Invicto en 16 fechas, diez partidos sin recibir goles, un mediocampo con despliegue y técnica y un atacante implacable. Algunos de sus argumentos para ganar el Clausura e ilusionarse con subir al Nacional.
La consagración de Deportivo Armenio en la Primera B Metropolitana, el pasado domingo ante Los Andes, tuvo amplia repercusión. Distintos medios nacionales realzaron las virtudes futbolísticas del equipo ideado cien por ciento por Mario Gómez, un DT de gran experiencia y roce mundial, que supo darle su impronta a un grupo comprometido, con ganas de trascender y coronando con el título tan ansiado.
El club de la colectividad, que cumplirá 60 años el próximo 2 de noviembre, tuvo una excelente temporada: fue campeón invicto del Clausura, logró números poco frecuentes y demostró ser el mejor de un torneo muy parejo, en canchas difíciles y ante rivales que no regalan nada.
A veinticuatro años de su última consagración, en 1998, Armenio volvió a gritar campeón y ahora espera su turno en el Reducido para disputar el único ascenso a la Primera Nacional. Por haber sido campeón, ingresará directo a la semifinal, que se juega a un solo enfrentamiento y donde tendrá ventaja deportiva. Si pasa esa instancia, quedará a dos partidos de regresar al segundo nivel del fútbol argentino.
Un arquero ganador
Como los grandes equipos, el equipo de Ingeniero Maschwitz cuenta con un arquero seguro, confiable y ganador. Lautaro Petruchi (24) es cordobés, su pase pertenece a Instituto y está a préstamo en el tricolor hasta diciembre de este año.
En los 16 partidos del Clausura sólo le convirtieron 3 goles, mientras que en las últimas diez fechas mantuvo su falla invicta: lleva 915 minutos sin buscar la pelota dentro de su arco. El último que le marcó fue Villa San Carlos, el 23 de julio. En toda la temporada 2022 atajó en los 32 partidos y en el Apertura recibió 17 goles.
«En Instituto no iba a tener mucho lugar. Cerramos todo rápido y se hizo el préstamo a Armenio. En parte, gracias a Lucas (Hoyos) se dio este pase”, relataba el arquero en su llegada al club de la colectividad. Hoyos fue compañero suyo en La Gloria y se lo recomendó al cuerpo técnico de Gómez. Un acierto enorme…
Una defensa aguerrida
Fabricio López, Juan Pablo Salomoni, Nicolás Giménez, Ian Pérez (titulares ante Los Andes) y el capitán, César Leguizamón Arce, fueron los habituales defensores del equipo de Maschwitz.
Junto a Petruchi, la defensa fue un factor clave a la hora de mantener el cero en el arco, con buen juego aéreo y practicidad para evitar jugadas de peligro.
Contención y buen fútbol
La línea de volantes del campeón combina dos atributos fundamentales: contención en el centro para colaborar en la tarea defensiva y buena técnica para iniciar la elaboración del juego ofensivo.
En el último partido ante Los Andes se destacó Franco Almanza, proveniente de Juventud Unida de San Miguel: el mediocampista tiene facilidad para llegar al gol y marcó dos en el partido definitorio.
Nahuel Sica es el “Mascherano” de Armenio, un histórico que maneja el medio con quite y relevos, siendo la voz de mando y experiencia. Muy bien acompañado por Nicolás Sánchez (ex All Boys) y Luis Olmedo (llegó este año de Lugano), mezcla de juego y sacrificio.
Delanteros goleadores
Armenio marcó 18 goles en el Clausura. De esos gritos, Diego Nakache anotó 5, Luis Olmedo 3 y Matías Linás también 3. Los otros tantos los convirtieron Almanza (2) , Leguizamón Arce, Salomoni, Vivas, Giménez y Bonacci.
Nakache jugó en Comunicaciones y Atlanta, pero donde más goles hizo fue en el elenco maschwitzense, al que también llegó para esta temporada. En tanto que Linás arribó desde Los Andes. Dos atacantes que fueron clave y seguramente serán vistos por otros clubes, sedientos de goles.
Un DT de jerarquía
Mario Gómez (65) fue ayudante de Héctor Cúper en Lanús, Mallorca (España) e Inter (Italia), dos décadas atrás. Pasó como DT por las ligas de Grecia, Ecuador, Hong Kong, Indonesia y Malasia, donde ganó cinco títulos.
Su último equipo en Argentina había sido Gimnasia y Esgrima de Jujuy en la temporada 2012/2013. Antes estuvo a cargo de los planteles de Gimnasia y Esgrima de La Plata, Ferrocarril Oeste, Atlético Tucumán, Quilmes y Belgrano de Córdoba.
“Es una sensación muy linda. Estos jóvenes lograron algo muy lindo. Es muy importante ser un equipo solidario, que demostró ser campeón dentro de la cancha. Ahora a esperar las semifinales para pelear por un lugar en la final”, expresó el entrenador tras la coronación y a la espera de las semifinales del Reducido.
Por Javier Rubinstein
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