Actualmente se está finalizando el nuevo distribuidor vial en la unión de la dársena con la ruta 25. También se realizaron senderos y bancos de hormigón frente al río.
Con demoras por las lluvias y algunas crecidas del río Paraná, las obras de remodelación de la costanera se encuentran en la última etapa. En el Municipio confían en que a fines de enero o principios de febrero ya esté todo listo.
Actualmente se está terminando el distribuidor vial que se realizó en la unión de la dársena con la ruta 25. Es una suerte de rotonda, ornamentada con varias palmeras, que contará con un paquete estructural de 33 centímetros de espesor. También se están ampliando la banquina y los cordones de hormigón a lo largo de siete cuadras.
De cara al río se colocaron bancos de material y se realizó un sendero de hormigón peinado para el tránsito peatonal de los visitantes, entre otras mejoras que ya le cambiaron notablemente el aspecto a la zona portuaria.
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“Es un paseo para disfrutar en familia, pero también para que lo cuidemos entre todos, porque durante años estuvo prácticamente abandonado y hoy vuelve a ser patrimonio de todos los escobarenses”, expresó el intendente interino Pablo Ramos, quien recorrió las obras junto a otros funcionarios municipales.
Las obras se iniciaron en septiembre y la idea inicial era que estuvieran finalizadas antes de fin de año, para que los escobarenses y vecinos de otros distritos puedan disfrutar la puesta en valor de la costanera apenas iniciada la temporada estival. Pero surgieron contratiempos.
“Nos están matando las lluvias y la crecida del río”, le confesó a El Día de Escobar un funcionario. Por eso, ahora la fecha tentativa de inauguración se corrió para “fines de enero o primeros días de febrero”. En cualquier caso, falta muy poco.