La cantante Iris Pavoni será la persona encargada de tomar el timón y darle un destino a la Dirección de Cultura, que naufraga a la deriva y sin capitán a bordo desde septiembre, cuando el pattista Bruno Barrionuevo debió presentar la renuncia. Eso sí, para que su designación se haga efectiva deberá esperar hasta el 11 de diciembre, fecha en la que habrá expirado su acotado mandato de concejal.
La versión fue confirmada a El Día de Escobar por su propia protagonista, quien reveló que recibió el ofrecimiento en una reciente reunión a la que había sido convocada por el intendente Sandro Guzmán.
La trayectoria política de la cantante maschwitzense comenzó de la mano de Luis Patti, con más carácter de militante que de dirigente. Sin embargo, su candidatura a concejal en 2005 le permitió llegar al Concejo Deliberante tras una sucesión de licencias de quienes habían sido electos. Apenas entró, se sentó en el bloque peronista. Días antes, el Jefe de Gabinete, Walter Blanco, le había dado la bienvenida al oficialismo.
Pese a su entusiasmo inicial por promover iniciativas en el área cultural, Pavoni ha pasado casi inadvertida durante toda su estadía en el Legislativo, al punto que no se conocen proyectos de su autoría ni ha pedido la palabra en una sesión. Sin embargo, se la ve con renovadas expectativas por este nombramiento que aceptó sin vacilar. Y promete hacer todo lo que esté a su alcance por lograr que Escobar sea sede de los festivales Pre Cosquín y Pre Baradero, entre otras ideas que ya tiene en mente.
Hasta el 10 de diciembre, por lo pronto, la Dirección de Cultura seguirá en el mismo estado de acefalía en que se encuentra desde el 1° de septiembre, luego de que Bruno Barrionuevo -también maschwitenze y amigo de Pavoni- haya tenido que presentar la renuncia por sus públicas discrepancias con el secretario de Gobierno, Hugo Cantero.
Doble comando en Maschwitz
Otro concejal que cuando termine su mandato pasará al plantel del Ejecutivo es Mauro Moro, que ya tiene destino de delegado municipal en su localidad, Ingeniero Maschwitz.
Pero Moro, que llegó al Concejo Deliberante bajo el ala del tres veces reelecto concejal Luis Carranza, no será el mandamás del pueblo. La idea que elucubran en el Palacio Municipal es crear un cargo similar al de supervisor general para ubicar al ex diputado provincial Osvaldo Fernández, quien sería el máximo responsable político de esa localidad.
El acercamiento con Guzmán del ex pattista, que creó un partido vecinal (FIE) para presentarse como candidato a intendente en 2007, lleva ya largos meses y tuvo su primera materialización con el regreso de su esposa, Claudia D’Ortona, al staff del gobierno, donde estrenó el cargo de directora general de Gestión Municipal.
A estas novedades se suman otras ya difundidas por este medio: el actual presidente del Concejo Deliberante, Elio Miranda, tiene todas las fichas para convertirse en el segundo Jefe de Gabinete en la historia del Municipio; y el concejal hasta diciembre Roberto Palau ya se calzó el traje de secretario de Gobierno para reemplazar al mutilado Hugo Cantero.
Se suman, como nuevas versiones, que Cantero tendría más chances de regresar a la Subsecretaría de Educación y Cultura, que conducía antes de ascender a Gobierno, que de proyectarse hacia algún despacho provincial o nacional.
También se comenta que habrá caras nuevas en otras delegaciones municipales. Luis Ravaschino, obligado a correrse para que entre Moro, iría como delegado a Matheu en lugar de Carlos Sánchez, que pasaría a desempeñarse al frente del Centro Comunal.