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Orlando Aníbal Fernández, un reconocido abogado escobarense de 72 años, falleció este lunes a causa de una insuficiencia respiratoria. Su partida generó hondo pesar en el barrio El Cazador, donde vivía y construyó lazos sólidos con los vecinos.
Su salud se había complicado significativamente en las últimas semanas. Poco más de un mes atrás había sufrido un ACV (accidente cerebrovascular) que derivó en su internación en un sanatorio porteño, donde permaneció bajo cuidados intensivos. Desde entonces, su cuadro no logró revertirse.
Durante el tiempo de internación estuvo acompañado muy de cerca por su hija Aldana Fernández, de 40 años. También era padre de Rocío Fernández, de 45, ex defensora del Pueblo de Escobar y actual secretaria de Seguridad del Municipio.
Fernández era un abogado experimentado de la ciudad. Su figura trascendió el ámbito jurídico y se proyectó en distintas instituciones de la comunidad escobarense.
Fue presidente de Acción Vecinal de Escobar, creada por el dirigente Roberto Costa, de quien era amigo. Durante un tiempo también presidió la comisión directiva de la Sociedad de Fomento Villa Vallier.
Tanguero de ley, en 2014 integró el grupo fundador de la Asociación Amigos del Tango de Escobar, desde donde impulsó distintas propuestas. Quienes lo vieron sobre las pistas de las milongas, dicen que también tenía dotes de buen bailarín.
Su despedida se realizó en la noche del lunes en una sala velatoria de la avenida San Martín, en un marco íntimo y respetuoso. Familiares y amigos se acercaron para darle el último adiós y acompañar a sus hijas en este difícil momento.
Sus restos serán cremados y sus cenizas esparcidas en dos lugares simbólicos para él: la cancha de Argentinos Juniors, el club de sus amores, y las aguas del Río de la Plata. Así, sus afectos despedirán a un vecino muy querido, cuya vida estuvo marcada por la actividad profesional, la pasión por el tango y el interés por su comunidad.
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