Con profundo pesar, la comunidad escobarense despidió a Anselmo Demarco, uno de los vecinos más queridos de Belén de Escobar y heredero de una tradición que forma parte del alma del distrito: el histórico almacén “El Favorito del Norte”, fundado en 1931 por su padre, Antonio Demarco.
A lo largo de su vida, Don Anselmo fue mucho más que un comerciante. En cada jornada detrás del mostrador mantuvo viva la esencia de un tiempo donde las compras se mezclaban con la charla, el saludo y la confianza de barrio. Su presencia fue el puente entre aquellas primeras décadas de ramos generales y la actualidad, donde sus hijos y sobrinos continúan con la atención del emblemático local ubicado en la esquina de San Martín y José Hernández.
“El Favorito del Norte” es el segundo comercio más antiguo de Escobar, y durante más de nueve décadas fue testigo del crecimiento de la ciudad, de las historias cotidianas de miles de vecinos y del espíritu de trabajo que los Demarco supieron transmitir generación tras generación.
Quienes lo conocieron destacan su bondad, sencillez y dedicación incansable, siempre dispuesto a una palabra amable o un recuerdo compartido sobre los años fundacionales del barrio. Muchos lo recuerdan como un símbolo de identidad local, un hombre que supo conservar, en cada detalle, el valor de las tradiciones.

Dolor y recuerdos en las redes sociales
El fallecimiento de Anselmo Demarco generó un profundo impacto entre los vecinos, quienes expresaron su tristeza y compartieron emotivos recuerdos en las redes sociales.
“Lamento mucho su partida, nuestro almacenero hace 70 años… un amigo. Me salvaron la vida en momentos malos. Jamás lo voy a olvidar. Un gran abrazo al cielo, Anselmo querido”, escribió una vecina en Facebook, reflejando el vínculo afectivo que el comerciante supo generar con generaciones de clientes.
Otra vecina recordó: “Vamos a extrañar el canto silbando como un pájaro todos los días. Mis condolencias a la familia. QEPD”.
También hubo mensajes que rescataron la historia y la calidez del almacén: “Tantos recuerdos me vienen a la memoria. Cuando vivía a un par de cuadras de allí y mi madre me enviaba a hacer las compras. Sin desprecio de nadie, el mejor jamón crudo de toda la zona”, comentó otro usuario.
“Cuántos recuerdos, gracias Don Anselmo por tantos momentos divertidos junto a su hijo y su sobrino en el almacén. Siempre con una sonrisa y agradecido por estar otro día trabajando. Que Dios lo tenga en la Gloria”, escribió una clienta habitual.
Los mensajes se multiplicaron en las redes, todos con un denominador común: el cariño hacia un vecino que marcó una época en Belén de Escobar.


















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