Convencido de que llegó la hora de salir a respaldar la gestión de Sandro Guzmán con el testimonio, el jefe de Gabinete del Municipio, Walter Blanco, decidió acortar la distancia con algunos medios locales. Así, la semana pasada dio varias entrevistas, una de ellas a El Día de Escobar, en la que tocó todos los temas y respondió a las preguntas más incómodas que hasta el momento nadie le había hecho.
En media hora, el funcionario mantuvo con este medio un ida y vuelta picante, realmente sin desperdicio, con declaraciones únicas.
– ¿Se está despidiendo de Escobar?
– No, de Escobar no. Quizás de la gestión. Sí, estoy cansado, pero no hay nada raro, no es más que eso. La verdad es que ese análisis lo vamos a hacer después de la elección. Yo tengo ganas de terminar un proceso y crecer, como todos. Es eso solo, no hay otra cosa.
– ¿Su papel en la gestión de Sandro Guzmán es tan influyente como era el de él en la gestión de Silvio González?
– Calificarme a mí mismo no tiene sentido, eso se lo tendrías que preguntar a Sandro. Yo estoy orgulloso de todas las responsabilidades que tuve, que son muchas. Soy muy autocrítico, pero creo que el saldo es a favor.
– ¿En qué aspectos contribuyó más a la gestión de Guzmán?
– Desde el punto de vista de la política, en la unidad de criterio de todos los sectores opositores propios y la integración del PJ atrás de una bandera de cambio en la comunidad de Escobar. Haber logrado eso con un montón de sectores, menos con la pyme, creo que es mi mayor mérito.
– ¿Es el “guardaespaldas político” del Intendente, como lo definió un medio?
– Eso lo tomo simpáticamente. Si me pone al tope de los tipos que cuidaron el proyecto, me pone bien. No me siento un obsecuente de Sandro, me siento un compañero que le dice lo que piensa.
– Hoy cómo se definiría: ¿kirchnerista o duhaldista?
– Como peronista. Pasa que el peronismo hoy ya es una franquicia y en nombre del peronismo se dice cualquier cosa. Quizás me siento más identificado en lo político con el primer proceso de Kirchner.
– Es claro que este gobierno prioriza la obra pública. ¿Es la mejor carta para mostrar una gestión y conseguir un respaldo a mitad de mandato?
– No tengo ningún problema en decirte que sí, porque uno necesita mostrarle a la gente que es capaz de hacer. En un año y cinco meses saneamos la deuda y mostramos que podemos realizar cosas importantes, esa es nuestra tarjeta de presentación. Ahora tenemos que darle una mayor calidad a la gestión. Pero sabemos que se puede mejorar.
– ¿Cómo se explica que el Municipio haya incrementado su planta de personal a casi dos mil empleados y que esta gestión, al mismo tiempo, sea la que más servicios tercerizó?
– Eso es fácil. No se puede hacer política para que te aplaudan todo el tiempo, y la gestión es igual. Por ejemplo, todos los directores de áreas piden. Entonces, hay que darle respaldo para ver si su gestión resulta o no. No me voy a quedar con la duda de cómo funcionaría con dos empleados más o menos. A eso se debe el incremento de personal. Los servicios tercerizados también son un globo de ensayo. En el segundo semestre vamos a sacar un montón de servicios tercerizados porque no estuvimos conformes en cómo se dieron.
– ¿Cuáles serían?
– Después de la elección te digo, porque hay cosas que faltan pulir. Pero para saber si una cosa funciona o no tenés que ponerlas en práctica. De todas formas, el saldo siempre es a favor, porque se hace. Ahora vamos a buscar optimizar el gasto y el recurso.
– Más afuera que adentro del Concejo Deliberante, desde la oposición se escuchan denuncias, sospechas y planteos sobre supuestos hechos de corrupción y falta de transparencia en la gestión municipal. ¿Todos mienten?
– ¿Y yo qué te tendría que responder? ¿Cuál es el centro de gravedad de tu pregunta? Si me hacés una pregunta tan ambigua como esa le voy a contestar a alguien que no sé si lo dijo o qué dijo. ¿De qué estamos hablando?
– Bueno, entonces le reformulo la pregunta: de cero a diez, ¿cuál es el nivel de transparencia de la gestión municipal?
– La pregunta es falaz. ¿Qué te voy a decir? ¿Un ocho? Te tengo que decir diez. No le quiero dar vueltas, me resisto a contestarte con un casete. Vos me hacés una pregunta para que te diga diez. ¿Qué querés que te diga? ¿Un dos?
