hipótesis oficial es que Maldonado tenía intenciones de ser otra vez candidato a concejal, pero Sujarchuk no lo consideraría para el armado de su boleta, al menos en una ubicación de privilegio.

En sus antecedentes, la trayectoria política del díscolo funcionario está signada por una inestabilidad equivalente a la de su mentor, el actual diputado nacional y ex intendente Sandro Guzmán. Siguiendo su sombra, Maldonado pasó por el Paufe, el Frente para la Victoria, el Frente Renovador, de vuelta el Frente para la Victoria y, paradójicamente, fue el primero en soltarle la mano para irse con Sujarchuk, cuando Guzmán aún planeaba postularse a la reelección.

Buenas migas. Sujarchuk dialoga con Maldonado y Pablo Ramos, en diciembre de 2015.

Tras la asunción del nuevo gobierno, Maldonado aceptó dejarle su banca al hoy jefe del bloque oficialista, Daniel Buffeli, hombre del riñón de Sujarchuk. A cambio, fue designado al frente de la secretaría de Gestión Pública, creada ad hoc, que en los hechos era un mero cascarón vacío. Sólo tenía bajo su órbita cuatro áreas, con poco y nada en común: Museos, Culto, Migrantes y Cartelería Comercial. Desde allí, jamás pudo tener el protagonismo que buscaba para proyectarse.

Mientras que en el Ejecutivo todavía no saben si la cartera que manejaba tendrá un nuevo responsable o se disolverá, Maldonado decidió reasumir en la banca que obtuvo en 2013 como candidato del massismo, con la que tiene mandato hasta diciembre. Formará un bloque unipersonal al que denominó «Renovación Peronista». Allí, a partir de la próxima sesión, volverá a tener voz y voto, al menos por siete meses.

Quien más perderá en esta ruptura es el concejal oficialista Oscar Fontán, otrora aliado de andanzas del ahora ex funcionario, que tendrá que dejar su lugar en el Concejo Deliberante, aunque sería recompensado con un nombramiento en el Ejecutivo.

En los pasillos del Palacio Municipal se comentaba que Maldonado habría tenido acercamientos con Jorge «Acero» Cali, otro aliado electoral al que el intendente se sacó de encima en el primer año y medio de gestión.

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