Al cumplirse una semana de un hecho tan dramático y fatal como evitable, familiares, amigos y vecinos de Delfina Sánchez marcharon este martes a la noche por la localidad de Garín en reclamo de justicia y con críticas al Municipio.
Delfina es la estudiante de 18 años que falleció cuando cruzaba la calle 2 de Abril y un poste de telefonía en mal estado se le cayó encima. La joven, que volvía de la facultad y se dirigía hacia su casa, fue llevada de urgencia a la Unidad de Diagnóstico Precoz (UDP) de Garín, donde falleció a los pocos minutos por el grave impacto que recibió en el cráneo.
A las pocas horas de ocurrido el incidente, desde el Municipio comunicaron que el poste estaba partido en su base porque minutos antes un camión excedido en altura se había llevado los cables por delante y lo arrancó del piso. También señalaron que el conductor no detuvo su marcha y que confiaban en identificarlo a través de las cámaras del Centro de Monitoreo.
En ese comunicado el Municipio también informó que personal de Defensa Civil y de Tránsito, junto a los bomberos voluntarios, “cortaron la calle y vallaron la zona para trabajar en la reparación del poste”.
En medio de ese operativo, el poste se derrumbó en el mismo momento en que Delfina cruzó por el área vallada “de manera sorpresiva”, según indicó el informe oficial. Esa expresión indignó a familiares y amigos, quienes interpretaron que se estaba volcando en la víctima la responsabilidad de lo sucedido.
Ante la controversia, el Municipio decidió eliminar de sus redes sociales el comunicado que con tanta urgencia había publicado y difundido a los medios de comunicación.
El primo de la joven, llamado Matías, cuestionó y desmintió la versión oficial. “La Municipalidad y Defensa Civil hicieron un vallado mínimo, de un metro de diámetro, cuando estamos hablando de un poste de 7, 8 metros de altura. No cortaron la calle. Ella vio que estaba vallado y bajó a la calle porque no se podía pasar”, detalló.
“En ese momento se cae el poste, le pega en la cabeza y fallece a los cinco minutos. Y la Municipalidad se quiere lavar las manos. Ellos no se hacen cargo de que tendrían que haber cortado la calle automáticamente, poner un vallado más grande o sacar el poste de inmediato”, remarcó el joven en declaraciones a Primer Plano Online.
Dos días después de la tragedia, el jueves a la noche, los responsables de Defensa Civil y SAME en Escobar difundieron una carta pública expresando sus condolencias a la familia y poniéndose a disposición “para rendir cuentas ante toda la sociedad”.
“Estamos acostumbrados a vivir situaciones de extrema gravedad, pero jamás nos acostumbramos a que haya desenlaces tan dolorosos e injustos”, afirma el texto, que firmaron los bomberos Juan Carlos Toledo (Defensa Civil) y Adrián Peralta (SAME).
En ese clima de bronca, dolor, duelo e indignación, se llevó a cabo este martes una marcha en reclamo de justicia, donde se escucharon fuertes críticas al Municipio. La convocatoria estuvo organizada por sus amigas y ex compañeros de la joven en el Instituto Estrada, en el que cursó sus estudios secundarios.
El punto de encuentro fue en el mismo lugar donde siete días atrás ocurrió esta fatalidad evitable: 2 de Abril, entre Ballester y el boulevard Arias. Cientos de vecinos se acercaron, muchos con velas en sus manos, otros con carteles y fotos de Delfina. La columna de manifestantes por momentos se extendió casi dos cuadras.
Al principio hubo un silencio sostenido y conmovedor, que después fue interrumpido por aplausos y algunas consignas a viva voz. Cada tanto, el reclamo se sintetizó en un cántico de una sola palabra: “Justicia”.
“¿Nos vamos a callar la boca ante tanta desgracia? ¿Nadie va a decir nada?” “¿Nadie se va a hacer cargo de lo que pasó con Delfina?”. “Es una vergüenza, hoy le tocó a Delfina, ¿mañana a quién le va a tocar?” “Todos se lavaron las manos, justo hoy se ponen a cambiar un poste acá a dos cuadras. Los postes están atados con alambres”, fueron algunos de los comentarios que lanzaron los vecinos.
La manifestación duró poco más de una hora, pasó por el boulevard Perón, la avenida Belgrano y finalizó en el puente de la entrada a Garín. Al frente, detrás de un pasacalle, iban las amigas de Delfina, envueltas en lágrimas y consolándose a cada rato con abrazos.
Entre la impotencia y la tristeza, quienes querían y conocían a la joven no dudaron en salir a la calle a expresar su dolor, quizás sabiendo que la justicia que claman nunca llegue.