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Con la llegada de la Navidad y el Año Nuevo, en el partido de Escobar se refuerzan los controles para evitar la venta y el uso de pirotecnia sonora, una práctica prohibida por ordenanza debido a sus efectos negativos en la salud, el ambiente y la convivencia social.
La ordenanza 5.826, sancionada en noviembre de 2020, prohíbe la fabricación, comercialización, tenencia, uso, manipulación y transporte de estos elementos en todo el distrito. La restricción alcanza a artefactos con efecto audible como petardos, fuentes, foguetas, morteros, morteros con bomba y cañas voladoras con paracaídas.
En este marco, desde el Municipio anunciaron que en esos días se reforzarán los operativos tanto en comercios habilitados como en ferias y puestos de venta informal, con el objetivo de prevenir infracciones y garantizar el cumplimiento efectivo de la normativa.
Las autoridades explicaron que esta medida busca promover un cambio cultural, priorizando el respeto por quienes presentan hipersensibilidad auditiva. Entre los grupos más afectados se encuentran personas del espectro autista, neurodivergentes y con trastornos de ansiedad, así como también adultos mayores y bebés, para quienes los ruidos intensos pueden generar crisis y episodios de estrés severo.
El impacto de la pirotecnia sonora también se manifiesta en el ámbito animal. Perros, gatos y otras mascotas suelen sufrir cuadros de pánico, desorientación y taquicardia, situaciones que durante celebraciones masivas pueden derivar en accidentes o extravíos.
Ante situaciones de venta ilegal o uso de pirotecnia sonora, la comunidad puede realizar denuncias a través del programa Ojos y Oídos en Alerta o de manera presencial en el Centro de Atención al Vecino (25 de Mayo 459, Belén de Escobar, de lunes a viernes de 9 a 15).
La ordenanza apunta a “consolidar a Escobar como un distrito libre de pirotecnia sonora, promoviendo celebraciones más inclusivas, responsables y seguras, donde el disfrute no implique perjuicios para personas, animales ni el ambiente”.
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