Un aberrante hecho de inseguridad salió a la luz este domingo de Pascuas en Belén de Escobar, donde una jubilada de 89 años fue asesinada en el patio de su vivienda, en el marco de un robo. Es el tercer adulto mayor que muere a manos de delincuentes en los últimos cuatro meses. Hay dos sospechosos detenidos, quienes son vecinos y conocidos de la víctima.
El brutal ataque ocurrió en un domicilio ubicado en la calle Los Jazmines 2651 del barrio Lambertuchi, a unas seis cuadras de la ruta provincial 25, donde vivía Dominga Ponce. En horas del mediodía, familiares de la mujer que volvían de un viaje a San Clemente del Tuyú se encontraron con un inesperado y escalofriante escenario al llegar a la vivienda.
La mujer estaba en el patio de su casa, sentada en una silla plástica, con una soga alrededor de su cuello y sujeta a la reja de una ventana. Los primeros indicios sugerían que Ponce se habría quitado la vida. Sin embargo, esa hipótesis quedó rápidamente descartada.
Al tomar conocimiento del hecho, al lugar asistieron efectivos de la comisaría Escobar 1ra y de otras dependencias de la ciudad, quienes se entrevistaron con el hijo de la mujer, Pedro Raúl Riveros (61). La escena del hecho se preservó hasta la llegada de personal de la Policía Científica, cuya intervención dio un vuelco a la investigación.
Los peritos determinaron que no existían “elementos suficientes para certificar que se tratara de un suicidio”. Esto levantó fuertes sospechas sobre la posible comisión de un robo que sus autores habrían querido camuflar como un suicidio. Paralelamente, el personal policial recopiló imágenes de las cámaras de seguridad de los alrededores y tomó declaración a familiares y vecinos de la octogenaria.
De la investigación surgió la sospecha sobre dos hombres que viven frente a la casa de la víctima, donde a la noche se realizó un allanamiento. En el interior de ese domicilio se encontraron varios elementos pertenecientes a Dominga Ponce, como una billetera, vestimenta, un televisor y un ventilador.
Además de incautar estos objetivos, la Policía detuvo inmediatamente a los dos sospechosos. Se trata de un hombre de 71 años, llamado Carlos Alberto Herrera, y su hijo, Matías Leonel Herrera, de 32. Ambos están acusados de ser los presuntos autores del asesinato de la mujer.
Voceros policiales señalaron a El Día de Escobar que los dos sospechosos eran personas de confianza de la víctima. De hecho, ya conocían su vivienda por haber ido a repararle artefactos. Además, en varias ocasiones la habían acompañado al banco a cobrar la jubilación.

De todo el procedimiento también participaron personal de la Jefatura Departamental de Escobar y de la DDI Zárate-Campana. A su vez, en la comisaría Escobar 1ra se instruyó un sumario caratulado “homicidio en ocasión de robo”.
Adultos mayores en la mira
Los asaltos violentos a personas de la tercera edad se están volviendo moneda corriente en el partido de Escobar. Ya es el cuarto en cuatro meses y el tercero con final trágico. El pasado jueves 10, cuatro delincuentes encapuchados ingresaron de madrugada a una vivienda de la calle Falucho al 1500, a una cuadra de la plaza principal de Ingeniero Maschwitz. En su interior se encontraban Otto Antonio Müller, de 88 años, y su mujer, Sara Mor, de 87.
Los malvivientes maniataron a sus víctimas y se encarnizaron con el hombre, a quien ataron de manos y le propinaron varios golpes en la cabeza. La agresión fue tan brutal que Müller falleció siete días después.
A este lamentable episodio se le suma otro similar ocurrido en la madrugada del martes 22 de enero en un domicilio de la calle Córdoba al 1274, también a una cuadra de la plaza de Maschwitz. En su interior estaban Miguel Ángel Mullroney, de 79 años, y su mujer, Teresa Parodi, de 78. El asaltante los amenazó con un arma blanca y les sustrajo diversas pertenencias.
Esta alarmante ola de ataques a adultos mayores en Maschwitz comenzó el pasado martes 31 de diciembre, cuando dos delincuentes ingresaron al domicilio de una mujer de 90 años, llamada Sara Sosa, en el barrio San Miguel. Los asaltantes golpearon salvajemente a la víctima hasta provocarle la muerte. Le robaron una garrafa y carne picada.