– Dígame lo que quiera…
– No, es que no me gusta contestar con el casete y quiero ser claro. Los que dicen eso que hagan lo que tengan que hacer.
– ¿Qué relación hay entre su procedencia de San Fernando y la contratación de varias empresas de ese y otros distritos vecinos como proveedoras del Municipio?
– Yo no traje ninguna empresa. Si hubo proveedores de Escobar desplazados fue por cuestiones de precio, no geográficas.
– Un caso puntual: ¿es mentira que durante la emergencia económica se compraron aires acondicionados a una empresa de San Fernando al triple de su valor?
– Mentira, mentira. Eso es algo burdo. Lo mismo decían del auto que se compró Sandro. Eso es querer bajarle el nivel a las cosas, y yo quiero nivelar para arriba. No puede reinar la hipocresía. Un día tuvimos que empujarlo al Polo…
– La gente de González dijo que antes de irse le hicieron el motor a nuevo…
– Bueno, yo te digo lo que nos pasó a nosotros. Aparte, hay que jerarquizar. El sistema excluye de la política a los tipos que quieren hacer, porque con el discurso de que “somos un pueblo chico, no, sencillito, así nomás, baratito”, mediocrizamos. Pasa que antes el Intendente andaba por acá nomás porque nadie le atendía un timbre. Pero si tenés que ir a La Plata no podés estar empujando un Polo…
– Está bien, pero como Guzmán dijo que tiene un auto mucho mejor que el oficial podría usar el suyo y haber destinado esa plata para otro gasto en vez de comprar un Vento…
– Pero eso es una burrada. Entonces donemos el sueldo… No jodamos, es un chiquitaje.
– Hay muchos contribuyentes disconformes por los tres aumentos consecutivos de tasas del año pasado. ¿Cómo incidieron esas subas en los niveles de cobrabilidad de las tasas de servicios generales y seguridad e higiene?
– La cobrabilidad sigue siendo un poco más alta de lo que era. No me acuerdo ahora los porcentajes, pero mejoramos la cobrabilidad.
– ¿Por qué no se ve un avance en el Código de Planificación Urbana de Escobar?
– No, se está trabajando muchísimo, a contrarreloj.
– Pero eso no está a la vista…
– Pero termina la elección y ya está a finalizar. No es fácil técnicamente, hay que poner un criterio político y después hay que consultarlo y analizarlo una, dos y tres veces. Sobre todo si escuchás… Y para escuchar hay que tener tiempo.
– Ahora Escobar está integrado a la región, pero no se ven políticas regionales. ¿De qué hablan los intendentes cuando se encuentran?
– Es que la coyuntura atenta todo el tiempo contra eso. Este último año fue muy político e inestable. Hay que recuperar la tranquilidad, porque sin una coyuntura predecible no se puede.
– ¿Cómo se entiende que hasta hace poco haya sido funcionario de la Municipalidad un hijo de Patti y segunda autoridad provincial del Paufe?
– Humanamente. Y también tenemos candidatos del Paufe que trabajan en la Municipalidad…
– ¿Quiénes?
– Trinidad Linares…
– Pero ella es empleada de planta…
– ¿Y qué tiene que ver?
– No es lo mismo ser empleado que tener un cargo político…
– ¿Pero vamos a ser hipócritas o vamos a hablar de frente? Maxi pidió una mano, él, nadie: “Mirá Sandro, yo necesito que me des una mano”. Y afuera también nos preguntaban, eh. Fue así.
– ¿Un hijo de Patti necesitaba una mano de Sandro Guzmán? ¿No tenía esa mano en la familia?
– ¿Viste vos? ¡Qué feo, eh! Sí señor. Y podemos hablar largo y tendido de eso, pero sería un maleducado si lo hiciera.
– ¿Y ahora la mano se la da la familia?
– Y qué se yo, preguntale a Maxi….
– Bueno, pero usted como jefe de Gabinete debe saber por qué renunció…
– Pero no me voy a meter en la vida de su familia.
– Pero acaba de decir que su familia no lo ayudaba…
– No, vos hiciste la pregunta y yo dije: ¿Viste vos? Yo no dije nada, está grabado. Yo fui respetuoso. Si no me gusta que se metan con mi familia, yo no me voy a meter con la de otro…
– Está bien, pero a una agencia de noticias usted le dijo que Maxi había tenido presiones familiares…
– Eso fue lo que me dijo Maxi. Y en algún lado leí que dijo eso, que tenía que definirse y se definió. Me parece bien, es su familia, su papá, su hermano… Nosotros ya cumplimos. No vamos a tener cargos de conciencia con nadie.
