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La esquina de Mitre y Travi, en el corazón de Belén de Escobar, vuelve a recobrar vida con la restauración de un emblemático inmueble que llevaba un largo tiempo en estado de abandono.
Las obras, que comenzaron hace unos meses y ya se encuentran en su etapa final, dieron lugar a diversas hipótesis sobre el destino que tendrá esta casona, en la que muchos escobarenses recordarán que funcionó el restaurante Normando Bistró. Eso fue hace más de 15 años. Desde entonces, la propiedad quedó en desuso.
El edificio, que está siendo objeto de un cuidadoso proceso de remodelación, ya presenta un aspecto exterior completamente renovado, como puede apreciarse a siempre vista detrás de la cartelería de obra.
Con paredes revestidas de tarquini en marrón claro y amplios ventanales de vidrio laminado, la antigua estructura no solo está recobrando vida, sino que también jerarquiza esa esquina, ubicada a dos cuadras de la avenida Tapia de Cruz y a 100 metros de la avenida 25 de Mayo.
Quien está detrás del proyecto es el martillero escobarense Amílcar Satriano, que trasladará allí su oficina de la avenida 25 de Mayo al 1200, casi esquina Alberdi. El interior de este inmueble cuenta con 190 metros cuadrados, lo que le otorgará a la inmobiliaria un espacio amplio, confortable y funcional para sus actividades.
Esta inmobiliaria inició su actividad en 2007, pero Satriano cuenta con más de 30 años de experiencia en el mercado de bienes raíces, siendo un referente local del rubro. Ahora, con este cambio de locación, busca modernizar su operación sin perder el vínculo con la comunidad local.
Entre las novedades que trae esta restauración también se encuentra la reparación de la vereda con nuevas baldosas, lo que contribuirá a mejorar la estética y la accesibilidad de esta esquina. La apertura de la inmobiliaria está prevista para diciembre.
Este proyecto no solo pone en valor un edificio histórico, sino que también revitaliza un rincón del centro de la ciudad que, tiempo atrás, era un distinguido comercio gastronómico.
La renovación de este inmueble es un claro ejemplo de cómo espacios icónicos pueden reciclarse y adaptarse a los nuevos tiempos, manteniendo su identidad y al mismo tiempo impulsando el desarrollo comercial escobarense.
