Cumpleaños amargo: Armenio no levanta cabeza y perdió por 2 a 0 ante Riestra

El conjunto del barrio San Miguel no encuentra el rumbo y en la semana de su 53° aniversario volvió a caer. Esta vez, el equipo de la bebida energizante se aprovechó de su mal momento y le propinó la cuarta caída consecutiva.

Todos cabizbajos. Armenio está cerrando una temporada esquiva en cuanto a resultados (Foto: Archivo El Día de Escobar).

Todos cabizbajos. Armenio está cerrando una temporada esquiva en cuanto a resultados (Foto Archivo).

El conjunto del barrio San Miguel no encuentra el rumbo y en la semana de su 53° aniversario volvió a caer. Esta vez, el equipo de la bebida energizante se aprovechó de su mal momento y le propinó la cuarta caída consecutiva.

Deportivo Armenio sopló 53 velitas este lunes y la mejor forma de festejarlo era ganándole a Riestra al día siguiente para superarlo en la tabla de posiciones, pero ni siquiera los deseos de cumpleañero se le dan al conjunto del barrio San Miguel. Los del Bajo Flores fueron pura efectividad en el segundo tiempo y con goles de Brian Sánchez, a los 4 minutos, y Jonathan Herrera, cerca del final, se impusieron por 2 a 0. Cuarta derrota consecutiva para los dirigidos por Pulciano Aquino.

El encuentro contra el mediático equipo auspiciado por una bebida energizante y cercano a la cancha de San Lorenzo era fundamental para cortar la malaria que aquejaba a los de Maschwitz, vencer a un rival directo y, de paso, celebrar un nuevo aniversario con tres puntos. Las bajas del arquero Álvaro Villete -lesionado en el hombro-, el capitán Mathias Buongiorno y José Luis Gómez -ambos suspendidos- eran un pesado lastre, aunque el momento dubitativo del rival dejaba una luz de esperanza.

Luego de una etapa inicial pareja y con ambas escuadras dividiéndose el protagonismo, en el complemento llegaron las emociones en el Guillermo Laza: Sánchez definió sin problemas ante el reemplazante Germán Oviedo para abrir el marcador en el encuentro. Esa ventaja fue clave para que el local se suelte y muestre lo mejor de sí ante su público.

Por su parte, el tricolor intentó lastimar por arriba con sendos cabezazos de Juan Casarini y Brian Chávez. Incluso, Aquino mandó a la cancha al joven Fernando Cantero y a Jeremías Ugo Carabelli para agrupar más gente en ataque, pero la respuesta fue un mazazo que amargó por completo el cumpleaños: Jonathan Herrera, goleador del conjunto de Pedro Bocca, definió cruzado al palo derecho de Oviedo para decretar el 2-0 final.

Ya no quedan palabras para describir la campaña de Deportivo Armenio, porque los números hablan por sí solos: el conjunto de la colectividad acumula cuatro derrotas consecutivas -19 en lo que va del campeonato-, suma 45 puntos y apenas ha marcado 26 goles en 40 partidos. Español, en el barrio San Miguel, y Acasusso, fuera de casa, serán los últimos rivales de un equipo vapuleado por un presente que no lo deja tomarse un respiro.

Cosa de tres

En el comienzo de la segunda rueda, con Defensores de Belgrano alejado a 8 puntos de sus perseguidores, se auguraba un final predecible para la Primera B Metropolitana. Por suerte, las predicciones fallaron, porque el desenlace del campeonato, con Estudiantes de Caseros arriba y el Dragón y Brown de Adrogué peleando un poco más relegados, es de los más apasionantes de los últimos años.

El Pincha acumula 79 unidades y es el líder absoluto del torneo a falta de dos partidos. Así lo refrendó este domingo, cuando venció por la mínima a Acassuso gracias al tanto de Diego Torres en los cinco minutos finales que mantuvo la distancia de dos puntos con los escoltas. Por su parte, el día anterior el Dragón venció por la mínima a UAI Urquiza y los del sur del Conurbano empataron sin goles frente a Platense.

La próxima jornada Estudiantes recibirá a Barracas Central, mientras que Brown hará lo mismo ante Tristán Suárez. Por su parte, Defensores visitará a Almirante Brown. De obtener resultados favorables tanto los de Caseros como los de Núñez, en la última fecha podrán dirimir el título enfrentándose en la cancha del Dragón.

Por Alejo Porjolovsky

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