Por tercera vez en dos semanas, decenas de vecinos se movilizaron para rechazar el emplazamiento de un edificio penitenciario en el barrio Donatelli. Marcharon desde la entrada a la ciudad hasta el Palacio Municipal.
Decenas de vecinos marcharon este viernes a la tarde desde la entrada de Escobar hasta el Palacio Municipal para expresar su rechazo a la construcción de una alcaidía penitenciaria en el barrio Donatelli. Fue la tercera protesta en dos semanas.
La movilización se inició minutos después de las 18 en el reloj ubicado en el acceso a la ciudad, desde donde los manifestantes marcharon por la avenida 25 de Mayo portando pancartas contra el proyecto impulsado por el intendente Ariel Sujarchuk. La columna avanzó por la calle Rivadavia hasta llegar a la avenida Tapia de Cruz y desde allí, tras dar la vuelta a la plaza San Martín, se detuvieron frente al Palacio Municipal. En el trayecto cantaron varias veces el himno nacional.
Frente a la sede de gobierno, el primero en tomar la palabra fue el comerciante escobarense Daniel Laita. “No pudieron traernos un centro de investigación para el aprovechamiento del desarrollo de los recursos naturales, no pudieron traernos un centro de estudios para terminar con el cáncer. Nos vinieron a traer lo peor que una sociedad puede tener: una cárcel”, expresó el dirigente nacionalista, fundador de la agrupación Guías del Sur.
“No queremos venir acá, intendente. Si usted hubiese hecho las cosas como el pueblo lo necesitaba, nosotros ahora estaríamos disfrutando de una rica mateada en nuestro rancho. Pero cada vez que usted no nos escuche, nosotros vamos a volver acá. También lo iremos a visitar a su casa”, enfatizó Laita.
Otro vecino que tomó la palabra sostuvo que la alcaidía “no le conviene a nadie”. “Nos quieren vender pescado podrido diciendo que le va a traer beneficios al pueblo”, remarcó. Y pidió la relocalización del proyecto: “La cárcel la pueden hacer afuera, donde no moleste a los vecinos ni a los chicos. Ellos saben dónde la tienen que hacer”.
La tercera y última alocución fue de una vecina, quien comentó que ya se juntaron más de 3.600 firmas en contra del proyecto. “Es el 2% del padrón electoral de Escobar que le está diciendo no a la cárcel”, destacó. Por otra parte, sostuvo que ya presentaron el petitorio en la Municipalidad, el Concejo Deliberante, la Defensoría del Pueblo y el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
“Nosotros vamos a seguir insistiendo con las autoridades para que nos llamen a dialogar, pero nunca nos vamos a vender y permitir que la cárcel se haga. Solamente para que la saquen fuera del casco de Escobar, eso es lo que queremos la mayoría de los vecinos”, manifestó la mujer. “Sigamos en la lucha, esto recién empieza”, concluyó.
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La alcaidía de la discordia
Pese a haber sido aprobado por unanimidad y sin debate por el Concejo Deliberante en junio, el proyecto para instalar una alcaidía penitenciaria en el barrio Donatelli de Belén de Escobar levantó polvareda mucho tiempo después. Más exactamente, el lunes 6, en la semana previa a las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
La primera movilización, convocada a través de las redes sociales, se originó al conocerse que el gobierno provincial publicó en el Boletín Oficial el llamado a licitación para comenzar la construcción del edificio, tal como se dio a conocer el pasado 20 de agosto (ver nota acá).
Sin embargo, el proyecto había sido anunciado por el intendente Ariel Sujarchuk en diciembre del año pasado (ver nota acá), mientras que el convenio entre el Municipio y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense se firmó una semana después (ver nota acá).
La alcaidía departamental que se prevé construir en Belén de Escobar tendrá capacidad para alojar hasta 300 internos, con lo cual resolverá un problema de antigua data como la superpoblación en los calabozos de las comisarías (ver nota acá). Para los vecinos del barrio Donatelli, en cambio, será un problema nuevo.
“El centro de detención provisoria se construirá en un predio de una hectárea y media, al lado del cementerio municipal. No queremos que se vea perjudicado el valor de nuestras propiedades, ni se altere la tranquilidad y el ambiente de nuestra comunidad”, afirmaron a través de una petición en la plataforma Change.
El malestar de los vecinos replica una situación similar a la que ocurrió el año pasado en Ingeniero Maschwitz, donde el Servicio Penitenciario Bonaerense tenía previsto construir un edificio de las mismas características sobre la ruta 26, en el límite con el partido de Tigre (ver nota acá). Ante el rechazo que generó, la iniciativa quedó desechada, a pesar de haber sido aprobada en noviembre por la Legislatura provincial (ver nota acá), en el marco de un proyecto de ley mucho más amplio.
Sin embargo, la posibilidad de relocalizar la futura alcaidía no sería negociable. “Voy a sostener la decisión, sin dejar de escuchar el reclamo de los vecinos y atender a todos”, afirmó el intendente Ariel Sujarchuk a El Día de Escobar (ver nota acá).