Quizá el mejor evento musical folclórico que pasó por Escobar en estos últimos tiempos tuvo cita este viernes 25 la noche, en el teatro municipal Seminari. Viviana Careaga y los “Condorkanki” dejaron un recuerdo imborrable en quienes presenciaron la calidad artística de un grupo brindado enteramente a su público.
La voz privilegiada de Viviana, su padre René Careaga (charango), su hermano Omar Careaga (guitarra), Fernando (percusión) y Andrea (vientos) conjugan la armonía con el espíritu latinoamericano. Los espectadores no paraban de aplaudir al final de cada tema y el momento sublime cuando la joven se animó a cantar el “Ave María” a capela.
Condorkanki es un ejemplo de excelencia que no necesita de sapucay ni ponchos al viento para identificarse. Definitivamente, cuando Escobar abra el baúl de los recuerdos este suceso no deberá faltar.
En camarines
De chica, Viviana se fue interesando por el charango, la quena y otros instrumentos, copiando a su padre. Hasta que en la secundaria obtuvo el primer premio en un festival del pueblo de Saldaña (Salta). De allí en adelante su voz privilegiada y la familiaridad que entregan a la hora del espectáculo los “Condorkanki” fueron la amalgama perfecta que los llevó a recorrer el mundo y ser reconocidos. Si algo les sobra, es bondad arriba del escenario.
Termina la actuación y en la espera de Viviana, dentro de los camarines, Rene Careaga recibe al periodista El Día de Escobar como si fuera parte de la familia. Cuenta que Mariano Mores, Leopoldo Federico y otros grandes realizaban espectáculos en Japón, donde hoy son recibidos como “Los mensajeros de la paz”. Para noviembre se presentarán en China, junto a Horacio Guarany.
Hoy, junto a sus hijos, crearon un centro cultural y un estudio de televisión y grabación propio. René se despide confiando su principal deseo: “Mi mayor anhelo es que Viviana se reciba este año de ingeniera electrónica y de ahí en más no parar de realizar proyectos”.
Viviana se acerca con una simpatía que la distingue. Hace quince días fue reconocida como “ciudadana ilustre” por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Agradece por la cortesía de la espera y promete que volverá por Escobar. También logra definir en pocas palabras todo lo que late dentro del artista que lleva adentro: “Cada momento es un principio y una nunca sabe lo que deja en el público, pero siempre vivo un momento único y de plenitud. Cuando nos encontramos con la gente en frente, lo lindo es llegar a todos, y en especial a los niños, porque es una manera de sentir que le estoy fomentando y legando algo a las nuevas generaciones”.
“Algo similar sucede en el público extranjero, como el japonés; no entiende todo nuestro folclore pero se maravilla. Creo que los motiva de alguna manera cuando mostramos nuestro imperio incaico y temas relacionados con la ecología. Nuestro interés no está puesto en levantar al público de cualquier forma, sino llevar un mensaje de paz; esa siempre fue, es y será nuestra misión”.
Quienes no pudieron asistir a esta joya artístico musical pueden ver y escuchar “Vivencias de los caminos”, todos los lunes a las 21 por el canal de cable Argentinísima Satelital.
Por Ariel J. Spadaro | Redactor de El Día de Escobar
Fuente: El Día de Escobar