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A diez del final, el lateral misionero le dio el empate ante Flandria. El local mereció un poco más, pero sigue último.
En su casa, Armenio apenas pudo rescatar un punto ante Flandria.
Pegó varios remates en los palos y durante algunos pasajes mostró la actitud que las circunstancias requieren, pero Deportivo Armenio no consigue nada sin sufrir mucho. Y así volvió a pasar este sábado, en Ingeniero Maschwitz, donde apenas si logró empatar con Flandria, en un partido de la 30° fecha de la Primera “B” Metropolitana.
Adrián Galeano, a diez del final, logró la paridad. De no haber sido por el lateral misionero, que se incorporó al plantel tricolor este año, probablemente el equipo de Horacio Cirrincione hubiese sumado un nuevo traspié, lo que sumado a su condición de local habría generado un clima de lo más espeso. El punto, por lo menos, es algo. Si la premisa ya se reduce a sumar, el objetivo básico se cumplió. Ganar, a esta altura, suena a ambición desmedida: solo ocurrió tres veces en la temporada.
Flandria, que navega en mitad de tabla y también está ávido de engordar su promedio, se puso en ventaja a los 29’ de la etapa inicial con un penal que Alejandro González canjeó por gol. Ni antes ni después el “Canario” logró complicar a Armenio, pero con esa mano en el área y la conversión le alcanzó para no volverse a Jáuregui con las manos vacías.
El tricolor tiene ahora 22 unidades -comparte la última posición con Comunicaciones- y suma cuatro encuentros sin alegrías. En la próxima fecha visitará a Brown de Adrogué.
