Boliches que hicieron historia en Escobar: Success, Walkiria y Kabuki

Entre finales de los ’80 y los ’90, e incluso antes, la noche escobarense tuvo discotecas inolvidables. Los dueños de tres de ellas recuerdan una época única, llena de esplendor.
lunes 25 septiembre, 2023

La noche de Escobar tuvo épocas doradas, inolvidables para quienes la vivieron. Y de eso se trata el quinto episodio de la tercera temporada de ADN Escobarense, dedicada a tres boliches que “hicieron historia”: Success, Kabuki y Walkiria.

El documental comienza con el testimonio de Carlos Lamaleto, quien junto a Alfredo Bianco -su suegro- y Alejandro Fedeli -un amigo- inauguró en diciembre de 1987 Success, una disco que hizo honor a su nombre: fue un verdadero suceso en la ciudad.

A la inauguración asistieron 1.200 personas, entre invitados especiales y público. Esa glamorosa apertura marcó el inicio de varios años de esplendor. “Era algo que sobrepasaba lo que hubo en Escobar hasta ese momento. Y algo totalmente nuevo para nosotros, que éramos comerciantes, pero no de la noche”, recuerda Lamaleto.

La inversión en publicidad, con sus afiches y tarjetas que aún hoy muchos conservan como un valioso tesoro, fue la clave para que el boliche alcanzara el boom que logró. “Había 40 tarjeteros, desde Zárate hasta Tigre. Todas las semanas se repartían entre 15 y 20 mil tarjetas”, señala el ex empresario de la noche.

Sus matinés y las maratones eran un furor que nunca se había visto y que nunca volvió a verse en la ciudad, por entonces todavía pueblo. Figuras del espectáculo y famosos artistas pasaron por la disco de Tapia de Cruz al 666, a la que llegaba gente de todas partes, incluso de ciudades como San Isidro o Vicente López.

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El ocaso de Success ocurrió en la segunda mitad de los 90. “Nos limitó la ley Duhalde, que nos obligaba a cerrar a las 3 de la madrugada”, apunta Lamaleto. Así, el cierre llegó, indefectiblemente, en 1999.

Del documental también participa Martín Penna, el dee jay que era el encargado de encender cada noche y de seleccionar los momentos precisos para los bloques de lentos, en los que tantas parejas se formaron, incluso matrimonios que aún perduran.

Sus anécdotas enriquecen una historia que quedará para siempre en la memoria de quienes vibraron al ritmo de Success cada fin de semana.

Otro de los grandes boliches que tuvo Escobar en esa época fue Walkiria, que abrió sus puertas en septiembre de 1990, donde antes funcionó la disco Ananá. Estaba en la esquina de Estrada y Asborno, justo frente a la Municipalidad y la plaza principal.

“Las fiestas que armábamos eran una locura”, afirma Gustavo Alvarez, uno de sus dueños, junto a Carlos Costa. Además, recuerda lo que fue la presentación en vivo del legendario Pappo, cuando su hit “Mi vieja” sonaba a cada rato en todas las radios. “Fue una experiencia bárbara”, concluye, nostálgico de aquellos tiempos de diversión a granel.

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El tercer bloque del episodio está dedicado a Kabuki, el histórico boliche de la calle Colón 527, al lado de la sede del Club Sportivo Escobar, donde ahora hay una cervecería.

“Las chicas van a Kabuki” fue el leit motiv con el que durante mucho tiempo se promocionó la confitería. Era cierto, porque entraban gratis. Y detrás de ellas lo hacían los chicos.

Kabuki abrió en junio de 1966 y su existencia se extendió a lo largo de tres décadas. “Acá fui muy feliz”, sostiene Angel Magnarelli, cuyo testimonio también está cargado de vivencias, alegrías y sinsabores de aquella experiencia que atravesó gran parte de su vida.

Esta nueva entrega de ADN Escobarense -una producción periodística de Pablo Vega y Florencia Castro- dura 24 minutos y logró una singular repercusión. A pocos días de su estreno, ya acumulaba más de tres mil visualizaciones en el canal de YouTube de El Día de Escobar, sin contar las interacciones en sus cuentas de Instagram y Facebook.

La avant premiere del capítulo se realizó el domingo 24 en El Patio Escobar, con la presencia de más de cien espectadores, en una noche que también movilizó muchos sentimientos y emociones.

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