– Dicen que en Pinamar están por colocar al costado de la ruta un cartel con la leyenda “Municipio hostil a los escobarenses”. ¿Fue un fracaso la exportación del modelo de gestión de Escobar a Pinamar?
– No, para nada. Garantizamos los servicios y los insumos, aumentamos el sueldo de los municipales y resolvimos la temporada. Es más, optimizamos lo que no optimizó Altieri, muy amigo del procesado. Yo me traje una experiencia para mí riquísima. Nosotros no fuimos a que nos aplaudan.
– ¿Es cierto que usted monitorea las cámaras de seguridad del Municipio y que hay, o había, teléfonos pinchados y micrófonos ocultos en algunas oficinas?
– A nosotros nos chuparon mails y nos pincharon teléfonos. Las cámaras de seguridad sí, yo y un montón de funcionarios más miramos las cámaras. Nos han entrado de noche, nos rompieron cosas, me aflojaron la rueda del auto en el garage…
– ¿Se descubrió a alguien in fraganti?
– No, con poner las cámaras no pasó más nada.
– ¿Cuál es su versión de aquella pelea que tuvo en su despacho con el veterano de guerra Monti?
– El “Tano” está en un estado de beligerancia permanente por el tema de Malvinas y a mí no me gusta que me griten. Nunca me preguntaron sobre ese hecho, si no lo hubiera respondido. Pero no pasa nada. Entre compañeros no hay problema.
– ¿Fue un papelón?
– Puede ser, ponele. Si se vio así, bueno, lamentable.
– ¿Por qué casi únicamente se lo ve en actos públicos cuando vienen funcionarios nacionales?
– Porque el protagonista es el intendente. No sé, no es necesario…
– Pero usted es el segundo funcionario en jerarquía… ¿No le gusta ir a los actos?
– No, no me gusta.
– ¿Cómo logra que un ex ultrapattista como Miguel Satriano hoy hable bien de usted?
– Es un amigo Satriano. Ustedes le ponen un rótulo a todo, pero son personas. Yo soy amigo de un montón de tipos que aman a Patti. Al final son más discriminadores ustedes que yo…
– ¿Los periodistas?
– No, los escobarenses. Germán Maldonado dice siempre que si no sos tercera o cuarta generación de escobarenses, no sos de Escobar. Eso es lo que dicen los de Escobar, ¿no?
– No creo… pero le cambio el tema: ¿por qué recién se abre al diálogo con algunos medios locales?
– Bueno, lo que pasa es que uno tiene que hablar cuando tiene la necesidad de hacerlo o algo para explicar.
– ¿Recién ahora?
– Y sí, porque ahora hay que expresarse. Este es el momento proselitista, si no estás todo el tiempo en campaña.
– Sectores tan heterogéneos como el Partido Obrero, Libres del Sur y el Paufe han coincidido en denunciar que sus militantes son patoteados por el oficialismo. ¿Hay un kirchnerismo pesado?
– A ver, hablemos del PO: es lo mismo de siempre. Es batifondo, lío, pareciera que fuesen unos angelitos. Ese hecho, que me lo contó Carranza, fue por la disputa de unos carteles.
– Pero hay otros casos, un pibe de Libres del Sur dice que lo amenazaron con un arma en la cabeza en la plaza de Escobar.
– Yo no escuché eso. ¿Hizo la denuncia?
– Dijo que fue a la fiscalía.
– Bueno, pero de ahí a calificar que hay toda una organización atrás… Si a alguno de los nuestros se le suelta la cadena en alguna oportunidad yo lo diría y pediría perdón si tuviese algo que ver. Pero no tenemos nada que ver con eso y me gustaría que se aclare. ¿A quién involucraron en ese hecho?
– El único nombre que dieron es el de Marcelo Roch, un empleado del Concejo Deliberante.
– ¿Un militante de Carranza? Y bueno, que rinda cuentas. Nosotros no vamos a defender a nadie que haga semejante estupidez.
– ¿Cómo imagina que sería gobernar con Luis Patti hijo en el Concejo Deliberante?
– Es difícil imaginar cómo trabajaría alguien que nunca trabajó. No se le conocen antecedentes de trabajo y no termina nada de lo que hace.
