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Los contagios por la picadura del mosquito Aedes aegypti casi se duplicaron en todo el país y ya se cobraron seis vidas. A nivel local también se registraron casos.
Sobre el final de un verano caracterizado por la sequía y el calor extremo, un virus que en los últimos dos años había pasado casi inadvertido empezó a preocupar seriamente a las autoridades sanitarias: el dengue.
En tan solo una semana, las infecciones provocadas por la picadura del mosquito Aedes aegypti pasaron de 4.828 a 9.388, casi el doble (95%), según dio a conocer días atrás el Ministerio de Salud de la Nación. De los nuevos casos, 8.504 no tienen antecedentes de viaje, lo cual indica una seria circulación viral en el territorio argentino.
Hasta el momento se reconoció la circulación del virus en trece jurisdicciones: Capital Federal, Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
Las zonas más afectadas son las comunas porteñas 9 (Parque Avellaneda, Liniers y Mataderos) y 11 (Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita) y la provincia de Tucumán, donde se registraron tres de los seis fallecimientos de los que se tiene conocimiento. Los otros ocurrieron en Salta (2) y Santa Fe (1).
Por el acelerado aumento de casos, los especialistas temen alcanzar las cifras registradas durante la pandemia (casi 60 mil infectados en todo el país). Sin embargo, este valor aún está 30% debajo del promedio del mismo período de 2020.
Panorama local
En el partido de Escobar ya son 8 los casos de dengue confirmados al 26 marzo, según confirmaron a este medio fuentes de la Secretaría de Salud. Las personas infectadas se encuentran en estudio y bajo vigilancia epidemiológica.
Las autoridades también señalaron que en los domicilios habitados por estas personas “se realizó la fumigación correspondiente al protocolo y se colocaron larvitrampas”.
También afirmaron que “si bien no hay un patrón geográfico de los casos, se realizará un monitoreo epidemiológico territorial para detectar la presencia del mosquito”.
En un plano más general, el Municipio decidió intensificar las acciones preventivas. “Autoridades del área de Salud, junto con los coordinadores y coordinadoras de las UGC, organizarán la distribución de las ovitrampas, profundizarán la campaña pública de descacharreo y continuarán con las medidas para la concientización y prevención del dengue”, se informó en un comunicado.
Como antecedente local, el brote de dengue durante la pandemia de Covid en 2020 dejó en el distrito un saldo de quince personas contagiadas -nueve casos autóctonos y seis con un viaje previo-, sin ninguna víctima fatal.
Vector. El mosquito Aedes aegypti contagiado trasmite la enfermedad entre las personas al picarlas.
Vectores del virus
Según el Servicio Meteorológico Nacional, el fenómeno “La Niña”, que provocó sequías durante tres años consecutivos, llegó a su fin. Como es sabido, el mosquito Aedes aegypti necesita agua para desarrollarse. Por eso las hembras, luego de obtener sangre a través de la picadura, depositan sus huevos en lugares que están muy cerca del agua. Pero como el agua no llega, no se desarrollan en adultos.
El problema es que estos huevos no siempre mueren, sino que esperan las precipitaciones, lo cual puede traer serios problemas.
El mosquito Aedes aegypti es de color negro, con rayas blancas en todo su cuerpo y patas. Es un insecto que se adapta muy bien al hábitat humano. Su ciclo de vida es entre 7 y 10 días, mientras que el tiempo de vida del mosquito adulto es de 4 a 6 semanas.
Esta enfermedad se transmite cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego (de 8 a 12 días) es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura.
El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, pero nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.
En alerta. Desde el Municipio anunciaron que intensificarán la campaña de prevención.
Diagnóstico y prevención
Los especialistas recomiendan tomar ciertas precauciones, como usar ropa clara que cubra brazos y piernas y repelente, que tiene que ser renovado cada cuatro horas. Para proteger a los bebés (que no pueden usar repelente), se aconseja colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos.
Dentro de los hogares lo recomendable es tener mosquiteros en puertas y ventanas, usar espirales o tabletas de repelentes y, de ser posible, aires acondicionados o ventiladores para disminuir la actividad del Aedes aegypti, principalmente durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, que son sus momentos de mayor actividad.
En la actualidad, no existen ni vacunas que prevengan la enfermedad ni medicamentos que la curen, por eso los expertos aseguran que la mejor forma de prevención no es la fumigación (ya que solo mata a los mosquitos adultos) sino la eliminación de todos los posibles criaderos del insecto: recipientes con agua tanto en el interior como en el exterior de las viviendas.
Los síntomas del dengue son fiebre, dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, muscular y de articulación. Además, náuseas y vómitos, cansancio intenso, la aparición de manchas en la piel, picazón y/o sangrado de nariz y encías.
Ante estos síntomas se debe concurrir al médico. El diagnóstico de la enfermedad se hace con estudios y es importante que el paciente sea atendido rápidamente para que su situación no se agrave y aislarlo en caso de ser necesario, ya que un mosquito que pica a un enfermo puede transmitir la enfermedad a una persona sana.
A las personas ya infectadas se les recomienda tomar abundante agua para reponer líquidos y realizar un control y seguimiento médico diarios.
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