Cuando todavía continúa la conmoción por la gravedad y la repercusión nacional que alcanzó el caso, el director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, se refirió a los hechos que tuvieron lugar días la semana pasada en la Escuela Media Nº4 de Ingeniero Maschwitz, donde un grupo de alumnos planificaba llevar a cabo un ataque armado con la intención de ejecutar a compañeros y docentes.
El funcionario bonaerense advirtió que los discursos violentos que emanan desde las altas autoridades del gobierno se filtran en la sociedad y repercuten de forma directa en los jóvenes, creando un ambiente de tensión y agresividad que llega a las aulas.
Sileoni remarcó que el gobierno nacional, al utilizar un lenguaje despectivo y violento, contribuye a la propagación de actitudes hostiles en todos los ámbitos sociales, incluidas las escuelas. “Las más altas autoridades terminan conversaciones con ‘callate mogólico’ o con adjetivos calificativos horribles como ‘ratas’, ‘miserables’ y ‘mandriles”, señaló en declaraciones a radio Splendid.
Además, subrayó que los mensajes de odio y violencia promovidos por figuras cercanas al gobierno, incluidos algunos influencers de redes sociales, tienen un impacto negativo en la convivencia escolar. Según Sileoni, “la sociedad ve violencia y, en ese contexto, están las escuelas”.

Al referirse al caso que ocurrió en Ingeniero Maschwitz, Sileoni explicó que algunos estudiantes alertaron a las autoridades escolares sobre el contenido de los chats, lo que permitió activar rápidamente los protocolos de seguridad. A partir de la denuncia, la fiscalía del fuero juvenil de Campana intervino, realizando allanamientos en las casas de los implicados. “Solo se secuestraron teléfonos, pero no deja de ser un hecho preocupante y alarmante que la escuela tiene que trabajar en eso”, indicó.
Sileoni aseguró que “no se trata de una pandemia de violencia”. Por el contrario, destacó que “la escuela es un amortiguador de la violencia social” y señaló que en la provincia de Buenos Aires más de un millón setecientos mil estudiantes cursan la secundaria sin estar involucrados en situaciones de estas características.
Sin embargo, reconoció que algunos casos son preocupantes y destacó la importancia de los esfuerzos preventivos y educativos para abordar este tipo de problemáticas. “Necesitamos trabajar más en la prevención, en enseñar respeto, convivencia y cómo manejar la frustración”, expresó.
Además, el funcionario resaltó el trabajo que se está realizando en las escuelas a través de talleres de salud mental y jornadas de convivencia, herramientas clave para prevenir la violencia. “Esta semana fue atípica y dolorosa, hubo varios casos de violencia, pero seguimos trabajando en identificar los roles de los chicos en estas situaciones”, explicó Sileoni, quien destacó que el objetivo es involucrar tanto a estudiantes como a docentes y familias en la construcción de un ambiente escolar seguro y respetuoso.

Finalmente, subrayó la corresponsabilidad de los adultos, particularmente los padres, en la prevención de la violencia escolar. “No hay adultos responsables que acompañen, hay mucha opacidad”, lamentó el director general de Cultura y Educación, al destacar la falta de apoyo y de involucramiento de muchos adultos en la educación y el bienestar de los jóvenes. “Es fundamental que los padres trabajen junto con las escuelas para evitar que situaciones de violencia escalen”, concluyó.
El caso de la Escuela Media Nº4 se conoció a mediados de la semana pasada, a través de un grupo público de Facebook, conformado mayormente por familias de esa institución, quienes empezaron a compartir capturas de pantalla de conversaciones de WhatsApp entre los estudiantes involucrados, donde intercambiaban ideas sobre la manera y las armas a utilizar para llevar a cabo el temible plan.
Los cuatro estudiantes que conformaban el grupo de WhatsApp llamado “Tiroteo Escolar” quedaron apartados del colegio. Una medida cautelar dispuso que no podrán acercarse a metros de 100 metros del establecimiento por al menos cuatro meses. No obstante, continuarán tomando clases de manera virtual, para no perder su derecho a educarse.