Más incriminaciones a Patti por el asesinato de José Gonçalvez

“Lo había amenazado de muerte y lo torturaba”, afirmó un ex militante peronista de Garín. El ex comisario siguió el juicio en ambulancia.

“Lo había amenazado de muerte y lo torturaba”, dijo un militante peronista de Garín detenido en 1976.

El Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín reanudó este lunes las audiencias de declaraciones testimoniales en el juicio oral contra el ex comisario Luis Patti, acusado por delitos de lesa humanidad cometidos durante el último gobierno militar.
En primer lugar declaró Daniel Antonio Lagarone, un ex militante del Partido Justicialista de la zona de Garín, quien aseguró que presenció cómo Luis Patti amenazó de muerte a José Gonçalvez por su “militancia política”.
El sobreviviente jornalero vinculó a Patti con torturas a secuestrados y violaciones cometidas en un camión celular estacionado en los fondos de la comisaría 1ra de Escobar, por donde pasaron Gonçalvez y otras víctimas.
Desde el inicio del juicio oral, esta fue la primera vez que un testigo vinculó de manera directa al ex policía de 56 años con los secuestros, torturas y asesinatos ocurridos en la comisaría de Escobar tras el golpe de Estado, cuando fue ocupada por militares dependientes de Campo de Mayo.
“Por primera vez fui torturado en el Tiro Federal de Campana y el que me torturó era Luis Abelardo Patti, a cada rato me decía ‘vos me conocés’”, relató el ex detenido ante los jueces del tribunal Lucila Larrandart, Horacio Sagretti y Marta Miloc.
Lagarone narró detalles de su secuestro que vinculan a Patti y otros hechos donde lo acusó de haber amenazado de muerte varias veces a Gonçalvez, su ex compañero de militancia en Escobar, y de torturar y cometer violaciones.
En un intento por desacreditar el testimonio, el defensor de Patti, Silvio Duarte, preguntó al sobreviviente por qué no había narrado antes estos episodios que vinculan a su defendido con el asesinado Gonçalvez.
“Mis primeras declaraciones fueron en 1984, con mucho miedo y temor en ese momento, y no hice referencias ante el juez de la causa y algo de razón tuve, porque después se declaró incompetente y paso a la Justicia militar”, recordó.
Agregó que luego “se me tomó nuevamente declaración en Campo de Mayo. No podía decir esto y después, cuando declaré ante la Cámara Federal de San Martín, tampoco, todavía tenía miedo”.
“Hoy me animo, porque sé que verdaderamente se está haciendo Justicia, puedo confiar en este honorable tribunal, esa es la verdad”, dijo el jornalero.
Antes había recordado que Patti le gritó “ponete contra la pared, montonero hijo de puta”, el 28 de marzo de 1976, cuando entró a su casa para llevárselo delante de sus siete hijos.
Después se lo llevaron en el baúl de un auto hasta la comisaría de Escobar, donde estuvo varios días, y vio a Gonçalvez y otras víctimas en un camión celular estacionado en los fondos.
“Patti me está matando de a poco con la tortura”, recordó que alcanzó luego a contarle Gonçalvez cuando compartieron cautiverio en un camión celular estacionado en el fondo de la seccional 1.
El cuerpo calcinado y con un balazo en la cabeza de Gonçalvez apareció poco después en El Cazador, camino al río Luján, junto a otros tres cuerpos que recién fueron identificados en democracia tras haber sido enterrados como NN en el cementerio de Escobar.
El sobreviviente fue el primero en declarar haber visto y reconocido la voz de Patti en la seccional de Escobar días después del golpe militar y en vincularlo con las torturas que relató Gonçalvez a sus compañeros de detención.
“Lo vi a Patti y escuché otro día a una compañera, la ‘China’ gritarle ‘no Patti, estoy indispuesta, no me quieras hacer nada’, se ve que la quería violar a la compañera”, relató.
Además refirió que un día los bajaron a todos del celular para un “simulacro de fusilamiento” y ahí escuchó también a Patti.
Lagarone fue trasladado junto a otros secuestrados a distintos destinos, como el Pozo de Banfield, y finalmente blanqueado y puesto a disposición del Poder Ejecutivo en la cárcel de Mercedes, hasta que lo liberaron en 1980.
En cuanto a Gonçalvez, por cuyo asesinato es juzgado Patti, el testigo lo conocía de la militancia conjunta en Garín “hasta su secuestro hubo muchas persecuciones, en la calle fue amenazado de muerte por Luis Abelardo Patti. Fui testigo de dos de esas amenazas”.
“En una ocasión estaba con Victoria Granada, su compañera (también secuestrada y luego identificada en una tumba colectiva), le decía que se portara bien porque era hombre muerto”, añadió.
El testigo escuchó por última vez a Gonçalvez en el camión celular en Escobar y después no volvió a verlo. “Nos querían hacer creer que se había fugado a Uruguay”, recordó.
Luego de la declaración de Lagarone fue el turno de Norberto Padilla, quien se desempeñó como oficial principal de la comisaría de Escobar en 1976.
Padilla señaló que la seccional era controlada por las fuerzas militares y que la Policía bonaerense “se dedicaba a tareas de calle”.
Además afirmó: “Los militares venían a la comisaría con el rostro tapado, vestían de civil o con traje militar, pero no se los podía identificar”.
En la jornada, los jueces también escucharon el testimonio de los oficiales ayudantes José Ventola y Mario Florentino.
El juicio se desarrolla en el auditorio Hugo del Carril, en la localidad bonaerense de José León Suárez, y son acusados también el dictador Reynaldo Bignone y el ex general a cargo de Campo de Mayo en esa época, Santiago Omar Riveros, el único que sigue asistiendo a la sala de audiencias.
El resto de los procesados se queda en una sala contigua a la sede del debate, mientras que Patti permanece en una ambulancia.
Todos están acusados de diez casos de privaciones ilegales de la libertad, torturas y asesinatos, entre ellos el del ex diputado Diego Muñiz Barreto.
Laragone dijo haber sido secuestrado y torturado por Patti.

