La liturgia ricotera se hizo sentir en Garín con el show de Los Decoradores

Los ex músicos de Los Redonditos se presentaron ante más de tres mil fanáticos en un concierto a beneficio de la fábrica recuperada Madygraf. Entre los invitados estuvo el cantante de La Mancha de Rolando.

Al palo. Durante dos horas y media, la banda se entregó por entero al público con un repertorio arrollador.

Los ex músicos de Los Redonditos se presentaron ante más de tres mil fanáticos en un concierto a beneficio de la fábrica recuperada Madygraf. Entre los invitados estuvo el cantante de La Mancha de Rolando.

Ante más de tres mil fanáticos que colmaron el predio de la cooperativa gráfica Madygraf de Garín, la banda de los ex integrantes de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Los Decoradores, ofreció este sábado a la noche un espectacular show a beneficio de la fábrica recuperada por los trabajadores.

En una jornada teñida de política, los ricoteros de la zona norte del Conurbano pudieron darse un verdadero gustazo no muy lejos de su casa: durante dos horas y media escucharon en vivo y poguearon al son de las canciones más populares del emblemático grupo argentino de rock, liderado entre los años 1976 y 2001 por Carlos “Indio” Solari y Skay Beilinson, los únicos ausentes en una noche única.

“La Kermesse Redonda”, como Los Decoradores denominan a sus shows, empezó a las 22 con el tema Nuestro amo juega al esclavo (¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado-1989), cuyo significado está más vigente que nunca, y continuó con Barbazul versus el amor letal, canción que integró el primer álbum de estudio (Gulp!-1985) de la mítica banda surgida en La Plata.

Luego, le sucedieron Vencedores vencidos (Un baion para el ojo idiota-1988), Nene nena (Demo RCA-1982) y El infierno está encantador (Gulp!), tres temas que hicieron entrar en calor y hacer olvidar del frío imperante al público presente, que coreó cada una de las letras con alma y vida.

La temperatura corporal terminó de subir con un sinfín de canciones, entre las que se destacaron dos clásicos de Los Redondos como Tarea fina y Un poco de amor francés, ambos pertenecientes al disco La mosca y la sopa (1991). También hicieron lo suyo Roto y mal parado (Gulp!) y Criminal mambo (Gulp!), dos de sus temas más añejos y, como si se tratara de un vino fino, más sabrosos para el paladar ricotero.

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El final del recital, que contó con un sonido de primer nivel y trascurrió bajo un clima de camaradería total -no hubo presencia policial-, llegó a toda orquesta rozando las 00.30 con la inoxidable Vamos las bandas (Un baion para el ojo idiota) y el mítico Jijiji (Oktubre-1986), donde “el pogo más grande del mundo” se hizo presente aunque en escala reducida.

Los Decoradores, cuyo staff estable está conformado por los ex Redondos Sergio Dawi -saxo-, Semilla Bucciarelli -bajo-, Walter Sidotti -batería- y Tito Fargo -guitarra-, tuvieron como músicos invitados al vocalista y líder de Mancha de Rolando, Manuel Quieto, y a Lu Martínez, de Las Taradas, entre otros.

Fueron dos horas y media de un show de alto vuelo musical, pero que también tuvo un costado claramente político: lo recaudado por la venta de entradas -costaban entre $400 y $500- fue a total beneficio de la cooperativa gráfica Madygraf, la imprenta que funciona bajo gestión obrera desde 2014, luego que la empresa estadounidense RR Donnelley S.A. cerrara sus puertas, y que desde el año pasado ve peligrar su funcionamiento por los tarifazos del gobierno nacional.

En este marco, el saxofonista del grupo, Sergio Dawi, aprovechó el único intervalo que tuvo el recital para expresar la solidaridad del grupo para con los trabajadores que luchan por sus empleos, y también para los que fueron despedidos recientemente en fábricas de la zona, como Alba y Alijor, en Garín.

Durante este segundo Festival contra el ajuste, los despidos y los tarifazos, que contó con la participación de representantes de otras fábricas, como Andrés Blanco de la emblemática FaSinPat -ex Zanón-, se realizó también un pañuelazo verde a favor del aborto legal, seguro y gratuito en la Argentina.

En definitiva, buena música y política se conjugaron en una noche que los ricoteros del partido de Escobar y alrededores agradecerán eternamente y piden, obviamente, que se repita pronto.

Por Damián Fernández

Fotos: La Izquierda Diario

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