Ramos reemplazó a Garrone al frente del HCD, pero dijo que “no es una revancha”

Nueve meses después de haber sido destituido, el concejal oficialista reasumió en la presidencia del Concejo Deliberante de Escobar, pero evitó entrar en polémicas con su antecesora. “Los cargos son circunstancias”, dijo.

Regreso al estrado. El  referente de La Cámpora asumió por segunda vez la conducción del Concejo.

Nueve meses después de haber sido destituido, el concejal oficialista reasumió en la presidencia del Concejo Deliberante de Escobar, pero evitó entrar en polémicas con su antecesora. “Los cargos son circunstancias”, dijo.

La primicia que El Día de Escobar publicó el sábado se materializó tal cual este miércoles al mediodía: el concejal oficialista Pablo Ramos volvió a la presidencia del Concejo Deliberante en reemplazo de Gabriela Garrone, que dio un paso al costado para sumarse al Ejecutivo.

Luego del juramento de rigor, las fotos y los aplausos de sus amigos y allegados, el referente de La Cámpora habló sobre su reasunción, que se concretó con el voto unánime del cuerpo. “Para mí es una responsabilidad enorme volver a la presidencia”, reconoció el concejal de 33 años que hasta entonces era el titular del bloque oficialista (Peronismo que HACE). “Lo trataré de ejercer de la mejor forma, porque los cargos son siempre circunstancias y yo no me termino de encariñar jamás”, señaló, en declaraciones a este medio durante un cuarto intermedio.

“Me parece que el año que estuve a cargo del Concejo fue una gestión prolija y se adecuó al tiempo y volver es un respaldo de la política. Acá se toman todas las definiciones que le mejoran o empeoran la vida a la gente, por lo tanto, es un lugar muy importante y voy a tratar de dar lo mejor de mí para llevar la tarea”, manifestó.

Su sorpresiva salida de la mesa directiva del Concejo fue a fines del año pasado, como resultado de una alianza tejida entre Cambiemos, los concejales del ex intendente Sandro Guzmán y el otrora presidente del HCD Jorge “Acero” Cali. “Entiendo las reglas de la política. Además, el que se calienta, pierde”, había afirmado por entonces a la revista DIA 32. Tenía razón: no se calentó y ganó. O, al menos, recuperó el cargo que le habían arrebato.

“No es una revancha en términos políticos, porque los cargos son circunstancias. Esto me da la posibilidad de poder desarrollarme mejorando la performance de la pasada gestión en un momento muy importante de la Argentina y Escobar, donde la situación económica y social es muy compleja”, expresó.

A su vez, Ramos analizó los desafíos que tendrá por delante: “Este Concejo Deliberante va a tener que hacerse cargo de tomar algunas definiciones en términos locales, porque la demanda social y la crisis están solicitando muchísimo de nosotros. Tenemos que estar a la altura de las circunstancias para esta coyuntura política, que nos atraviesa a todos”, enfatizó.

A fojas cero. En diciembre, Garrone suplantó a Ramos. Ahora, tuvo que devolverle la presidencia.

A diferencia de otros años, el HCD local vive una temporada bastante calma entre todos los bloques, al menos en lo que hace a la mayoría de los tratamientos de temas municipales. “Me parece que nuestra bancada tiene algún nivel de chispazos con la de Cambiemos por cuestiones pura y exclusivamente de lo nacional y provincial. Tal vez en términos locales, los expedientes que tratamos no tienen tanto nivel de discusión porque la gestión es buena y los concejales opositores están entendiendo de a poco que, más allá de las decisiones políticas del Intendente, hay un acompañamiento general del pueblo de Escobar”, opinó el flamante titular del Concejo.

Por su parte, Garrone abandonó el recinto apenas le tomó juramento. Como pidió licencia para desempeñarse al frente de la Secretaría de Proyección Institucional del Municipio, su banca quedó vacante y será ocupada pro Cristian Romano, que también juró. Lo mismo hizo la oficialista Flavia Battistiol, que asumió la vicepresidencia segunda del cuerpo.

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