Por consejo del defensor oficial, Roberto Escobar guardó silencio ante el fiscal que investiga el asesinato de Karen López. La mujer murió de un balazo y el acusado quiso hacerle creer a la Policía que había sido atacada por delincuentes.
El hombre detenido por el femicidio de su pareja, una joven de 25 años que fue asesinada el sábado último de un balazo en la cadera en una casa en la localidad de Garín, se negó a declarar ante la Justicia y los investigadores creen que intentó engañar a los policías al asegurar que se había tratado de un crimen en ocasión de robo.
El acusado es Roberto Arnaldo Escobar (29), quien este lunes fue indagado por el fiscal Gonzalo Ferreiros por el delito de “homicidio triplemente agravado por tratarse de una relación de pareja, de un hombre contra una mujer y por haberse efectuado con un arma de fuego” en perjuicio de su pareja Karen Gisel López (25), y se negó a declarar por consejo de un defensor oficial.
Según las fuentes, el fiscal también evalúa imputarle al acusado el delito de “falso testimonio”, ya que se cree que intentó desviar la investigación al asegurarle a los policías que su pareja había sido asesinada en el marco de un intento de robo en plena vía pública (ver nota acá).
El detenido también intentó engañar a los familiares de la víctima, a quienes supuestamente llamó por teléfono y les dijo que habían sido víctimas de un asalto y que los delincuentes habían asesinado a Karen.
“Me llamó a las 4 diciendo que la habían robado dos muchachos en una moto grande y que les dispararon dos veces cuando ella lo quiso defender”, aseguró Mariana, la mamá de la víctima, en declaraciones formuladas al programa Flor de equipo, en Telefe.
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Pero los investigadores descubrieron rápidamente que la versión aportada por el acusado no se pudo confirmar con las medidas solicitadas por el fiscal, que ordenó un allanamiento en la vivienda en la que convivían.
Los policías que concurrieron a esa casa, situada en la calle Francia al 1600, en Garín, hallaron dentro del lavarropas las sábanas de la cama matrimonial, las cuales tenían manchas supuestamente hemáticas, manchas de sangre sobre el colchón y una vaina servida de un revólver calibre 45.
Otra de las claves para lograr la detención del sospechoso fueron las declaraciones de vecinos, que aseguraron que escucharon una detonación dentro de la casa.
El fiscal Ferreiros aguardaba para las próximas horas un informe de reincidencia para confirmar si el detenido cuenta con antecedentes de homicidio, como dicen los familiares de la víctima, y en principio se determinó que no existían denuncias previas de parte de Karen por violencia de género.
Además, ordenó una serie de medidas para intentar hallar el revólver utilizado en el femicidio, ya que no fue encontrado en la escena del crimen.
La familia de la víctima dijo que días atrás Escobar había recibido un arma y una cantidad de drogas que presuntamente empezaría a comercializar en el vecindario. También lo describieron como una persona violenta y acusaron a sus padres de instigarlo a que agreda a la joven.
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