Los trabajos abarcaron un trayecto de 1.300 metros lineales, desde Felipe Boero hasta San Isidro. Se realizó un bacheo en hormigón y luego se volcó una carpeta de concreto asfáltico. El andar y la estética cambiaron por completo.
Casi tres meses después de su inicio, la obra de repavimentación de la avenida San Martin, entre Felipe Boero y San Isidro, llegó a su fin y cambió por completo el aspecto de esa zona de Belén de Escobar. Igual, la mejor noticia es que ahora los automovilistas pueden circular sin temor a romper el tren delantero.
Adiós a los baches, desniveles y rajaduras. Transitar desde este lunes por ese tramo de la ruta provincial 25, que se suma al arreglado y mejorado en septiembre del año pasado -desde la avenida Belgrano hasta Boero-, es un verdadero placer. Y eso se debe al trabajo conjunto entre el Municipio y la Gobernación, que aunaron esfuerzos con el objetivo de arreglar una de las arterias más transitadas y destruidas del distrito.
Los trabajos se dividieron en dos etapas y comenzaron a principios de marzo. La primera tenía como objetivo realizar un bacheo durable y resistente para el tránsito pesado. Para ello, se retiraron las losas que estaban en pésimo estado y se reemplazaron por una nueva base de hormigón de 15 centímetros de espesor.
Finalizado este bacheo, a cargo la Dirección Provincial de Vialidad, la Municipalidad tomó la posta a fines de junio y se encargó de finiquitar la repavimentación: Una vez uniformada la superficie, se colocó una carpeta de concreto asfáltico modificado de seis centímetros de espesor a lo largo de los 1.300 metros lineales que separan las calles Felipe Boero y San Isidro -se llama Mosconi hacia el sur-.
Esta última etapa de la obra, ejecutada por una empresa privada contratada por la Comuna, se efectuó en horario nocturno con la idea de no agregar un problema más al habitual caos vehicular de la avenida San Martín.
Si bien la repavimentación ya está terminada, para que la obra quede completa en un ciento por ciento aún resta pintar las sendas peatonales en las intersecciones, además de realizar la demarcación horizontal para dividir los carriles y prevenir choques frontales.
En definitiva, se realizó una obra tan necesaria como reclamada. Y se hizo con calidad, cuestión que los automovilistas ya están comprobando.
Por Damián Fernández