Humo y fuego sobre la ruta 25 en una nueva protesta contra las termoeléctricas

Vecinos de Matheu y Villa Rosa realizaron un piquete para denunciar la potente contaminación sonora de las centrales energéticas. “Esto ahora es una guerra”, afirmaron, en plena protesta. Y denunciaron connivencia del OPDS con las empresas.

No pasarás. Los vehículos debieron desviarse por la calle Alborada para retomar la ruta 25 por el piquete.

Vecinos de Matheu y Villa Rosa realizaron un piquete para denunciar la potente contaminación sonora que están provocando las centrales energéticas. “Esto ahora es una guerra”, afirmaron. La protesta se extendió durante dos horas. 

Un grupo de vecinos cortó intempestivamente la ruta provincial 25 este lunes a la mañana para denunciar la contaminación sonora que están provocando las dos centrales energéticas emplazadas en el límite entre Matheu y Villa Rosa, al tiempo que pidieron, por enésima vez, que sean relocalizadas.

“Estamos hace más de un mes haciendo reclamos al OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) porque los ruidos son insoportables y las arrancan todos los días. El domingo pasado estuvieron prendidas 35 horas seguidas y ellos argumentan que están probando. Evidentemente, nos están tomando el pelo y ya estamos hartos”, explicó la vecina Rita De Palma a El Día de Escobar sobre los motivos del sorpresivo piquete, que tuvo lugar durante dos horas en el cruce de ruta 25 y la calle La Alborada.

“Hay gente que no puede dormir a la noche, les tiemblan las ventanas. Por eso la gente se levantó y dijo basta. Ahora, las centrales colocaron plantas y APR, además, puso containers para tapar el ruido. ¡Nos están cargando!”, agregó encolerizada, al tiempo que cuestionó el accionar del OPDS y denunció un negociado entre el gobierno nacional y las empresas APR Energy SRL y Araucaria Energy SA.

“Los de la OPDS vienen y nos dicen que no pueden entrar a tomar mediciones y controlar. ¿Cómo nos van a decir eso? ¡Si son ellos los que tienen que controlar! Encima, cuando los llamamos responden que vienen dentro de dos horas y a las dos horas se apagan las máquinas, oh casualidad. Para nosotros es un arreglo entre ellos”, disparó.

“No están autorizadas por el Municipio y están funcionando igual, porque ya lo sabemos. También sabemos que están exportando energía al Uruguay. Para eso funcionan, para los grandes negociados, para llenarse los bolsillos mientras nos están arruinando la vida. El tema de los tarifazos tiene que ver con este negociado sucio e impune”, acotó la mujer, totalmente indignada.

En cuanto a la causa judicial, el abogado de los vecinos autoconvocados y ambientalistas, Gustavo Madeira, informó que sigue su curso normal en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde llegó en julio pasado luego que presentaran un recurso de queja “por el tema de las cautelares”, las cuales habían sido levantadas a favor de las empresas energéticas por la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín.

Al respecto, aseguró que dos de los cinco magistrados que integran el máximo tribunal judicial del país ya se pusieron en autos y “mandaron a pedir los expedientes” que abrió oportunamente el Juzgado Federal de Campana a pedido de los vecinos. “Lo bueno es que no lo rechazaron de plano y que se está moviendo, pero los tiempos de la justicia son otros”, señaló.

Por esta razón, y porque ya no toleran el ensordecedor ruido que producen las usinas energéticas, los vecinos que llevan adelante esta cruzada, la cual cobró notoriedad pública en octubre de 2017, aunque la polémica se había iniciado en diciembre de 2016, adelantaron que seguirán realizando este tipo de manifestaciones, a pesar de que los ambientalistas que integran este grupo no participaron de esta protesta por discrepar con su metodología.

“Esto no puede continuar así. Estamos cansados y por eso hicimos este corte sorpresa, y lo vamos a seguir haciendo. Está mal que hayamos cortado y quemado gomas, pero es la única manera de que nos vean. Si ellos nos están matando, ¿qué nos hace la contaminación de dos o tres gomas un rato comparado a lo que nos van a hacer ellos durante toda la vida?”, esgrimió la referente vecinal.

“Si ellos hacen lo que quieren, nosotros también vamos a hacer lo que queremos. Francamente, esto ahora es una guerra. Vamos a seguírsela hasta el final, porque estas dos termoeléctricas no pueden estar en el medio de los pueblos, las tienen que sacar de acá y trasladar a donde corresponde. Si arrancan solo tres turbinas y no se puede dormir del ruido que hacen, ¿te imaginás cuando prendan las catorce que tienen? ¿Qué va a ser esto?”, concluyó.

Por Damián Fernández

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