Adiós a un singular personaje escobarense: A los 76 años falleció Luisito Civitarese

Había sido internado de urgencia el viernes en el hospital Kirchner con un cuadro crítico de pancreatitis. “El loco del carrito”, como muchos le decían, recorría todos los días la ciudad juntando botellas y diarios para ganarse la vida.

Callejero. «Luisito» andaba de acá para allá con su carro. A su manera, supo hacerse querer por todos.

Había sido internado de urgencia el viernes en el hospital Kirchner con un cuadro crítico de pancreatitis. Humilde, trabajador y divertido, recorría la ciudad juntando botellas y diarios con su carrito para ganarse la vida.

Falleció este domingo uno de los personajes más conocidos y queridos de Belén de Escobar: Luis Civitarese (76), quien murió a la madrugada producto de un agudo cuadro de pancreatitis por el que había sido internado el viernes en el hospital municipal Néstor Kirchner, en Maquinista Savio. En menos de 48 horas, el desenlace fue letal.

Civitarese había nacido el 22 de febrero de 1944 en Zárate. Solo tuvo seis meses de gestación en el vientre de su madre y a raíz de eso tenía dificultades para hablar y expresarse normalmente.

No sabía leer ni escribir, pero eso no era impedimento para que se expresara ante los demás. ¿Qué escobarense no tiene una anécdota con él? Muy pocos, seguramente.

Desde hace décadas andaba cartoneando por las calles de la ciudad. Comenzó con una carretilla, después le hicieron un carro con ruedas de bicicleta, más moderno y espacioso, para que pudiera llevar las botellas, diarios y demás objetos que encontraba y que después les vendía a chatarreros.

Era muy común cruzárselo por el centro con su carro, tocando la corneta, amagando que iba a chocar un auto o parándose a hablar con comerciantes y amigos que siempre le daban una mano en lo que necesite.

En los últimos tiempos también solía vérselo repartiendo volantes o folletos, que le daban para que se mantuviera activo y ayudarlo económicamente.

Las redes sociales estallaron lamentando su fallecimiento. Todos lo recuerdan con cariño, respeto y admiración.

Un loco lindo, un niño eterno que se hizo querer y que se extrañará muchísimo en una ciudad que perdió a su personaje más entrañable.

Despedida a botellazos

A las 9.30 de este lunes los restos de Civitarese partirán desde la casa de sepelios ubicada en Bernardo de Yrigoyen al 200, en Belén de Escobar. El cortejo fúnebre irá por la avenida Tapia de Cruz hasta la puerta de la cocatedral, donde recibirá la bendición. Después doblará por Hipólito Yrigoyen hasta la calle Peirano, donde Luis vivía, hasta llegar al cementerio local.

A modo de despedida simbólica, en las redes sociales propusieron que los vecinos se pongan en las veredas de las calles por donde pasará el cortejo con dos botellas en las manos. “Que resuenen para siempre sus botellas” es la consigna elegida, con la misma alegría que él transmitía y que hubiera elegido para este momento.

Por Javier Rubinstein

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