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En su quinta sesión ordinaria de 2023, el Concejo Deliberante de Escobar sancionó una ordenanza por medio de la cual autoriza al Departamento Ejecutivo a constituir una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria (SAPEM) para la explotación de la industria de cannabis con fines industriales y medicinales.
El proyecto fue el más debatido en la sesión del miércoles y resultó aprobado por mayoría, ya que varios concejales de la oposición se inclinaron por el voto negativo, en tanto que otros eligieron la abstención.
A modo de introducción, la concejal oficialista Silvia Riedel expuso que “la industria del cannabis está en pleno desarrollo a nivel mundial. Cada vez son más las propiedades curativas y aliviadoras asignadas a sus principios activos”.
“En el partido de Escobar queremos crear esta sociedad entre el Municipio y actores privados para trabajar en conjunto y darles una mano a quienes estén cultivando cannabis: hacer establecimientos, trabajar con las semillas, el aceite y empezar a regular todo esto que se viene a futuro. El municipio quiere estar innovando en esto”, sostuvo la portavoz del proyecto.
Desde el bloque de Juntos, Jésica Avejera señaló que necesitaban “más tiempo para trabajar este expediente, por la importancia que tiene. No es algo para tratarlo rápidamente”. A pesar del argumento que dio para justificar la abstención, lo cierto es que el proyecto llevaba casi dos meses en el ámbito legislativo, ya que ingresó el 17 de abril.
Por su parte, Gabriela Hernández, que integra la bancada presidida por Avejera, decidió votar en contra. “El Estado municipal tiene otra función, que es atender a las necesidades de la población. Tampoco creo que el Estado nacional ni el provincial deban tener ingerencia en negocios que deberían estar reservados para la actividad privada”, sostuvo.
La concejal de Unión Liberal, Griselda Aristi, opinó parecido y votó igual: “En general, las empresas manejadas por el Estado son deficientes. Por una cuestión de principios, mi voto es negativo”, anticipó.
Otros concejales opositores eligieron el camino de la abstención, como si fuera tan difícil estar de acuerdo o en contra de esta iniciativa.
Interesados en algunos temas que se trataron durante la sesión, varias decenas de vecinos se acercaron el miércoles al mediodía al nuevo recinto parlamentario escobarense. Cuando se aprobó por mayoría, todos ellos aplaudieron.
Cultivo local
Decenas de municipios de la provincia de Buenos Aires están llevando a cabo iniciativas vinculadas al uso del cannabis con fines medicinales y Escobar es uno de ellos. En septiembre de 2021, el intendente Ariel Sujarchuk firmó un convenio con la presidenta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Susana Mirassou, para iniciar la producción de aceite de cannabis.
El convenio, enmarcado en la ley nacional 27.350, apuntó a desarrollar producción en hidroponia, una técnica de cultivo a base de agua y sustrato inherente, a cargo de especialistas del INTA y de la Secretaría de Salud local.
“Una vez que se extraiga el aceite o tintura de cannabis, será enviado al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) para analizar las cantidades y las calidades del producto”, explicaron en su momento desde la Comuna.
Tres meses después, en diciembre de 2021, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, le entregó al entonces intendente interino Carlos Ramil la resolución que habilitó al Municipio a iniciar ese cultivo junto al INTA. “Trabajamos para dar respuesta a las asignaturas pendientes”, expresó la funcionaria.
La planta de producción se instaló en el Polo de Educación Superior de Escobar, con sede en Ingeniero Maschwitz. Hasta ahora, los resultados de esa acción no se difundieron.
Firmamos un convenio con el @intaargentina para realizar estudios sobre el uso medicinal del cannabis ➡️ https://t.co/w1xGdUoypR#EscobarTeDaCadaDíaMás pic.twitter.com/TvTqyi3RXM
— Ariel Sujarchuk (@ArielSujarchuk) September 14, 2021
Beneficios del CBD
El aceite de cannabis rico en CBD -compuesto natural no psicoactivo o psicotrópico- se usa como complemento o suplemento alimenticio, remedio tópico o tratamiento farmacológico para el alivio del dolor crónico, la inflamación en enfermedades inflamatorias intestinales o cutáneas, la ansiedad, la depresión o la gravedad y frecuencia de las convulsiones en epilepsias refractarias, entre otras propiedades terapéuticas.
También se emplea para tratar síntomas de enfermedades neurológicas o neuropsiquiátricas como la esclerosis múltiple, el alzhéimer, el párkinson o la esquizofrenia. Junto con el otro cannabinoide más estudiado, el THC, ha demostrado inducir la muerte de células cancerosas in vitro e in vivo en modelos animales, inhibiendo la progresión del tumor.
