El segundo caso tiene por víctima a un nene de 5 años, que habría sufrido manoseos de un alumno más grande. El pequeño se lo contó a su psicóloga y los padres radicaron la denuncia en la Comisaría de la Mujer y la Familia.
Una nueva denuncia por presunto abuso sexual entre alumnos agravó la ya crítica situación que atraviesa la comunidad educativa del Colegio Cristo Rey, en la localidad de Garín, donde el nivel de tensión llegó a tal punto que las autoridades decidieron suspender las clases.
Esta segunda denuncia fue radicada el martes a la noche en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Escobar por el padre de un nene de 5 años, quien habría sido manoseado por otro alumno de mayor edad.
En la misma dependencia, una mujer de 29 años denunció el domingo que su hija, de 6, había sido abusada por cuatro alumnos, supuestamente mayores que ella, en el baño del establecimiento. “La encerraron, le bajaron los pantalones y la manosearon”, declaró.
Fuentes judiciales confirmaron la nueva denuncia formulada por el padre del niño y explicaron que en la misma se detalla que los padres tomaron conocimiento del presunto abuso por medio de la psicóloga que asiste a su hijo. En la entrevista, el niño manifestó haber sufrido manoseos en sus genitales por parte de un nene más grande.
«La maestra me mandaba notas que se portaba mal. Después, en casa, no quería dormir solo y pedía dormir conmigo, le daba miedo la oscuridad. Cuando habló con la psicóloga dijo que un nene más grande que él le había tocado partes del cuerpo», contó su madre, Nicole, en declaraciones a C5N.
En otra entrevista, con La Nación, agregó: “La denuncia ya la hicimos, ahora estamos esperando que nos llamen de la Fiscalía para ver cómo seguimos. Hoy suspendieron las clases”.
Ambas denuncias están en manos del fiscal Gustavo Ancurio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°1 del Fuero Penal Juvenil de Zárate-Campana, e interviene personal de la Comisaría de la Mujer y la Familia de Escobar.
“Estamos todos muy mal”
Desde la Municipalidad de Escobar se contactaron el lunes con la familia de la primera víctima para ofrecer el equipo interdisciplinario de psicólogos, abogados y trabajadores sociales que depende de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia e interviene en situaciones de vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes. La mismo ocurriría este miércoles con la familia de la segunda víctima.
“Estamos todos mal, tratando de procesar esto”, expresó la madre denunciante del primer caso en declaraciones a La Nación. La mujer destacó que su familia está recibiendo ayuda por parte de Niñez, del intendente interino Carlos Ramil y de un abogado que les da asesoramiento legal. “Tenemos que ir a la fiscalía a ampliar la denuncia, ya que mi nena sigue contando más cosas”, adelantó.
Clases suspendidas
Mientras tanto, un grupo de padres se acercó el martes a la tarde a la puerta de la escuela, ubicada en Cabildo 2099, para entregar un petitorio a las autoridades del colegio en el que exigen que se suspendan las clases hasta tanto no tengan identificados a los agresores y que se tomen medidas contra los docentes y directivos que estuvieron a cargo en el momento de los hechos.
Una madre del colegio que prefirió resguardar su identidad comentó: “Mi hijo me dijo que a sus compañeros los gigantes los encerraron en el baño. Así dijo, ‘los gigantes’, y que él zafó porque corrió. Se sabe que los de arriba, los del secundario, bajan y comparten patio. Yo no sé cómo puedo reaccionar si me entero que a mi hijo le hicieron algo. Él ya no está queriendo venir al colegio”.
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