Furia y dolor en la marcha por el asesinato del joven garinense Roberto Colombo

Familiares, amigos y vecinos de la víctima se movilizaron hasta la comisaría de la localidad para exigir el esclarecimiento del caso. Además, reclamaron mayor presencia policial y denunciaron connivencia con los delincuentes.

Paraguas abiertos. La marcha comenzó en el reloj del boulevard y siguió por Belgrano hasta la comisaría.

Familiares, amigos y vecinos de la víctima se movilizaron hasta la comisaría de la localidad para exigir el esclarecimiento del caso. Además, reclamaron mayor presencia policial y denunciaron connivencia con los delincuentes.

Pese a la intensa lluvia caída este miércoles a la tarde, un centenar de vecinos se movilizó hasta la comisaría de Garín para reclamar el esclarecimiento del asesinato de Roberto Colombo (25), quien fue ultimado de tres disparos en el pecho a la vuelta de su casa tras resistirse a un asalto, el domingo a la madrugada.

Con la tristeza e indignación a flor de piel, los manifestantes comenzaron a concentrarse a las 17 en el reloj del boulevard Perón. Desde ahí, un rato más tarde, iniciaron la recorrida por el casco céntrico de la ciudad hasta llegar por la avenida Belgrano a la seccional de la calle Perna, donde llenaron de reclamos y denuncias a las autoridades policiales que los recibieron.

“Es una injusticia que Roberto esté muerto y que, encima, estas lacras anden sueltas por ahí. Ya estamos hartos de vivir así, con miedo. Lo más triste de todo es que ustedes saben quiénes son los que roban y no hacen nada. Y después pasan estas tragedias”, exclamó una mujer ante el flamante jefe policial de la localidad, comisario Eduardo Donadío.

“¿Andan en motitos y me van a decir que no los pueden agarrar? Este es un pueblo que está reclamando con el corazón en la mano, comisario. Por favor, haga lo que tenga que hacer, porque así no se puede vivir más”, exigió otra mujer, al mismo tiempo que los manifestantes pedían a gritos que los efectivos que custodiaban la dependencia salgan a la calle: “¿Qué hacen ahí adentro? Vayan a laburar, que mientras ustedes están ahí parados ahora le están robando a alguien”. Todo fue así, en ese tono.

“Para cuidarle el culo a la gobernadora o al intendente sí pueden salir todos y cortar la ciudad. Hace tres meses mataron al carnicero -Carlos Peker- y ahora a este pibe. Salgan a la calle, loco, que nos están acribillando a todos y no hacen nada”, espetó otra mujer, en medio de la furia de los amigos y hermanos de Colombo, quienes debieron ser controlados por los propios vecinos para que la manifestación no pase a mayores.

“Nos paran a nosotros, los pibes buenos del barrio, y a las villas solo entran para cobrarles a los transas. Todos sabemos que los pibes chorros laburan para ustedes. Son unas ratas, igual que ellos”, denunció un joven ante la pasiva mirada de las autoridades policiales, entre ellas, el jefe distrital Víctor Benedetti.

Los manifestantes también reclamaron mayor presencia policial en los barrios periféricos. “Salgan del centro de Garín, por favor. Hay dieciséis barrios descuidados, porque solo recorren el perímetro del boulevard”, señaló un hombre, apoyado por otros vecinos que, a su vez, relataban los robos que sufren a diario hasta en los colectivos que toman para ir a trabajar.

A esta altura, el agua de la lluvia que caía sin cesar se entremezclaba con las lágrimas de los rostros, tan entristecidos como rabiosos por el asesinato de otro garinense. En este caso, el de Roberto Colombo, un “pibe bárbaro, trabajador y solidario”, que solo quería vivir. Simplemente eso.

La manifestación en la puerta de la comisaría terminó pasadas las 18.30, luego que la madre de la víctima fuera atendida por los funcionarios. Después, sería tiempo de desandar el camino con la misma consigna: “Queremos justicia y seguridad”, nada más.

Por Damián Fernández

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