Daniel Lagarone dijo haber sido secuestrado y torturado por Patti.

El Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín reanudó este lunes las audiencias de declaraciones testimoniales en el juicio oral contra el ex comisario Luis Patti, acusado por delitos de lesa humanidad cometidos durante el último gobierno militar.

En primer lugar declaró Daniel Antonio Lagarone, un militante del Partido Justicialista de la zona de Garín, quien aseguró que presenció cómo Luis Patti amenazó de muerte a José Gonçalvez por su “militancia política”.

El sobreviviente vinculó a Patti con torturas a secuestrados y violaciones cometidas en un camión celular estacionado en los fondos de la comisaría 1ra de Escobar, por donde pasaron Gonçalvez y otras víctimas.

Desde el inicio del juicio oral, esta fue la primera vez que un testigo vinculó de manera directa al ex policía de 56 años con los secuestros, torturas y asesinatos ocurridos en la comisaría de Escobar tras el golpe de Estado, cuando fue ocupada por militares dependientes de Campo de Mayo.

“Por primera vez fui torturado en el Tiro Federal de Campana y el que me torturó era Luis Abelardo Patti, a cada rato me decía ‘vos me conocés’”, relató el ex detenido ante los jueces del tribunal Lucila Larrandart, Horacio Sagretti y Marta Miloc.

Lagarone narró detalles de su secuestro que vinculan a Patti y otros hechos donde lo acusó de haber amenazado de muerte varias veces a Gonçalvez, su ex compañero de militancia en Escobar, y de torturar y cometer violaciones.

En un intento por desacreditar el testimonio, el defensor de Patti, Silvio Duarte, preguntó al sobreviviente por qué no había narrado antes estos episodios que vinculan a su defendido con el asesinado Gonçalvez.