– ¿Por qué lo castigan de vago? Ha tenido varios cargos y hace años que se viene desempeñando en la función pública…
– ¿No podemos decir lo que pensamos? Hay una diferencia, nosotros firmamos lo que decimos y decimos lo que pensamos así, de frente, en la cara. No hacemos volantes anónimos para después salir a repudiarlos. Yo pienso que él no está capacitado, no le conozco antecedentes de trabajo como persona, no sé si sabe lo que es levantarse a las cinco de la mañana a tomar el colectivo para ir a trabajar. Eso también tiene que ser reconocido como un valor en la política. Por ejemplo, Sandro tiene un testimonio de vida, no es un hijo del poder.
– ¿Usted es artífice de la candidatura de “Cacho” Angioi?
– La aplaudo (y aplaude). Me parece bárbaro que se reivindique a un compañero histórico del peronismo, que si tuvo errores ya los pagó. No tenemos nada en contra de esa lista, que está integrada por un montón de compañeros.
– Le pregunté si era el artífice y todavía no me dijo que no…
– No, dije que la aplaudo. ¿Artífice qué sería? ¿Qué yo armé la lista?
– Algo así…
– ¿Y son tan tontos los demás que dicen “sí, decile a Walter Blanco que arme la lista”?
– Bueno, es una lista que claramente le conviene al oficialismo…
– Sí, pero por supuesto, como también ocurre en otros distritos. La ingeniería electoral existe. Por eso digo que la re avalo, porque tenemos coincidencias doctrinarias. Ahora, yo lo quiero ver a “Cacho” Angioi en el Concejo Deliberante, porque hay que aguantarlo a “Cachito” si llega a entrar… Decían que Kirchner era el chirolita de Duhalde y mirá lo que pasó. Yo no lo subestimaría a “Cacho”, porque lo aplaudo ahora y no sé dentro de un año cómo vamos a estar. Hay que verlo.
– ¿Cómo se pagaron los avisos de Guzmán en la transmisión del partido de Argentina contra Colombia por Fox Sports?
– Nosotros en el partido tenemos una cuenta y tenemos donantes. El 60 ó 70% lo está financiando el Partido Justicialista y el resto lo cubren los mismos candidatos. Sergio Massa está trabajando bien con la transparencia de los fondos de campaña. Y nosotros a nivel local tenemos una cuenta abierta y una cantidad de donantes que invierten sus mangos para la campaña, casi todos candidatos.
– ¿Cuánto pagaron?
– Seis mil pesos, una cosa así.
– Suena barato.
– Porque buscamos que sea barato. Para eso están los compañeros y las relaciones. No hay problema, no pasa nada…
– ¿AVE es una oposición a medida del oficialismo? ¿Es una oposición real o amistosa?
– Es cien por ciento real. Yo creo que en Escobar, así como se distorsionaron muchos roles de la gestión, se distorsionó el rol de la política del oficialismo y de la oposición. Ahora estamos en un momento electoral y con Roberto (Costa) no estamos coincidiendo en nada.
– Pero parece una pelea para la tribuna, se tiran con pétalos. Usted lo acusa de ser “un buen muchacho”…
– Porque no lo quiero agraviar ni quiero tener una actitud descalificante. Estoy enojado, pero enojado bien. Una cosa es tener un adversario y otra tener un enemigo. Un enemigo es aquel que busca aniquilarte, Roberto es un adversario. Pero está equivocado en hacer política con la seguridad a quince días de la elección.
– ¿Cuánto le molestan o qué importancia les da a esos volantes que aparecen de tanto en tanto y a lo que se publica de ustedes en algunos blogs?
– Me molesta mucho, porque si uno calla, otorga. Pero tenés la contrapartida de que si decís, les das entidad. Yo creo que en la política tiene que haber límites. No es lindo que mi hija entre a Internet y vea todas las porquerías que ponen. Son casi todas difamaciones y mentiras. De eso también me voy a ocupar, tengo muchas ideas. Y lo digo seriamente.
– Cuando lo juzgue el tiempo, ¿cómo cree que lo va a recordar la historia de Escobar?
– ¿Da para que la historia de Escobar se acuerde de mí? Buenísimo, ojalá se acuerden bien, pero creo que una vez que te vas no se acuerda nadie. Uno hace lo que cree que tiene que hacer con su conciencia y sus convicciones. Si uno espera el aplauso de la gente es muy difícil hacer una buena gestión. El que no hace nada no se va a equivocar, pero el que intenta hacer algo va a recibir cachetazos de todos lados. A mí me pasa eso. Yo hice todo con la mejor buena onda, la mejor buena leche y sin esconderme atrás de nada. Me gustaría que eso se me reconozca.