“Mis primeras declaraciones fueron en 1984, con mucho miedo y temor en ese momento, y no hice referencias ante el juez de la causa y algo de razón tuve, porque después se declaró incompetente y paso a la Justicia militar”, recordó.

Agregó que luego “se me tomó nuevamente declaración en Campo de Mayo. No podía decir esto y después, cuando declaré ante la Cámara Federal de San Martín, tampoco, todavía tenía miedo”.

“Hoy me animo, porque sé que verdaderamente se está haciendo Justicia, puedo confiar en este honorable tribunal, esa es la verdad”, dijo el militante.

Antes había recordado que Patti le gritó “ponete contra la pared, montonero hijo de puta”, el 28 de marzo de 1976, cuando entró a su casa para llevárselo delante de sus siete hijos.

Después se lo llevaron en el baúl de un auto hasta la comisaría de Escobar, donde estuvo varios días, y vio a Gonçalvez y otras víctimas en un camión celular estacionado en los fondos.

“Patti me está matando de a poco con la tortura”, recordó que alcanzó luego a contarle Gonçalvez cuando compartieron cautiverio en un camión celular estacionado en el fondo de la seccional 1.

El cuerpo calcinado y con un balazo en la cabeza de Gonçalvez apareció poco después en El Cazador, camino al río Luján, junto a otros tres cuerpos que recién fueron identificados en democracia tras haber sido enterrados como NN en el cementerio de Escobar.

El sobreviviente fue el primero en declarar haber visto y reconocido la voz de Patti en la seccional de Escobar días después del golpe militar y en vincularlo con las torturas que relató Gonçalvez a sus compañeros de detención.

“Lo vi a Patti y escuché otro día a una compañera, la ‘China’ gritarle ‘no Patti, estoy indispuesta, no me quieras hacer nada’, se ve que la quería violar a la compañera”, relató.

Además refirió que un día los bajaron a todos del celular para un “simulacro de fusilamiento” y ahí escuchó también a Patti.

Lagarone fue trasladado junto a otros secuestrados a distintos destinos, como el Pozo de Banfield, y finalmente blanqueado y puesto a disposición del Poder Ejecutivo en la cárcel de Mercedes, hasta que lo liberaron en 1980.

En cuanto a Gonçalvez, por cuyo asesinato es juzgado Patti, el testigo lo conocía de la militancia conjunta en Garín “hasta su secuestro hubo muchas persecuciones, en la calle fue amenazado de muerte por Luis Abelardo Patti. Fui testigo de dos de esas amenazas”.

“En una ocasión estaba con Victoria Granada, su compañera (también secuestrada y luego identificada en una tumba colectiva), le decía que se portara bien porque era hombre muerto”, añadió.

El testigo escuchó por última vez a Gonçalvez en el camión celular en Escobar y después no volvió a verlo. “Nos querían hacer creer que se había fugado a Uruguay”, recordó.

Luego de la declaración de Lagarone fue el turno de Norberto Padilla, quien se desempeñó como oficial principal de la comisaría de Escobar en 1976.

Padilla señaló que la seccional era controlada por las fuerzas militares y que la Policía bonaerense “se dedicaba a tareas de calle”.

Además afirmó: “Los militares venían a la comisaría con el rostro tapado, vestían de civil o con traje militar, pero no se los podía identificar”.

En la jornada, los jueces también escucharon el testimonio de los oficiales ayudantes José Ventola y Mario Florentino.

El juicio se desarrolla en el auditorio Hugo del Carril, en la localidad bonaerense de José León Suárez, y son acusados también el dictador Reynaldo Bignone y el ex general a cargo de Campo de Mayo en esa época, Santiago Omar Riveros, el único que sigue asistiendo a la sala de audiencias.

El resto de los procesados se queda en una sala contigua a la sede del debate, mientras que Patti permanece en una ambulancia.

Todos están acusados de diez casos de privaciones ilegales de la libertad, torturas y asesinatos, entre ellos el del ex diputado Diego Muñiz Barreto.

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